―¿No deberíamos ir a buscarle?
―Créeme. Él ahora quiere estar solo. Mejor dejarle tranquilo.
A Becky le seguía pareciendo mal eso, a pesar de las palabras de Freen.
Tras la marcha de Dorian, ambas chicas estuvieron sentadas un rato hasta que finalmente se tumbaron en la cama, tumbadas de lado, cara a cara con la otra, consolándose mutuamente.
―Siento mucho que haya pasado todo esto, Freen.
―¿A qué te refieres? ―preguntó la vampira con el ceño fruncido.
―A lo de Dorian ―respondió ella, con los ojos brillando a punto de llorar de nuevo―. Es mi culpa que él se haya ido.
Freen quiso contradecirla, pero sabía que eso no serviría de mucho. Así que en lugar de eso lo que hizo fue abrazarla contra su pecho con fuerza, intentando calmarla con ese gesto.
Al estar acurrucada entre los brazos de Freen, pudiendo oler su olor en su cuello, hizo que se soltará y llorará tanto como lo necesitaba. No supo cuanto tiempo estuvo así, pero pudo notar que se sentía más tranquila, desahogada tras liberar esa congoja.
Al apartarse pudo ver el rostro compungido de Freen, preocupada por ella. No quiso verla así, por ello intentó pensar en algo, en otra cosa que hacer. Entonces recordó que Freen tenía una carta en la mano cuando ella entró en su habitación.
―¿Qué era esa carta que tenías antes en mano? ―preguntó, intentando sonar animada.
Freen se sorprendió, pero enseguida entendió lo que quería hacer. Por ello sonrió contenta por la fortaleza de su amada. Antes de responder le dio un beso tierno en los labios.
―Una carta de una buena amiga mía que, al parecer, vendrá a asistir a la academia.
Aquello sorprendió de verdad a Becky, quien se apoyó en su codo.
―¿Ahora va a asistir? ¿Y por qué no ha podido al principio de curso?
―Elizabeth, así se llama, es una vampira con la salud un poco delicada ―Vio la cara extrañada de Becky ante ese dato―. Sé lo que estás pensando, y sí; algunos vampiros, muy pocos, suelen nacer con algún problema de salud, ya sea físico o mental. En caso de Elizabeth es físico.
―¿Y está bien para venir aquí?
―Eso dice, sí ― Freen sonrió al recordar a su amiga―. La verdad es que llevó tiempo sin verla, y estoy deseando recibirla.
―Ya se nota.
Freen miró a Becky, inquieta.
―¿No te molesta? ― Becky la miró confusa―. Lisa... a simple vista no parece tener mi edad. Es más... Nadie pensaría que es una vampira.
―¿Porqué lo dices? ―preguntó ella, entonces se mostró sorprendida―. ¿Cuántos tiene?
―Creo que te harás una idea en cuanto la veas.
Ambas se echaron a reír con humor, y eso fue bueno para las dos. Entonces, Freen deslizó su mano por la mejilla de Becky, a quien le encantó ese gesto tan tierno.
―Quien debería pedirte perdón soy yo ―dijo Freen de repente―. Lo que esta haciendo Baeng… es por mi culpa. Debería haberlo detenido antes.
―¿Cómo podías saberlo? Esta resentido conmigo por haberle rechazado aquella vez.
―Eso no es excusa para lo que está haciendo ahora con Sarah; se está aprovechando de su odio hacia mí y si afán de… separarte de mí.
―Sé lo que pasa, Freen. Y descuida ―ahora fue ella la que puso su mano sobre la mejilla de Freen―. Puede intentar todo lo se le ocurra, no pienso separarme de ti. Nunca ―hizo una pausa―. En cuanto a Irin; hablaré con ella. Haré que entre en razón y se aleje de Baeng.
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ACADEMIA YOUKAI
VampireLa Academia Youkai acepta a todo estudiante que sea popular e inteligente. Su objetivo es la coexistencia pacífica entre vampiros y humanos con la ayuda de los jóvenes. Becky es una de las más inteligentes, pero también la más tímida. Lo que ella no...