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Al día siguiente después del desayuno, el rey fue al consejo acompañado de Sam, hablaban de temas importantes, pero la mente del rey estaba en otro mundo, ya quería que llegara la noche para ir a ver a BaekHyun, ya ansiaba ver su obra, verlo como bailarín y pasar un rato agradable con él.

ㅡ Entonces si firma esto la mercancía podrá ingresar a nuestro reyno, su alteza. ㅡ dijo dando la pluma, tinta y documento mientras ChanYeol no sabía ni que iba a firmar.

ㅡ Necesito analizar un poco la situación. Es todo. Más tarde daré el documento.

ㅡ Es bueno firmarlo ㅡ dijo Sam ante el comentario de su esposo y el consejero Han siguió.

ㅡ La mercancía ya espera en el puerto, alteza.

ㅡ Pues que esperen ㅡ dijo con autoridad al consejero que no dudó en repelar de nuevo.

ㅡ Pero, señor...

ㅡ Le diremos al capitán que tendrán que esperar, le daremos hospedaje y algo de comida para que esperen a tomar su decisión, su majestad ㅡ intervino Yoo y miró mal a Han que sólo miró a otro lado ya que apoyaba en todo sentido a Sam.

ㅡ Bien. Eso es todo, pueden irse. ㅡ terminó ChanYeol por decir mientras los consejeros se levantaban y se iban haciendo una reverencia. Sam se levantó y miró mal a su esposo.

ㅡ ¿Porqué no lo firmas de una vez? ¿No escuchaste a los consejeros? Es una buena inversión y una...

ㅡ Sam... ¿Y qué si no es buena idea? Los consejeros lo leyeron y dijeron que habían algunas cosas que no les gustaba, así que me gustaría procesarlo, sal por favor.

ㅡ ¿Qué te ocurre? Parece que estás en las nubes, aterriza ChanYeol... sólo pierdes el tiempo queriendo ser un rey ejemplar, si no lo fuiste como príncipe... ¿Que te hace pensar que lo serás como rey? ㅡ Sam miró a su esposo desafiante, se dio la vuelta y se fue dejando al rey restregando su frente.

ㅡ Sam... ¿Que haré contigo? ㅡ soltó un suspiro y se puso a leer el contrato de los transportistas. Además de llamar a Yoo para que le explicara de nuevo todo lo que habían hablado.





***




ㅡ Príncipe Soo. ¿Cómo estás? ¿Acabas de volver de tus lecciones? ㅡ saludó con gusto el príncipe MinSeok, pero el otro príncipe parecía más serio que ni siquiera una sonrisa le brindó.

ㅡ Sí, vamos llegando ㅡ dijo asintiendo mientras Min fruncia el entrecejo y volvió a sonreír.

ㅡ Ya veo. ¿Cómo te fue?

ㅡ Oye, estoy cansado, no tengo ganas de hablar. ㅡ dijo pasando de largo yéndose a su habitación mientras Sehun veía la actitud de su esposo hacia MinSeok.

ㅡ ¿Qué le hizo, príncipe Sehun? Parece que el príncipe Soo está molesto.

ㅡ Realmente no lo sé, pero conmigo también estuvo así, cortante y, como dices, molesto, pero no me ah dicho el porqué. ㅡ ambos no entendían el comportamiento del nuevo príncipe, pero no querían indagar, quizás era cansancio, estrés... demasiadas cosas habían pasado en tan poco tiempo en su vida, quizás era eso.


ㅡ Príncipe Soo, ah vuelto ¿Cómo le fue?

ㅡ Muy bien, príncipe Sam. ¿Usted como está?

ㅡ También bien. Mandé a hacer un pastel de moras, supe que es su favorito y como recogieron recién la cosecha de moras, quise hacerle un presente. ¿Vamos? ㅡ sonrió tomando del brazo al príncipe el cual sonrió y asintió.

ㅡ Claro, es muy generoso. Vamos. ㅡ sonrió aún más y caminaron juntos, a medio pasillo encontraron al príncipe Sehun que al verlos el rostro le cambió.

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