Donde duermen los peces (1)

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Existía la gente estúpida y existía Bible Sumettikul.

Sabía que no tenía que dejar que me afectara pero de igual manera sus palabras se seguirían repitiendo en mi cabeza como una de esas canciones pegajosas que detestas pero que no puedes evitar parar de cantar.

No podía creer que después de todo lo que tuvimos que pasar, estuviera haciéndome sentir como la mierda misma. Porque así era como me sentía para él: como la mierda que se pegaba en el zapato y te morías por deshacer.

¿Qué había ocurrido para que actuara de esa forma? ¿Dónde estaba el Bible que el día de nuestra boda prometió hacerme feliz y cuidar de mí y de mis libros?

Y aunque traté de no llorar mientras presionaba el botón del ascensor, no pude evitar soltar una que otra silenciosa lágrima recordando sus palabras, dichas de labios para afuera. Continúe presionando pero el elevador del hospital no subía, hasta que al fin las puertas se abrieron y fui a dar de narices con Nodt y su novia Mia.

Ambos iban tomados de la mano, y había que admitir que la rubia se miraba nerviosa.

—¡Build! ¿Ocurrió algo? —preguntó Nodt al ver mi rostro; más específicamente las infames lágrimas que no se detenían.

Mia, de manera milagrosa, suavizó su dura expresión y me lanzó miradas de simpatía.

—Esto lo hizo mi hermano, ¿cierto? —preguntó ella.

La ignoré mientras me concentraba en no vomitar los pastelillos que acababa de llevar a mi estómago.

—Disculpen —hablé con voz ronca—, solo quiero llegar pronto a casa.

Me moví lejos de ambos y me abrí paso dentro del elevador; con la mirada fija al suelo y mis brazos cruzados a modo de protección.

—¿Build? ¿Estás bien?

Era otra vez Nodt, soltando la mano de su novia.

—Solo quiero irme pronto. Si no te importa, te sugiero que salgas del ascensor.

—De acuerdo, te dejaré en paz... Pero olvidaste algo tuyo en mi auto.

—¿Algo mío? ¿El qué?

—Tu maleta... La dejaste sobre el asiento trasero.

Era cierto. Mi maleta.

—¿Podrías dármela ahora? —dije casi en una súplica.

Noté vagamente que él asentía y le dijo algo a Mia al oído para luego dejar que ella saliera del elevador. Las puertas comenzaban a cerrarse cuando una mano las detuvo.

—¿Sabes una cosa? —era Mia—. Todos piensan que yo soy la peor entre mi hermano y yo. Lo que ignoran es que él es mejor actuando como si lo fuera.

Soltó las puertas y se dio la vuelta para marcharse. Cuando por fin comenzaban a cerrarse de nuevo, otra vez una mano las detuvo. Mantuve mi rostro inexpresivo y siempre en dirección al suelo.

—¿Qué? —reclamé un poco demasiado fuerte—. Ya sé que tu hermano es una perra, no tienes por qué decirm...

Me silencié al instante al notar que no era Mia quien había detenido la puerta esta vez sino Bible. El idiota.

—¿Creías que te iba a dejar ir así de fácil? —dijo él—. Voy contigo al hotel.

Entró en el elevador pero no sin antes fulminar con la mirada a Nodt.

—Esta es una discusión de pareja, ¿podrías...? —le señaló la puerta.

—Ah no. Nodt es mi amigo, me voy a ir con él —protesté.

2. Forbidden To Obsess Over Bible Sumettikul ||BibleBuild||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora