Las nauseas me tenían hecho un nudo.
Bible debía detener el auto cada quince minutos porque yo no soportaba llegar tan lejos sin antes no haber vaciado mi mareado estómago. Me sentía mal y la mitad del viaje sorpresa que preparó me la pasé durmiendo... y vomitando. El recorrido duraba unas tres horas en total, aunque con cada parada que tenía que hacer, gracias a mí, tardamos cinco horas en llegar a nuestro destino.
Bible lucía preocupado y no dejaba de tocarme la frente o el estómago para comprobar mis síntomas. Finalmente mis malestares cesaron una hora antes de ver el lugar al que me traía, y de notar la orilla de una hermosa playa frente a mí, mientras entrabamos a un estacionamiento privado de un hermosísimo hotel al que conocía solo gracias a una revista de turismo.
—¡Nuestra luna de miel es en la playa! —grité emocionado.
Como no escuché ninguna respuesta de él, me giré desde mi asiento y lo descubrí examinando mi vientre hinchado a través del espejo retrovisor; su mandíbula estaba tensa y había sudor en su frente.
—Bible... ya me siento mejor.
—Estás pálido —musitó, preocupado. Sonreí para tranquilizarlo.
—Se me pasaron el mareo y las náuseas. Estoy bien, lo juro. Además mira —señalé un pequeño letrero que indicaba que había un zoológico en el recinto y que el lugar se especializaba en criar tortugas marinas que, según la foto del anuncio, jugaban amigablemente con los niños y era permitido tocarlas—. Yo también quiero jugar con las tortugas.
—No.
—¿No?
—No.
—Pero... ¿por qué?
—Son peligrosas.
—¿Las tortugas son peligrosas?
—Exacto. Y recuerda que estás embarazado; no voy a permitir que te sometas a riesgos innecesarios.
—Miden lo mismo que mi pie. No van a mutar y atacar Tokio, ¿lo sabes?
Pude ver que una pequeña sonrisa se asomaba por la comisura de sus labios.
—Pueden transmitir enfermedades. Es peligroso para tu condición.
—Bible...
—Estuviste vomitando durante casi todo el viaje, definitivamente estoy loco, en primer lugar por no llevarte de regreso a casa y a que te examine un doctor, y en segundo porque sigo exponiéndote a esta locura.
—Si así te sientes más tranquilo podemos buscar un doctor local...
Suspiró, pasando incontrolablemente sus manos por el volante del auto.
—Lo haremos —afirmó—, pero mientras tanto nada de animales y potenciales actividades peligrosas. Debimos haber esperado para tener una luna de miel más segura.
—¿Te das cuenta que me hiciste sentarme en el asiento de atrás del vehículo? Esta luna de miel se ha vuelto segura desde que me obligaste a memorizar todo un folleto de embarazos con alto riesgo.
—Cariño... el folleto de seguridad para el bebé lo indica de esa forma.
Él se apresuró a buscar el dichoso folleto en la guantera del auto. Rodé los ojos mientras Bible se volvía paranoico. Me había enseñado ese folleto al menos unas trescientas veces. ¡Hizo que me lo aprendiera de memoria, cada nota al pie y cada apéndice!
—Parte 4.a, "de no nacidos y viajes en carretera" —citó—: durante el embarazo, y a cierta fecha de concebir, debe evitar, ante todo, ir en la parte delantera del auto en caso de accidentes y choques al viajar en carretera...
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2. Forbidden To Obsess Over Bible Sumettikul ||BibleBuild||
Romance¿Qué puedo decirte acerca de Bible Sumettikul que no haya dicho ya? Cierto, el chico comete errores más rápido que un cohete viajando a la velocidad de la luz, pero tengo que admitir que los sabe remediar con la misma facilidad. No es difícil enamor...