28 semanas atrás
Semana 9
La Dra. Bagda Kamali era proveniente de la India. Tenía un leve acento que la delataba, su piel era morena como el caramelo y mantenía un cabello fibroso de tonalidad marrón oscuro. Andaba como en sus cuarenta y tantos años, y siempre usaba ropa de colores llamativos debajo de su bata blanca con su apellido bordado a orillas del bolsillo.
Me caía bien, tenía un buen sentido del humor y me trataba de forma cariñosa, como si me conociera desde hace años. Se aseguraba de ser lo menos clínica posible conmigo, además, los títulos de postgrado que colgaban por todas las paredes de su consultorio, declaraban que fue una alumna sobresaliente en cada una de sus clases; hasta tenía un placa de reconocimiento de un hospital local, por traer la mayor cantidad de bebés en la zona... No que eso me tranquilizara del todo.
—Muy bien, Build. ¿Cómo ha ido ese embarazo? —me preguntó ella mientras me untaba un gel helado en el estómago y encendía unas cuantas máquinas a su alrededor.
—Siguen las náuseas —afirmé. Pensé que se detendrían a estas alturas pero estaban ahí, siempre puntuales en las mañanas.
—Eso es completamente normal —dijo—. Cada embarazo tiene diferente duración en los síntomas.
Ella movió un aparato sobre mi estómago, causándome estremecimientos y cosquillas.
La primera vez que Bible y yo vinimos a su consultorio, ella me hizo exámenes y confirmó lo que ya sabíamos: que estaba embarazado. Se limitó a prescribirme vitaminas, ácido fólico, y me dio un gran sermón con lo que tenía y no tenía que hacer durante el embarazo. También me había hecho una ecografía para revisar que todo estuviera bien con el bebé, y como todo salió normal, me programó otra cita para las siguientes semanas, sólo por revisión de rutina.
—Y cuéntame, ¿dónde está tu hermoso y atractivo chico? —me preguntó mientras tocaba mi vientre con moderación.
—No lo sé —admití con cierta vergüenza—. Quedamos en vernos aquí pero supongo que no pudo llegar a tiempo. No sé dónde está y ya le marqué varias veces.
Me sentía muy preocupado y un poco molesto porque se estaba perdiendo lo que serían las primeras imágenes del bebé.
—Es una lástima, de mi parte lo esperaría pero tengo el tiempo ajustado. Después de ti tengo una cita con otro padre de corta edad. Oh, allí está, tu pequeño.
Ella cayó en silencio mientras miraba con fascinación hacia la pantalla.
Yo miré también.
Lo único que pude captar en medio del mundo gris fue una mancha de luz similar a la forma que tenía un frijol o un garbanzo. Lo extraño fue que la mancha no estaba sola, había otra idéntica a la par. Tal vez ese era el cuerpo del pequeño.
Me entró un sentimiento nostálgico, y por primera vez en todo este tiempo que supe que estaba embarazado, me recayó el peso de la enorme realidad que cargaba: en unos meses iba a tener un bebé.
Un bebé de Bible.
Y ahí estaba, sus primeras fotos vistas desde una pantalla.
Vi cómo la Dra. Bagda comenzaba a tomar mediciones de su cuerpo y de su cabeza, todo a través de la computadora y su otro equipo.
Quería llorar. Tenía sentimientos encontrados, agridulces.
La doctora empezó a explicarme qué era cada cosa, me dijo que existían ecografías más claras en 3D y 4D que me mostrarían mejor al bebé en su crecimiento. Pero tenían un precio aún más elevado de la que estaba haciendo, y como Bible todavía no aparecía, el dinero tenía que ponerlo yo, tuve que conformarme con ver de esta forma al bebé. Pero sin importar de qué manera, quería verlo.
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2. Forbidden To Obsess Over Bible Sumettikul ||BibleBuild||
Romance¿Qué puedo decirte acerca de Bible Sumettikul que no haya dicho ya? Cierto, el chico comete errores más rápido que un cohete viajando a la velocidad de la luz, pero tengo que admitir que los sabe remediar con la misma facilidad. No es difícil enamor...