Taehyung, un temido sicario, sufre un accidente fatal que le arrebata la vida en un instante. Sin embargo, despierta en una habitación desconocida, descubriendo que no solo ha renacido como un omega, sino que también han pasado 20 años desde su muer...
La suave brisa chocaba contra su rostro y torso descubierto, mientras estaba sentado y leyendo los papeles con una sonrisa. La mujer que se mantenía cubierta por las blancas sábanas, sacó su delgado brazo para estirarlo y retirar los papeles de la mano del alfa, dándole un beso corto cuando apartó los papeles de él.
—Ya deja eso y dame atención. — alargó la última palabra e hizo un puchero exagerado.
—No te metas. — volvió a tomar sus papeles. —Esto no te incumbe, ahora largo. No te creas importante solo por tener sexo.
La mujer se levantó de la cama con rapidez y tomó sus prendas yéndose furiosa.
El de cabello gris siguió leyendo con mucha atención las hojas que contenían Nueva información. Necesitaba encontrar a ese omega si o si.
—No te podrás escapar de mi... — miró la foto que tenía en sus manos con una sonrisa ladina. —Taehyung.
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—Déjame cortejarte.
¿Escuchó bien?
Taehyung se sorprendió, se ruborizo, y tuvo muchas emociones en un instante por lo recién dicho-
¿Cortejarlo? Eso lo tomo por sorpresa. Pensó que lo llamaría para regañarlo por haber sido descuidado con su ciclo del celo.
Estaba frente al alfa que lo había llamado hace cinco minutos. Cuando llegó hubo una tensión entre los dos que era difícil de ignorar. Sus corazones latian a toda prisa y sentían algo único dentro.
Admitía que tanto su lobo como él estaban atraídos por el alfa y cree que también el otro por él, pero...
Tenía miedo, mucho miedo.
Su vida cambiaría, y eso es lo que busca. Pero Jungkook es... alguien muy reconocido e importante, comparándose con el... no es nada. Temía que tuvieran problemas por su culpa, siempre estuvo acostumbrado de resolver sus problemas solo. Tener a alguien a su lado sería algo nuevo.
Tal vez, solo tal vez... le temía al amor, enamorarse y a la felicidad.
Suspiró. —Sabes...
—Lo sé. — Interrumpió el pelinegro. —Eres mi empleado y yo tu jefe. No me respondas ahora, solo piénsalo ¿Si?
—Lo pensaré entonces. — sonrió avergonzado. De pronto levantó su mirada por una queja del alfa.
—Me esta costando mucho no enamorarme de ti, eres malditamente hermoso y deja de sonreír así o no seré paciente con tu respuesta, te lo advierto.
Taehyung se rió negando, lo dijo tan seriamente que no pudo soportar la risa por lo ocurrente que puede llegar a ser el pelinegro.
—Dejaré de sonreírte y mirarte entonces. — bromeó.
