Capitulo I

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Sabía que la relación entre su novio y su mejor amigo no era la más normal.

Vivían juntos y siempre se trataban de manera diferente.

Pero no podía pasar nada entre dos Omegas ¿Verdad?

Trataba de calmarse, tal vez solo eran amigos muy íntimos y no tenía que preocuparse.

Porque sería un gran golpe a su orgullo si lo engañaban con un Omega.

Hoy Dazai le había invitado a su departamento para pasar una tarde diferente así que acepto, después de todo tenía una semana sin verse y ansiaba ver a su novio.

Tenía un juego de llaves que el Dostoyevsky le había dado del departamento.

—Para que entres cuando quieres—Dijo mientras le entregaba la copia de las llaves.

Había veces en la que el castaño y el ruso se sentaban arriba del otro y se hacían cariños.

¿Tal vez Cosas de mujeres y Omega?

Porque por dios, ni aunque tuviera un amigo tan tan íntimo y que también fuera alfa no harían eso ni jugando.

Asi Que veía un poco raro que siempre hacían eso y incluso en sus presencia. Una vez había agarrado el teléfono de Dazai y vio el chat con su amigo por curiosidad.

“Esta noche vamos hacer algo muy divertido juntos”

Ese había sido el último mensaje que Osamu le había mandado a el omega.

Lo cual lo hizo sentir muy ofendido porque el castaño nunca le había dicho algo así y mucho menos mandado stiker de te amo preciosa o vamos a culiar.

Pero tenía la esperanza que el castaño solo estuviera bromeando con todo eso.

El peli-negro no parecía del tipo que le gustaba su mismo género y aún así se escribían esas cosas. Así que tal vez solo eran bromas entre ellos.

Abrió la puerta del departamento de su novio y se encontró con una escena muy curiosa.

—¿Pero que mierda?—Pregunto confundido.

Al amigo de su novio estaba en el mueble con las piernas alzadas y vestido con lencería.

—Veo que llegaste—Dijo el peli-negro sin apartar la mirada de su libro.

Volteo la vista rápidamente.

No quería ver de más, después de todo era el amigo de su novio.

—¿Y Dazai?—Pregunto viendo a el techo.

Efectivamente el techo estaba echo de techo.

—Osamu dijo que esperaras ahí hasta que llegara—Informo con desinterés.

Ah, el amaba la lencería y lo poco que pudo ver se veía que era lenceria bonita.

Lo único que pudo detallar fue las medias trasparentes que tenía el peli-negro en sus piernas. Tenían unos lindos grabados de rosas y eran negras.

¿Toda la lencería tenía la misma temática de rosas?

Volteo un poco la vista.

Tenía tanta curiosidad por ver.

Volvió a desviar sus pensamientos y miradas a el techo y la pared.

Tal vez tres no sea un mal número Donde viven las historias. Descúbrelo ahora