Capitulo XXII

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Esto era como agua amarga en su boca. Un horrible sabor que no podía quitarse.

Cuando trato de agarrar la mano del Dostoevsky este la apartó de manera violenta de él y se fue del lugar.

Esto había sido su culpa, tal vez si se hubiera quedado quieto solo los dos el peli-negro no hubiera salido en cinta.

Apretó sus labios y fue atrás del Omega peli-negro antes que se cerrará en su cuarto sin salir por horas.

—¿Sabías que las parejas de hipocampos duran de por vida?—Pregunto con una sonrisa desde la puerta de la habitación—¿No es algo magnífico?

—Tu otro hipocampo no está aquí, está en el hospital atendiendo a enfermos—Se acostó en la cama mientras veía el techo.

—Ese no es un hipocampo, es un enano. Yo estoy viendo a otro hipocampo frente a mí¿Sabes lo que significa?

—Que un hipocampo está muerto

Hizo una mueca de confusión para volver hablar—¿Que? No—Nego confundido y de acerco a Fyodor—Estas vivo y coleando, Fyodor.

—Osamu, déjame en Paz, no me quiero estresar—Pidio con un suspiro.

—No me vengas que es malo para el bebé, ahora usas a el bebé de escusa para no hablar, para no tratarme y no salir del cuarto—Se quejo y se sentó en la cama junto a Fyodor—'El estrés es mala para el bebé, no te acerques' o'Oh, no, que triste a el bebé no le gusta tenerte cerca'—Repitio ligeramente molesto pero luego suspiro.

—Osamu, justamente me estás estresando.

—Lo que pasa es que no quieres hablar conmigo¿Verdad?

—No es eso.

—¿Entonces que es?

Hubo un silencio entre los dos, mientras el esperaba que Fyodor hablara, lo veía a los ojos mientras suplicaba una repuesta con su mirada y sus gestos.

No podía seguir así, si era necesario dejarían a Chuuya, era capaz de llevar a Fyodor a otro lugar si era necesario ¿Su arrebato? Fue causa de las circunstancias y el estrés de ese día.

¿Fyodor no quería darle el apellido a el niño? El se lo daría.

¿Sus sueldos no eran suficientes para darle una vida digna? Trabajaría el doble.

Aprendería a cocinar y limpiar.

Pero no quería que Fyodor se alejara y lo dejara.

Agarró ambas manos del pelí-negro y las apretaba con algo de fuerza—En verdad lo siento, pero te amo, Dostoyevsky, en verdad lo hago—Dijo en el tono más convincente que tenía y sus ojos aguados

¿Era actuado?Ni idea si era sincero.

—Osamu..—Lo llamo en un tono serio.

Escucho como el teléfono de Fyodor vibrio, lo cual ocasionó que apretara un poco su agarre, sabía quién era y le molestaba.

—Dime—Contesto a el llamado del ruso con cariño.

—Tengo miedo—Confeso—Casarme con Nikola parece la mejor opción, me da miedo que el niño me odie por no darle un ambiente familiar digno o normal ¿Que pensaría el niño si ve que su familia no está compuesto de mamá y papá? Lo que tenemos es antinatural en todos los sentidos—Hablo de manera rápida mientras desviaba la mirada para evitar la del castaño—Se que Chuuya realmente no quiere a este niño ¿Entonces? ¿Él o ella se tendrá que conformar con el poco amor que recibirá por parte de su papá? ¿Tendrá que ver cómo su padre prefiere a otra persona que a él o ella? ¿Tiene que ver qué es un hijo no deseado? ¿Tiene que ver cómo dos Omegas y un alfa forman una familia que para colmo ya es disfuncional? Dime Osamu ¿Mi hijo tendrá que vivir todo eso?—Pregunto con ojos llorosas y el también agarraba las manos del castaño—Aun... Aún no puedo aceptar que Estoy en cinta. Parece irreal, una mala broma, una muy mala broma. Aún no puedo creer que tengo una criatura dentro de mí.

Se quedó en silencio, quería contestar las preguntas, pero realmente no sabía si debía. Eran lógicas realmente. Pero... Esperen–

—¿Casarte con Nikolas?—Pregunto confundido y vio a el Omega peli-negro. Agarrándolo por los hombros para verlo—¿Como es eso?

—Oh...¿En serio no te lo dije? Nikolas me propuso matrimonio...—Contesto un poco confundido y se limpiaba las lágrimas que aún no habían caído por completo.

—¡No! No me había dicho!—Apretó su agarre algo asustado—Fyodor Dostoyevsky estamos casados según nuestro diario y años de relación¿Me piensas abandonar así?—Hablo de forma rápida y batía ligeramente a Fyodor.

—¿Eh?¡Por dios, Osamu!—Se quejo y alejo a el castaño de él—Claro que no te pienso abandonar sin avisarte...

—Oh, entonces si piensas hacerlo pero avisándome ¿Eh?

—A este paso tal vez si—Se quejo mientras veía de mala manera a el menor.

Entrecerro los ojos molesto ¿Quien se creía ese alfa? Este Omega estaba claramente marcado¿Y aún tenía el descaro de seducirlo? Ah no, él ya había seducido y reclamado a este Omega.No permitiría que un alfa de quinta viniera y se llevará a su pareja de vida solo porque le gustó.

Se acababa, esto ya no podía seguir.

Beso a el peli-negro y luego se separa con lentitud—No necesitas a ese feo alfa, yo soy más atractivo—Susurro.

—No es eso ¿Aún no entiendes?—Pregunto con un tono irritado—Estoy embarazado y quiero lo mejor para mi hijo y para mí.

—¿Y por qué sería mejor casarte con él?—Inquirió con una ceja alzada.

El solo suspiro—Matrimonio alfa y Omega, como debe ser—Contesto y se alejo de Dazai—Es lo que un niño necesita, un padre y una madre que lo quieran en verdad y que estén dispuestos a amarlo ma que nada, no como Chuuya.

Frunció el ceño molesto y confundido.
Esto no estaba bien, al menos no para él. No sabia que decir al respecto, no sabía que hacer.

—Yo le puedo dar mi amor incondicional...—Murmuro un poco de caído—Porque te amo, Fyodor, en verdad lo hago.

Sintió como lo abrazaron fuerte y se ocultaban en su hombro. El solo pudo responder el abrazo.

Luego sintió como su hombro se humedecía, se sorprendió un poco, pero luego reaccionó.

El ruso estaba llorando.

Solo pudo abrazarlo más fuerte para tratar de consolarlo.

Necesitamos hablar.

Claro que necesitamos
hablar







Tal vez tres no sea un mal número Donde viven las historias. Descúbrelo ahora