Hacía esto por Fyodor y por él.
Lo hacía por los dos.
Aún recuerda la primera vez que se juraron amor eterno a sus 15 años.
Tenían planeado que uno saliera Omega y el otro alfa o incluso un Omega y un beta.
Luego de que salieran del instituto se casarían y iban a pasar su vida juntos.Pero al ver los resultados del examen de los dos sus mundos se vinieron abajo.
El gobierno no permitía matrimonio entre omegas o entre alfas. Y la sociedad no lo veía muy bien.
El resto de su vida escolar fue un infierno.
Tenían un noviazgo formal desde los 14 y cuando las personas se enteraron que ambos eran omegas y que no habían cortado su relación recibieron críticas.
—¡Cuando seas mayor te arrepentirás de rechazar me!—Exclamo un alfa—Los omegas siempre buscarán a alguien que los proteja ¿Tu querido Fyodor podrá darte esa sensación?
Claro que no podía.
Claro que no.
Un omega no podía sentirse protegido por otro por más que lo intentarán.
Recuerda con claridad esas palabras.
Un alfa quería que se acostaran con el y empezarán una relación. Pero el se negó diciendo que estaba en una relación con Fyodor.
Se burlaban de ellos en los vestidores.
—Salgan Se, no quiero que me vean—Se burló un chico que también era omega—Despues de todo le gustan otros omegas ¿No?
No le gustaban otros omegas, se gustaban entre ellos.
Solo entre ellos y nadie más le llamaban la atención.
A los 17 el ruso fue echado de casa a el igual que él.
Pero a pesar de todo siguieron juntos, lograron conseguir trabajo y como tenían las mejores notas del instituto fue fácil conseguir una beca en una universidad y se fueron de su pueblo natal.
Se fueron sin mirar atrás.
Ya tenían 11 años juntos y esperaban que siguiera así.
Ellos nunca habían estado con alguien más aparte de ellos. Nunca estuvieron con un alfa y esos ahora les estaba afectado.
Sus celos se habían vueltos irregulares y más fuertes cada vez. Durante estos el cuerpo rechazaba a el otro y los supresores ya no querían hacer efecto.
Y luego de todo se habían dado cuenta que si necesitaban un alfa.
Cada día se sentían más solos apesar de estar juntos.
Cuando fueran a chequearse le habían dicho que su Omega interior estaba profundamente deprimido y se sentía rechazado, cosa que le había también empezó a afectar a ellos. Haciendo que su fertilidad y celos aumentarán.
El doctor les dijo que no se sorprendieran si en algún momento empezarán a sangrar y sentir un inmenso dolor en su abdomen.
Ambos habían tenido una pérdida.
Las posibilidades de que dos Omegas se fecundaran eran bajas y que el feto logré crecer aún más y que el niño nazca sano era casi improbable.
Aún recuerda el día que llegó del trabajo y las sábanas estaban llenas de sangre y el peli-negro en el baño llorando.
Habían tenido en total tres perdidas entre los dos. Y cada una dolía mucho.
Ambos estaban en sus momentos más fértiles pero aún así no lograban hacer crecer el feto.
Muchos decían que era un castigo que pagaban por ir contra la naturaleza creada por Dios en donde dictaba que era un alfa y un omega.
¿Por qué Dios era tan cruel?
Ellos solo se amaban ¿Porque pasaban por todo este sufrimiento?
¿Por qué Dios no le daba oportunidad de crecer a sus hijos? ¿Por qué siempre los perdían?
—Fyodor—Lo llamo mientras lo abrazaba más fuerte. Estaban acostados en la cama en la oscuridad—¿Soy un mal omega?—Pregunto tratando de no llorar.
—No eres un mal omega, Osamu, solo tenemos mala suerte—Consolo el peli-negro acariciando los cabellos castaño con cariño.
¿Mala suerte?
Sabían que necesitaban a un alfa.
Pero aún así no se querían separar.
Cuando el pelirrojo llego a sus vidas se lo ocurrido una idea. En algunas culturas se permitían las relaciones poliamorosa. Un alfa para más de dos omegas.
Convenció a su parejas de que lo intentarán.
Formó lazos con el pelirrojo solo para luego ofrecerle una propuesta, que saliera con los dos.
Después de todo se sentía un poco más animado que antes después que empezó a tener más contacto con un alfa.
Claro que se cuidada de más, aparte del condón tomaba pastillas.
El doctor decía que estaban en su etapa más fértil por la urgencia de tener un alfa se volvían más fértiles para atraerlos y que si no quería hijos tenía que cuidarse mucho.
Hacia esto por Fyodor y por él.
La primera vez que estuvo con el pelirrojo también fue su primera vez con un alfa.
Por primera vez sentía a su Omega feliz y satisfecho.
El también quería que el ruso se sintiera así.
Cuando empezaron a salir sentía a el peli-negro ciertamente distante.
Según el ruso todo esto se sentí raro y que no necesitaban a alguien más.
Ellos no necesitaba a alguien más, sus Omegas necesitaban a alguien más.
Solo necesitaban las feromonas y el verdadero nudo de un alfa y podrían seguir adelante.
Ahora tenían que seguir juntos.
Fyodor había comprado un sed de maquillaje y había probado también su nuevo labial, dejándolo por su rostro y cuello con besos
Cuando el pelirrojo tocó la puerta con flores y chocolates para ellos se sintió un poco mal.
Lo estaban usando de una manera tan descarada.
Solo podía sonreír recibiendo le e invitando a que entrara.
—¿Para nosotros? No debiste, a Fyodor no le importa mucho los regalos—Hablo alegre el castaño mientras guiaba a el alfa a su habitación~Fyodor~Llamo con una sonrisa—¿Adivina qué nos trajeron?
Amaba tanto a el peli-negro que solo quería que se sintiera bien consigo mismo. Aveces solo pensaba que tal vez la mejor opción era desaparecer simplemente de su vida.
—Hola—Saludo nervioso el alfa con las cosas en la mano.
—Hola.
—Fyodor y yo nos preparábamos para tener sexo ¿Quieres unirte, amor?
Esperaba que el pelirrojo fuera el indicado para esto. Muchos alfas quisieran solo por el sexo, pero ellos no solo buscaban eso buscaba algo también sentimental para que sus Omegas se sintieran bien consigo mismos.
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Tal vez tres no sea un mal número
FanfictionSabían que las relaciones eran de dos personas ya que las terceras personas estaban de más. Pero ellos a juro necesitaban a una tercera. Y podrían descubrir que las terceras personas tal vez no estén de más ¿O si? -Portado temporal(Imagen sacada de...