Capítulo 10.

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Después de aquel encuentro Caín no volvió a buscar a Kyle o siquiera pensó en volver a rondar por aquel parque cerca del lago Stark, en dónde se encontró con el mayor en aquellas otras dos ocasiones.

No se había sentido lo suficientemente preparado para asumir la información que rondaba cada vez más por su mente, tenía que analizar toda su situación actual. Teniendo en cuenta que había descubierto a su supuesto padre biológico, el hombre que había dado la otra mitad de cromosomas para crearlo, su apariencia le cobraba más sentido aún; sí que es cierto que nunca había preguntado por aquello en voz alta, pero la duda había surgido hasta cierto punto de su vida.

Su papá gordinflón una vez le comentó que su supuesto abuelo era pelirrojo con ojos marrones. Su cabello le hizo sentido en su momento, calmando silenciosamente algunas dudas que tenía, pero sin dejar de pensar que aún seguía siendo el único de ojos verdes en su familia, cosa que ya había entendido el porqué.

No sabía cómo debía de hacer su próximo movimiento, porque las cosas se complicaron aún más al descubrir que era un Broflovski, pero lo que si sabía era que debía seguir siendo lo más silencioso posible con aquel tema porque su papá no se podía enterar de que descubrió algo que, lo más probable haría que a su padre le diera un paro cardíaco y no quería hacerle daño, cosa que a pesar de no tener en cuenta, sé lo estaba haciendo al ocultarle las cosas pero no podía diferir de esa curiosidad de ahora se implantaba en su ser, ideando un plan para calmar el picor de la espina que se encontraba en su interior.

Estaba hecho un caos ese día particularmente, porque después del relato que le contó Kyle, no podía dejar de imaginar esas escenas y ellas aparecían en sus sueños no dejándolo dormir como era debido; como consecuencia de esto se podían apreciar una prominentes ojeras debajo de sus hermosos ojos.

Se desordenó la maraña de rizos en su cabeza, esponjando su cabello aún más de lo que estaba. —¿Por qué todo es tan complicado? —murmuró mientras veía a Eric poniéndole un plato de pancakes en la mesa en dónde se encontraba sentado, alzando una ceja por la muy notoria frustración que su hijo estaba teniendo.

—¿Qué es difícil?, ¿La escuela? —preguntó sentándose a comer los pancakes para desayunar que había preparado, le habían quedado sumamente exquisitos, no por nada era el mejor Chef de South park y le venía en nostalgia, porque, recordaba aquel hombre gordito de color que solía cuidarlos a sus amigos, a él y a... Kyle. Si Chef estuviera vivo se llevaría una gran decepción al ver en lo que Broflovski se había convertido.

—... Si, últimamente ha estado bastante pesada. —divagando en su desayuno contestó. Comiendo de a poco siendo analizado por su progenitor, el cuál se le hacía tan extraño que su calabacita pelirroja estuviera tan ido; ¿Qué le habrá pasado?, probablemente algo con sus compañeros de clase molestándolo otra vez, esperaba que no fuera muy grave. Ciertamente, cualquiera podría pensar que estaba pecando de inocencia, pero se había asegurado de que su hijo no se acercará a Broflovski, en lo que a su potestad consideraba. Estaba en casa después de la escuela, y cumplía con su horario a pesar de que el mismo Eric no estuviera en casa, lo sabía por las cámaras que había puesto en la sala, cómo medida de seguridad. Caín era bastante obediente a lo que a él respectaba.

—No te preocupes, ya pronto saldrás. Dime, ¿No has pensado en algo que quisieras estudiar?

Caín desvío su atención de aquellos pensamientos para prestarle atención a su mayor; —Mhn, no lo he pensado realmente.

—¿Qué tal si estudias para ser detective?, con lo necio que eres y ese gusto por la sangre, te vendría de maravilla. —soltó una carcajada burlona cuando vio a su hijo frunciendo su ceño. —te vas a esponjar más de lo ya estás, pelirrojo. —le señaló el cabello al gordito menor con un tenedor, riéndose aún más cuando su hijo le rodó los ojos, irritado por las palabras de su papá castaño. A veces solía ser un dolor en el culo.

Caín soltó un suspiro, terminando sus pancakes y tomando su bolso escolar para dirigirse a su lugar de estudio. —Ya me voy, pá.

Eric se levantó de su silla para dirigirse a su hijo, dándole un fuerte abrazo de despedida, deseándole suerte cómo hacía todos los días. —sabes que siempre puedes confiar en mí para lo que necesites. Cuídate de las minorías, te quiero.

Caín miró fastidiado a su papá, aunque una sonrisa divertida se planteaba en su rostro, asintiendo con la cabeza. Su papá de verdad no tenía remedio alguno. —yo también te quiero, ten suerte. —se despidió para finalmente salir de su casa, yéndose a la parada de bus escolar en dónde ya lo estaba esperando Violet, siempre se iban juntos. Aunque sin esperar nada, de un momento a otro, una imagen que prontamente visualizó se le hizo sumamente aterradora, haciendo que se detuviera antes de cruzar la calle.

En su panorama ya no estaba Violet, solo podía divisar entre la soledad a un niño de ojos verdes, algo enojado esperando el bus. Apretó fuertemente los ojos negando con su cabeza rápidamente para despejar su mente de la ilusión, enfocando nuevamente a Violet. ¿Qué mierda había sido eso? Definitivamente, aquel relato le había afectado más de lo que hubiera querido, suspirando nuevamente se dirigió a su amiga un par de años menor que él, antes de que volviera a ver cosas que no existían.

—¿Estás bien? —la joven miró a su "primo" con curiosidad.

—Si, es solo... Una tontería. —murmuró antes de que llegará el bus escolar, el cual que al llegar ambos se montaron y se dirigieron a su escuela.




Palabras: 982
Fecha: 20/04/2023.
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©Joinju

CICATRICES | Kyman | South park.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora