Capítulo 6.

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—Hey amigo, ¿No crees que estás muy joven para andar fumando? —escuchó una voz totalmente desconocida pasando por sus oídos, abrió los ojos sin muchas intenciones de responderle, solo quería divisar a ese tipo que le estaba hablando, encontrando así a un hombre bastante mayor que él con una bufanda color verde que tapaba su rostro, esta particularidad le pareció curiosa.

Lo único que se podía apreciar eran unos rulos rojos bastante rebeldes y sus ojos color esmeralda. Vestía un cargo color militar y una camisa de botones, con cuadros naranja y encima una chaqueta negra. Joder, ¿La población de pelirrojos iban en aumento en el pueblo o qué?, no era por denigrarse así mismo, pero después de ver aquella foto le ponían los pelos de punta.

—... Quizás, pero eso no es algo que te importe. —respondió de mala forma al hombre que se encontraba sentado en el mismo banco que él. Volvió su vista al horizonte buscando ignorar a aquel hombre desconocido.

Escuchó una risa ronca bastante melancólica que confundió a Caín, porque para ese desconocido pelirrojo, la respuesta se la había hecho tan familiar a un pequeño gordito mandón con el que se la pasaba peleando y extrañaba con su alma... Efectivamente, has acertado estamos hablando de Kyle recordando a Eric mediante Caín; un muchacho que era desconocido para él que sin embargo le llamó bastante la atención al verlo fumando solo en aquel parque.

Solo había salido un momento para dar una vuelta por aquel pueblo el cual era su hogar, divisando las casas y nuevos negocios, las cosas habían cambiando bastante a su parecer. Casualmente llegó a ese parque, divisando en los primeros bancos a ese muchacho.

—Vaya, que grosero. —respondió apartando su mirada del muchacho para también mirar al horizonte. —solo era una sugerencia; tus pulmones agradecerían que no los maltrataras.

Ante las respuestas del hombre, Caín frunció el ceño pensando en lo estúpido que sonaron aquellas palabras. —señor sin ofender, pero ¿Qué hace usted hablándome?

—... Te ves muy tenso, amigo. Me dio simple curiosidad saber cuáles eran los problemas que atormentan a un joven. —dijo sin más el pelirrojo mayor, sumergiéndose en aquella bufanda. No era tan anormal ver a un joven fumando, así que no sabía específicamente que le llamó la atención de aquel muchacho, que decidió acercarse. Al pasar tantos años lejos del pueblo, no conocía a las nuevas generaciones que le esperarían a este y las cosas que había vivido South park en su ausencia. Tenía que observar cuidadosamente cada lugar, no tenía el control sobre nada y eso lo incomodaba.

Caín soltó una carcajada sin ganas, dándole una segunda calada al cigarrillo, que quizás en esos momentos llevaría a la mitad, si no fuera porque ese pelirrojo lo interrumpió. —eso sonó muy pederasta. —vio a Kyle de manera sesgada al decir aquello.

Broflovski frunció el ceño rápidamente ante aquel comentario, cosa que divirtió al jovencito reaccionado con una carcajada. —cálmate viejo. Entendí el punto. —se volteo finalmente para encarar a aquel hombre. Quizás, contarle algunas cosas no significaría el fin del mundo, porque le transmitía una extraña confianza y seguridad; además, no tenía con quién desahogar sus penas.

Lanzó el cigarrillo al suelo, dejando su vicio para después ya que empezaría a comentar; —la familia te suele ocultar muchas cosas del pasado y del presente. Estoy completamente seguro de que vivo en una mentira constante, pero me gusta vivir en ignorancia. ¿Sabes? —Kyle levantó una ceja mostrándole interés porque entendía a lo que se refería perfectamente. —la ignorancia te hace feliz y por eso no he querido buscar más allá de los hechos. No quiero arruinarlo, pero los secretos quieren salir a la luz a toda costa y eso me jode. Nos jode a papá y a mí, porque a pesar de que no quiero saberlo, me terminó enterando. —el joven se veía decaído, se sentía tan mal después de todo.

—Te entiendo mejor de lo que crees, pero tenemos una diferencia y está dista de que yo siempre quiero saber que está sucediendo, aunque la verdad sea una maldición. —mencionó el mayor sonriendo con comprensión, a pesar de que no se notará debido a su bufanda. —mis padres solían ocultar el mundo a través de mentiras y eso hizo que me sucedieran cosas bastante feas. De hecho, me siguen ocultando cosas a pesar de que son realmente unos abuelos. —rio ante eso. —los padres hacen cosas cuestionables para buscar nuestro bienestar, y no digo que sea del todo malo que nos mientan para mantener nuestra ignorancia. Eso como dijiste, nos da felicidad, sin embargo, vivir en completa ignorancia es una piltrafa, ya que siempre se descubrirá la verdad. —miró al horizonte de nueva cuenta ladeando la cabeza. —si quieres escuchar el consejo de un viejo judío; no deberías encerrarte en ese hoyo porque solo estás siendo terco. La vida a pesar de que te brinda una gran felicidad, siempre te jode de alguna manera. No le tengas miedo a eso, así que sin miedo deberías buscar las respuestas con delicadeza, y si no te gusta ninguna de ella, fácil. La rechazas, ¿Qué más da? Si ya pasó, no hay nada que pueda arruinar tu futuro. Tú decides como te afecta. —el joven estaba bastante ensimismado ante esas palabras, pero sin interrumpir siguió escuchando. —y recuerda que saber del pasado siempre es necesario para tener un presente y así buscar un futuro, Bubbala. —finalizó el mayor, viendo como el muchacho lo veía con sorpresa.

Caín definitivamente se había introducido en un trasegar de sorpresa, porque a pesar de todo. Esas simples palabras habían calado en lo más profundo de su interior, esas palabras de verdad le hacían de gran sentido en su cabeza, a pesar de que no tiene en los mejores conceptos a los judíos debido a su papá, le sorprendió el sentido que cobraban la palabra de aquel desconocido.

En su cabeza se reordenaron sus ideas para continuar con su búsqueda. De alguna forma ese hombre lo animó más de lo que pensaba, y quería hablar más con él, pero, sin embargo, se vio interrumpido por el sonido de su celular. Era un mensaje de su papá, diciéndole que regresará a casa, puesto que ya era lo suficientemente tarde como para andar por ahí solo. El sol ya había terminado de sumergirse en el ocaso, así que sin más le hizo caso.

Se levantó siendo observado por aquel hombre. —supongo que, gracias por las palabras, pero ya me tengo que ir. —murmuro con una pequeña sonrisa. Realmente se le había quitado ese mal humor que había adquirido con Violet, porque pocas veces se sentía comprendido de aquella manera. —por cierto, me llamo Caín, no Bubbala. ¡Adiós! —se despidió yéndose de ese parque hacía su casa, dejando a un Broflovski lleno de sorpresa por aquel nombre que había tenido tanto tiempo sin escuchar, desde la muerte de Liane Cartman.

Era el nombre del bebé, era el nombre de su bebé. —debe ser una jodida coincidencia. —sonrió ignorando aquellos pensamientos que lo embriagaban cada vez más en un paroxismo de sevicia interior.

Ese bebé había muerto, él vio como llevaban a su gordito al hospital, él lo vio desangrándose y gritando por el dolor. Después de todo, él había sido el culpable de que eso sucediera, y era una de las pocas cosas que se arrepentía de corazón de haber hecho, pero ¿Y si realmente no murió?, quizás podía continuar con su tan aclamado plan.

No, basta. Definitivamente, debía ir a casa a tomarse sus calmantes. Había decidido cambiar, ¿No?

Palabras: 1260.
Fecha: 10/04/2023.
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©Joinju

CICATRICES | Kyman | South park.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora