Capítulo 18.

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En los sueños de aquel castaño se podía apreciar claramente todo lo que pasaba por su cabeza todas las noches, sus recuerdos eran una prueba constante de que el infierno podía vivirse en la tierra. Lo que vivió en la casa de los Broflovski era una total piltrafa y aunque Sheila con la ayuda de Ike, hiciera lo posible para evitar que Kyle se le acercará, él siempre encontraba la manera de lastimarlo, ya sea con palabras o con acciones.

Todo aquello empezó por una intervención en el hospital en dónde su mamá estaba internada por un micro infarto que había sufrido por el cumulo de tanto estrés que la situación de su hijo le había generado, por el hecho de haberse peleado con un hombre en la calle por acusar a su hijo de ser una prostituta como ella por haberse quedado embarazado. Eso hacía enojar a Liane en demasía, cosa que hizo que terminará en el hospital con un Eric de cuatro meses, algo cansando, acompañándola sentado en una silla bastante incómoda, puesto que había pasado toda la noche en vela cuidando a su madre.

—Deberías ir a dormir, calabacín. —con dulzura le dijo viendo las ojeras que se reflejaban debajo del rostro de su hijo. —no. —le respondió terco, viendo cómo una enfermera entraba repentinamente por la puerta de la habitación, acompañada de una no muy grata visita que hizo a los Cartman sorprenderse, más a Eric lo hizo enojar ver la presencia de aquella mujer pelirroja en la habitación. Tenía un semblante bastante incómodo y arrepentido. —¡¿Qué hace esta judía sucia aquí?! —el castaño exclamó con rabia, viendo cómo Sheila se retraía un poco por el insulto, sin embargo, no hizo nada por cambiar su semblante, porque sabía qué de alguna manera se lo merecía por haber criado tan mal a su hijo.

La enfermera inmediatamente se dedicó a hacerle la revisión a Liane, ignorando todo ese tenso ambiente que se había formado debido a la pregunta del chico a la gordita mujer. Liane no había dicho nada con respecto a aquello, no estaba en todas sus facultades. —yo sé que mi presencia aquí no es algo grata para ustedes, pero la verdad es que recientemente me enteré lo que... Lo que Ky-Kyle te hizo. —con un hilo de voz siendo incapaz de poder mirarlos. —quisiera disculparme de todo corazón y aunque sé que eso no arreglará nada, ofrezco mi más sincero perdón. —murmuró haciendo que el castaño relajará su semblante, pero sin quitar su mirada acusadora. —también sé que estás embarazado.

—No voy a abortar. —inmediatamente recalcó aquel castaño con un tono bastante defensivo.

—¡No, no, no!, no me refiero a eso, es tu decisión después de todo... Solo quería ofrecerles una ayuda económica en modo de disculpas. —levantó levemente la mirada encontrándose con Liane reteniendo las manos de su hijo para evitar que este se levantará a enfrentar a la gordita mujer. —¡No somos una maldita obra de caridad! —bramó el menor.

—... Sé que no están lo suficientemente estables, y la situación se les hará más difícil con el bebé recién nacido. —dijo con calma Sheila comprendiendo las emociones del chico que tan destruido estaba. —... Sólo quisiera compensarlos en este momento de adversidad brindándoles algo que los ayudará. Eso no me hará sentir mejor, ni solucionará la situación, pero al menos tómenlo como una compensación. —ella estaba realmente apenada.

—Gracias Sheila, te entiendo. —dijo Liane antes de que su hijo pudiera contestar, dejándolo bastante consternado. —lamento decirlo, pero tu hijo es un bastardo por lo que le hizo al mío; sin embargo, me parece bastante noble de tu parte el venir hasta aquí a ofrecer una disculpa como madre, así que aceptaremos tu oferta. —murmuró viéndola con compasión. —pero tenemos condiciones, cómo todo. —Eric vio a su madre aún más confundido por aquello, se estaba sintiendo traicionado. —como verás, estoy realmente incapacitada así que, la petición más rápida en estos momentos es la de cuidar de Eric, cosa que yo no puedo hacer.

—¡Claro que sí, Liane! —se apresuró a contestar con un tono servicial. Eric nunca esperó tener a esa mujer comportándose tan sumisa hacía ellos. Era algo divertido de ver. —si quieren a una nana con gusto la contrato para que cuide a Eric en su ho-

—Yo puedo cuidarme solo.

— Pero, calabacín. —Liane le había parecido buena idea si alguien lo ayudaba, haría las cosas más sencillas pero Eric sinceramente no quería aguantar a alguien ajeno a él. Las hormonas lo tenían más irritable de lo usual, o eso pensaba él. —... Solo deme el dinero necesario señora Broflovski. Yo me sé cuidar.

—De acuerdo. — Sheila se desconcertó más, sin embargo, acató la petición. — ¿No te molesta si soy yo la que te da el dinero directamente?

—Haga lo que quiera, mientras su hijo no se acerque a nosotros. —le dijo sin más, soltándose de las manos de su mamá, así levantándose para ir hasta donde estaba Sheila, la cuál de a poco le observaba su cuerpo rechoncho; realmente no se le notaba el embarazo por su peso, pero que el muchacho se acariciara la pancita con delicadeza, le daba cierta ternura. —... Tengo una pregunta.

—Dime.

—¿Cómo se enteró? —la duda se reflejó en su voz, puesto que ya había pasado un tiempo desde que no lo veía, y eso le dolía, estaba tan aterrado. —Kyle me lo dijo.

—Ya veo.

—... Eric, no permitiré que se acerque a tí, lo prometo. Solo tienes diecinueve años, tu vida no se puede arruinar así. —Sheila sé acercó un poco hacía el castaño él cuál había desviado su mirada para no enfrentar los verdes ojos de esa mujer. —Si quieres tener a ese bebé, lo harás y serás un gran papá. Tenlo por seguro, no te derrumbes por Kyle, no lo hagas.

El castaño soltó una risa amarga volviendo a mirarla. —que fácil lo dices.

—Sé que no es sencillo, pero por experiencia te lo digo. No te abandones, no te derrumbes. —la mujer pelirroja hizo una mueca de querer llorar, más sin embargo se aguantó retrocediendo. —Iré mañana a tu casa a darte algo de dinero, espero descanses. Mejórate Liane. —hizo un ademán despidiéndose con una de sus manos y saliendo sin más de aquella habitación.

Palabras: 1043.
Fecha: 15/05/2023.
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Ya vamos por el capítulo 18 y apenas estamos comenzando.

©Joinju

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