Capitulo 9.

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Caín no podía procesar el paroxismal estupor que en esos momentos estaba viviendo. No quería creer que ese hombre que estaba enfrente suyo era su padre, sonaba a ignorancia pura de la que no quería pecar, porque lo cierto era que ese pelirrojo le agradaba en demasía; pensar en el abandono que sufrió en conjunto con su papá lo jodía mucho, y aunque no tenía la pletórica verdad en sus manos, no era tan estúpido como para no conectar esos hilos que le estaba otorgando el destino. Era algo obvio lo que estaba sucediendo, también cobraba un vago sentido el porqué de esa débil conexión, sin embargo, lo único que no brindaba el sentido a su teoría era la actitud tan extraña que tenía Kyle, porque parecía que no lo conocía de nada, aunque análogamente, le demostraba cierta cercanía poniéndole un apodo aparentemente cariñoso y se le acercaba como un viejo conocido.

Tenía dos opciones a considerar; siendo que, el tipo estuviera completamente zafado o que, como todos, estaba siguiendo el mismo carril de falacias que los adultos se habían impuesto, y ciertamente, la primera no parecía algo tan creíble porque se veía bastante cuerdo por aquellos consejos, además de la mención en la cárcel que Broflovski había compartido. Si estuviera realmente loco, lo hubieran internado en un sanatorio mental o algo así; más bien, esa mención parecía ser una excusa para aparentar lo rudo que era. Estaba seguro de que, si aquello fuese verdad habría cometido un delito menor de niño riquillo, porque no tenía pinta de haber salido de la cárcel. Era bastante formal en cuanto a sus conductas y vestimenta, no aparecía un loco, así que descartó aquella condición y solo de quedó con las falacias hacía su persona.

Sinceramente no quería que le siguieran mintiendo y si él de verdad era su padre, debería tener alguna que otra respuesta, así que se quedaría como el adolescente necio que era. No por nada era hijo de Eric Cartman.

—¿Qué sucede?, te quedaste muy callado. —murmuró Kyle viendo como el muchacho se quedado atónito viendo su rostro, aunque no fuese por la misma razón que el mayor pensaba. Soltó un suspiro, alcanzó su cicatriz con la mano que tenía libre tocándola levemente, pensando que aquel jovencito también lo estaba viendo como un fenómeno, cosa que ya no le sorprendía después de tanto tiempo. Se había acostumbrado a que lo juzgarán de todas las maneras posibles. —sé que mi apariencia no es la mejor pe-

—No, no. ¡Está bien!, solo me pareció curiosa. —lo interrumpió el no tan pequeño pelirrojo viendo como Broflovski se estaba comenzando a acomplejar por aquellas palabras, la verdad no era el momento para lidiar con las inseguridades del mayor, cuando aparentemente estaba tan ignorante hacia su existencia como su hijo. Tenía que desviar su atención para no caer en sentimentalismos, así que solo para librase de la situación, decidió preguntar; —¿Cómo te hiciste eso?

—... Es una larga historia. —Kyle desvió la mirada hacia el ventanal que tenía justo a su lado.

—¡Oh vamos!, yo te conté mis problemas de adolescente, mínimo mereces que yo te escuché. —si era tan mentiroso como los demás, no debió de haber sido gran cosa, o eso creía él.

Volteo a ver a aquel joven nuevamente, considerando el que tenía que empezar a soltar aquel trauma con más madurez, si realmente quería buscar la superación de su secuestro. Habían pasado tantos años y le seguía afectando como el primer día y le mencionaron tantas veces el poder de desahogarse con contándolo con cautela; el pequeño Bubbala quizás no entienda la situación, así que era perfecto para probar aquello que le decían. —de acuerdo... Eso sucedió cuando tenía diez años.

«Estaba esperando el bus escolar, ese día estaba en la parada mucho más temprano de lo que solía con mis amigos, porque me había enfadado con ellos y ciertamente no me los quería topar, quizás hubiera sido mejor ir como de costumbre porque nunca me pude imaginar lo que pasaría después.

CICATRICES | Kyman | South park.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora