Capítulo 24.

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Caín le estaba sacando información a Kyle de una manera sublime, cosa que después de tanto rechazo y mal humor, le vino a divertir un poco.

Ese hombre podría ser muy listo y todo lo que quieras, pero, se notaba que le gustaba hablar cuando de corregir a alguien se trataba, eso lo servía a su favor puesto que seguiría soltando información como un hecatombe.

—Papá quizás se haya confundido en términos. —el joven se encogió de hombros restándole importancia a la situación, aparentando que no era esencial cuando en realidad era uno de los factores característicos de las malas acciones de Broflovski. —eso de consumir sustancias con una enfermedad mental no es muy responsable. ¿No se te hace hipócrita que me adviertas de los cigarros pero tú hacías cosas peores? —el menor levantó una ceja interrogante a lo que Kyle simplemente respondió con un suspiro resignado a ese argumento.

Kyle se dió cuenta de algo en ese momento que lo hizo extrañarse inmediatamente, el muchacho estaba desviando la conversación a un lugar que no estaba comprendiendo del todo; tomaba cada mínima palabra para hacerle una pregunta que al final tenía una respuesta tan vaga que no los llevaría a ningún lado, Caín le estaba haciendo perder el tiempo.

El menor sin duda alguna estaba tramando algo que desconocía... Algo que quizás pusiera en peligro su plan o que quizás le aportaría, pero sus preguntas aquí eran; ¿Para qué?, ¿Qué ganaría con ello?, tenía que considerar aquellas alternativas al darse cuenta del pequeño descuido que se le había escabullido. Vaya, su hijo si que inteligente para hacerle pasar aquello, pero no le duraría mucho, solo tenía que hacerle bajar la guardia para posteriormente descubrir cuál era el plan de Caín.

—... Sinceramente lo es, pero quisiera que te cuidaras. ¿Sabés?, no deberías cometer los mismos errores de tus padres cuando los tienes a ellos para enseñarte a evitarlos. —pudo presenciar como la cara del joven se contraía de inmediato en un ceño fruncido, una expresión totalmente ácida que te quemaría con solo presenciarla, y estaba quemando a Kyle de manera sorprendente. Escuchar aquella palabra aparentemente no le hizo nada de gracia a su hijo, pero ¿Por qué?

Iba a preguntarle a Caín el porque tanto rechazo a esas palabras cuando su teléfono empezó a sonar interrumpiendo inmediatamente sus acciones.

—Espérame, Bubba. —sacó su teléfono revisando de quién se trataba y contestó rápidamente al ver que era su madre. ¿Será que ya descubrió su pequeña travesura? Hubiera sido tan sublime presenciar su expresión al llegar a casa y encontrarse con el cadáver de su esposo, una completa lástima.

—¿Mamá? —sutilmente la nombro, cuando repentinamente empezaron los lloriqueos de aquella mujer, aguantó la carcajada que se le quería salir. Tenía que actuar de la mejor manera, después de todo estaba en la presencia de su hijo.

—¡¿Kyle?!, ¡¿En dónde estás?! —la voz demandante y aguda de su madre hizo que sus oídos comenzarán a pitar, pero eso no le quitó la debida diversión que sentía en lo más profundo de su ser.

—Estoy en la cafetería de los Tweek con Caín, ¿Qué pasó?, ¿Por qué lloras?

—... ¿Desde cuándo has estado con él? —mencionó con desden la mujer pelirroja, no dejando que sus sollozos la interrumpieran. Ella no lo sabía pero el simple hecho de que Kyle estuviera con Caín le resultaba peligroso. Ella definitivamente pensó en avisarle a Eric para que tuviera más cuidado con su nieto, ya que si acertaba en su juicio, Kyle ya habría empezado a cobrar víctimas en un tiempo tan corto. No quería que sucediera una tragedia. Tenía que alejarlo de Caín.

—Desde antes del mediodía, fui a buscarlo.

—... ¿Entonces, no fuiste tú? —algo cohibida mencionó aquello, no le creía pero...

—¿De qué hablas?

—Gerald finalmente murió... —Sheila inmediatamente suspiro calmándose un poco... Quizás, quizás fue culpa suya por su negligencia. —marcaron la hora de su muerte bastante después... Pensé qué...

Bajo la mirada confundida de Caín, Kyle soltó un suspiro cerrando sus ojos con un poco de decepción, mostrando pesar hacía las palabras de su madre. Parecía realmente afligido por esa llamada.

—... No fui yo. —abrió sus ojos verdes llenos de tristeza desviando su mirada hacia el ventanal. —he hecho cosas malas, pero jamás haría eso Sheila. Jamás mataría a una persona.

La seriedad en su voz hizo titubear la voz de su madre, no sabía si por miedo o porque hasta ella le estaba creyendo, pero, le serviría fuera lo que fuera.

—Lo siento... ¿Puedes venir a casa?, te necesito aquí, hijo. —¿Oh?, ese pedido de su madre era algo nuevo, pero le haría caso. No dejaría a Caín completar lo que sea que estuviera esperando de él.

—De acuerdo, estaré allá ahora mismo, acompañe¹. —se despidió colgando la llamada y guardando su teléfono.

Vió a su hijo con su rostro abatido, parando todas las dudas que le surgieron a su hijo con esa llamada, sin embargo respondió la principal que cualquiera se haría; ¿Qué pasó?

—Hijo, esto se complicó un poco. —soltó un suspiro cansado para continuar —tú abuela me acaba de informar que tu abuelo Gerald murió.  —los ojos del pelirrojo menor se abrieron de golpe ante la información que el mayor le dió. Parece que su faceta de miseria había funcionado demasiado bien. —me tengo que ir pero fue un placer hablar un poco más, quizás te vea después Bubba. —se levantó con pesar, acercando un poco al jovencito.

Tanteando un poco el terreno, levantó su mano, poniéndola encima de los rizos largos y desordenados de su hijo, que al no ver reacción simplemente lo acarició, yéndose después de culminar esa acción.

Palabras: 940.
Fecha: 14/08/2023.
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¹. Qué la vírgen te acompañe.

Bueno, la verdad no tengo una excusa 😔☝️ así q perdonen a esta autora perezosa, xfis😭

©Joinju

CICATRICES | Kyman | South park.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora