Capítulo 17.

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—Si, yo también quisiera que fuera mentira. —con desdén se expresó el mayor sin apartar de su hijo la mirada, que poco a poco se llenaba de dolor al admirar como el joven iba cayendo en picada hacia una terrible crisis. Se le notaba que no sabía que hacer o cómo reaccionar; lo único a lo que atinaba a hacer era negar aquellas palabras tan punzantes en su corazón. Él sabía que su hijo no había vivido emociones tan fuertes en su corta vida, y enterarse de aquello lo afectaría tanto... Por eso no quería hablar de aquello con él porque, quería que Caín tuviera un poco más de madurez, para así poder darle aquella noticia tan fuerte, pero, ahora la situación era otra y aunque sabia lo inteligente que era su hijo, él seguía siendo bastante joven y poco experimentado, principalmente por su culpa porque quizás lo había protegido un poco demás, puesto que solo quería darle una buena vida.

Pudo ver cómo en la cara de su hijo se apreciaban unas gruesas lágrimas recorriendo su rostro, así que se paró y se acercó junto a él otorgándole un fuerte abrazo, escondiendo el rostro del menor en su hombro; tratando de ayudarlo a afrontar esa noticia, sabía que no era fácil a pesar de todo. —lo siento, hijo. —murmuró apretando el cuerpo tembloroso del muchacho el cuál se aferraba con todas sus fuerzas a su papá con bastante miedo. No lo entendía, estaba tan confundido.

Caín simplemente podía llorar como un bebé al analizar esa desgarradora información, ¿Cómo era posible que aquello hubiera pasado?, ¿Cómo Kyle pudo hacerle eso a su papá?, ahora entendía las razones de Eric y por qué no le mencionó nada de Broflovski hasta ese momento. Estaba muy herido, se sentía bastante traicionado por su mente, por andar idealizando cosas que no eran las mejores y eso hacía que el dolor le invadiera completamente su cuerpo. Él era el producto de una violación, aunque sonase cruel, era un bastardo; estaba tan sucio, su existencia era incorrecta.

Sentía que le había arruinado la vida a su papá tan amado con tan solo existir, ¿Era su culpa acaso?, creía que no pero no paraba de pensarlo y eso lo acongojaba aún más por ser algo tan pecaminoso, por ser un error.

Quizás, si hubiera dejado la fiesta en paz, su papá Eric no tendría porque haber visto a ese hombre que lo había atormentado tan profundamente, porque él recordaba todas aquellas noches que escuchó a su papá llorando tan aterrorizado. Ya entendía porque la situación era así, que tremenda porquería era todo. Era un terco estúpido por dejarse llevar, por joder tanto y mira el resultado de toda su necedad.

—Lo sien-siento pá... No de-debí... —trató de hablar entre tantos sollozos, a lo que Eric sintió compasión por la actitud de su hijo. —está bien, no lo sabías; eso en parte es mi culpa. —Caín separó su rostro del hombro del castaño para verlo a los ojos con arrepentimiento, esos ojos verdes que solían ser tan perspicaces, estaban totalmente rotos y eso le partía aún más el corazón. No podía molestarse con él por ser tan curioso y llevarlos hasta ese punto tan amargo. —... ¡N-No!, ¡Es-Esto es mi cu-culpa! —soltó un fuerte hipido al terminar de decir aquello, estaba tan dolido. Había lastimado a su papá a pesar de que, Eric solo lo veía con compasión, era su hijo después de todo.

El mayor negó con la cabeza. —nada de esto es tu culpa, solo eres muy curioso y nada más. Siempre descubres todo pequeño detective. —rio, llevando sus manos a los regordetes cachetes de su hijo limpiando sus lágrimas de una manera bastante dulce, para que el otro se pudiera tranquilizar, cosa que no funcionó por obvias razones. —no eres un error. —le recordó viendo cómo esos ojos esmeraldas se volvían a derrumbar en puras lágrimas.

Después de aquello, Eric terminó llevando a su no tan pequeño hijo a su habitación, consolandolo por ser tan idiota que era lo que creía Caín. Eric simplemente se quedó ahí hasta que el pelirrojo se terminó quedando dormido, dejándole al lado un peluche de una rana verde. A pesar de tener dieciséis años y ser tan autosuficiente, de vez en vez solía comportándose como un niño.

Ya estaba hecho, su hijo lo sabía y se sentía tan extraño, frustrado, pero con un poco de alivió, la verdad es que, ya no tendría que mentirle a Caín con respecto a su vida, no tendría más opción.

Con un poco de pesadez se dirigió a su habitación, recordando todo aquello por lo que había pasado después de ese suceso tan desafortunado que lo hizo volverse lo que era hoy en día, con tanta fuerza en mente y amor en su corazón. Estaba tan orgulloso de su hijo, y lo amaba tanto. Amaba ser su papá y estaba agradecido de que ese adolescente fuera su hijo, porque era suyo y de nadie más. Así su origen fuera bastante doloroso, él no podría haberle hecho nada malo a su bebé.

Al llegar a su habitación, se acostó sin siquiera ir a comer un chocolate antes de dormir como siempre hacía. Ese día había sido extremadamente agotador como para poder ir a comer siquiera un dulce, estaba sintiendo tantas nauseas.  




Palabras: 891
Fecha: 15/05/2023.
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©Joinju

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