𝑼𝒏 𝑽𝒊𝒂𝒋𝒆 𝑬𝒏 𝑬𝒍 𝑻𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐✔️

Capitulo 28

2027

Ciudad:New York

Melissa☆

Cuando llegamos estaba muy agitada por tanto que había corrido, le dije a Melanie que esperamos un momento para que nuestra respiración se calme.

—Entonces...¿Quien fue el huevo?— pregunta Daniel.

—¡Llegue!— dice Félix apoyándose de sus rodillas.

—Ya vi quien es...— dice Daniel mientras intenta ver por el cerrojo de la puerta— ¿Seguras de que aún vive aquí?

—No lo sé, espero y si...— respondo dudosa.

Ya habían pasado unos minutos y todos estábamos con la respiración normal menos Félix...

—Félix ya cálmate, solo fue un poco de cardio...— dice Melanie en tono burlón.

—Jaja, pero para mi fue mucho cardio...— responde mientras intenta tranquilizar su respiración.

—¿Tocamos?— le pregunto a Melanie.

—Si...

Cuando tocamos la puerta todos estaban muy ansiosos y las manos nos temblaban, conversábamos que íbamos hacer si aparecía otra persona...¿Qué le diríamos?

Mientras hablábamos alguien abrió y se le abrieron los ojos como platos al vernos...

—¡NO PUEDE SER!— dice la mujer gritando— ¡JERRY VEN YA!

Nosotros nos quedábamos sin palabras al ver que no era nuestra madre....

—¿No son los chicos perdidos?— pregunta la mujer.

—Si, estamos buscan a...— dice Daniel pero la mujer no lo dejó terminar.

—¡No importa! Entren hay suficiente comida para todos...— dice la mujer agarrando el brazo de Daniel.

—Espere, nosotros no vinimos a comer ni al pasar el rato...— digo mientras jalo del brazo a Daniel el cual se aparta de la mujer rápido.

—¿A no?— pregunta el hombre al lado quien llevaba los platos a la mesa.

—Nop, solo vinimos a buscar a alguien que vivía antes acá...¿La conocen?— pregunto.

—Hay mi niña....¿Hablas de la señora Luna?— pregunta la mujer desconsolada.

—¡Si esa es!— dice Melanie.

—Ella se mudó del país hace un tiempo, se mudó a los Ángeles y dice que se quedará allí por un tiempo largo...ya lleva como 5 meses allá...

Melanie y yo cruzamos miradas tristes y despues me dirigí a la mujer.

—Gracias por la información, lo agradecemos mucho...

—¿Tiene su número de teléfono?— pregunta Daniel con esperanzas.

—Si, si lo tengo...— responde la mujer haciéndole una seña a su marido para que le trajera el teléfono.

—¡Genial! Pero...no tenemos teléfonos...— digo mientras bajo la cabeza.

—No importa yo les presto el mío, mientras como no tienen casa les podemos brindar una noche para que después vean en donde se quedan. Si no encuentran hogar con mucho gusto los recibiremos...— dice la mujer feliz.

—Muchas gracias...— dice Félix.

En la casa olía a pollo al horno.

Mientras todos nos sentábamos en la sala para ver una película...