Rosas, kpop y el dolor [Park Jihyo]

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Pasó mucho tiempo desde la última vez que vi lo peor que su mirada me había dado

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Pasó mucho tiempo desde la última vez que vi lo peor que su mirada me había dado.

En esta estación cruzan los conejos, antes que el tren arrase con la cruda realidad de la vida. Pasando los cometas, que guían el desperdicio de oportunidades de alguna vez para esa alma que no han visto en sus ciegas espaldas.

Pero esta vez... Recuerdo que el pasado me atormentó hasta querer verme llorar y volver a cruzar la estación donde los pequeños conejos la cruzan sin pestañear. El maldito tren aún se demora en arrasar con toda brutalidad sin que ninguna alma grite de desgracia.

Los pétalos deliciosos, son comestibles para sobrevivir bajo y en contra de los efectos de la estricta y avarienta cara de la caja fuerte, donde desea ser llenada de papeles valiosos tan pronto nuestro prototipo llegué a su rango alto para poder debutar la máxima abundancia futura que traeremos a sus pies. ¿Somos humanos o simplemente nos ven como productos calientes a punto de arder y provocar una lluvia de oro?

Esta mala revolución esta rompiendo la sincronización de los rieles que se desorientan al dar un destino confuso y agresivo sin parar, pero a pura obligación y maldad.

Oh, querida mía. Sonríe, la gente quiere ver tu dulce cara de la perfección.

Estamos pudriendo por dentro nuestro mundo bonito con dolor y sufrimiento, pero ellos desean que saquemos el monstruo que quiere consumir con mentiras a toda mirada inocente que apoyan sin saber lo que hemos sufrido.

La raíz que nos enreda esta dando de que hablar, es una línea temporal, espina que duele si la queremos arrancar porque nadie nos dijo que de nuestros sueños estarían inyectados con la mentira sobre exigida que se ha llevado a cientas de mentes con prometedores y grandes sueños por querer hacerse realidad, pero al precio injusto para el demonio incapaz de comprender y que ignora nuestras voces, pero se alimenta de lo que producimos.

Está destruyendo los sueños, el tren está devastando la estación como el mismo vacío que deja atrás lleno de incendio. La desolación que los pequeños conejos se salvan, es tan afortunada como sus fijas miradas hasta la meta radiante de su más allá.

Si siete minutos no es suficiente para vivir en el cielo, siete minutos serán suficientes para registrar, obligados, por la maldad y la condena; la hacen dulce para convencer al soñador en que su sueño aparezca de la nada para apuñalar su corazón y utilizarlo de máquina para sobrevivir a la vida bajo los efectos secundarios.

No hables de mi como si me conocieras. No soy esa persona que ves ahí, tan sonriente, tan divina.

Si las cartas se colocan ante la lupa, decenas de apariencias se revelarían a la luz del día para que todo aquel y toda aquella quisiera saber como viven con injusticia esas caras que pedían a gritos su ayuda.

¡Allá viene!

¿A dónde ir? ¿Cómo destruir el tren antes de que llegue a la siguiente estación? Es imposible destruir al indestructible, diría un digno creyente de las definiciones improbables, pero ponerlas a prueba nada se pierde, todo se intenta y se favorece. ¿Podrá arruinarse esa máquina infernal que quiere hacer trizas a la siguiente estación?

Los pequeños conejos ya se adelantaron al cruce, y desde el fondo viene el mismísimo demonio a destripar los sueños de mala gana y romper en llanto y depresión al testigo que adora con todo orgullo, saludable y fuerte a su estrella.

Estrellas que quieren que vivan por mil noches más, y al conteo total, deseen que esas estrellas vivan otras mil noches más, pero donde descansen y se relajen en paz en su privacidad, lejos de la multitud, lejos de lo habitual, de las labores que tenían presos su único sueño, su motor que hicieron enfermo, por retirarle tanta sangre de voluntad, tantos contratos en persona con el demonio imparable vestido de su costoso traje y al lado de su mánager elegante, donde una sucia maravilla no deja de cosechar papeles valiosos y presumir en sus listas de deseos los lujos, y sus padres van solos a acompañar a su precioso diamante que quieren cuidarlo sin saber por lo que están pasando.

— No debes permitir que arruinen tu momento. ¿A qué precio crees que hoy van a hacer tus metas?

Los peores consejos visten de trajes bonitos y perfectas maravillas de alto costo imperial y alto costo conquistador de corazones vivos de espíritus puros, desde una melodía de escarcha exótica con pestes cubiertas de perfumes inalcanzables y sobreprotectores a que nada malo puede tener un mal precio por una mala vista.

— Es la otra cara de la moneda. Sabes que te ven como un oro andante, mientras que tú quieres seguir cumpliendo tus sueños. Ten mucho cuidado. A lo mejor ellos saben de tus verdaderas intenciones de querer cuidar tu vida, pero ellos sólo se preocupan por tu imágen de otra manera de la que tú no piensas. ¿De en verdad crees que podrán hacer lo posible por cuidarte? ¿Lo dijeron mientras te miraban a los ojos o ese contrato...?

Los fajos están sobre la mesa, encantados como locos enamorados sin remedios, de las fuertes raíces, salen esas espinas putrefactas que ponen en éxtasis el dicho ajeno donde colocan la moneda todo quiere ser fácil y empujar a las vidas que lucharon por llegar hasta la meta de manera fiel y sin consecuencias, a estás que logran traer fácilmente el final, también son dignas imágenes que no tuvieron la culpa por estos pilares que se construyeron a costa de los arrebatos de sueños hermosos y limpios y ser sueños hermosos y cubiertos por esa carcasa de mentiras que ponen de imprudencia al más creyente.

— Son sus malas necesidades de querer dinero. Será mejor que nos perdamos con el resto, abandonamos el lugar, pero nunca nuestros sueños. ¿Vamos y comenzamos otra vez a dónde si saben como cuidarnos?

Ahora podrán sonreír sin que atrás tengan un filo punzante que atora su sinceridad con amenazas sin parar.

El tren se descarriló. Volando en miles de pedazos y salvándose a metros de libertad aquellos conejos que cruzan la vida alegremente.

"La industria del entrenamiento puede lograr todo lo posible para proteger lo más importante, pero también, lamentablemente puede ocasionar desastres con tal de salvarse ellos mismos y arruinar la vida de los jóvenes corazones que sueñan algún día cumplir sus metas."

Seuta Hamm.


>> FIN <<

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TWICE ONE SHOTS [ Vol. 1 ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora