Oh, querida mía... ¿porqué eres tan fría, pálida y hermosa como la luz de la Luna?
¿Porqué ya no siento los latidos felices de tu corazón?. ¿Qué son estas manos frías que invito a tocar mi rostro?
Dime a donde iras esta noche, porque otra vez tendré que decirte...
- Buenas noches, descansa en paz... -
¿Por cuánto tiempo se repetirá este tormento?, podré superarte... algún día.
Tú, que bailabas en tu precioso y perfecto ballet, ahora sólo veo tu sombra que revive a través de mi memoria volcandose en una depresiva ilusión. Querida mía, levántate de ese encierro entre maderas perfectas y sal conmigo a bailar aunque sea esta noche.
Pero cuando despierte, caerás como árbol vencido y en manos de la miseria.
Otra vez, te deseo buenas noches y que descanses en paz. No olvidaré la vez que habías mencionado mi nombre de aquella angelical voz tuya que hizo despertar mis sentidos más profundos.
- "Chou Tzuyu." -
Ruego a cualquier dios que me escuche, cualquier existencia divina que te cuide, amada mía.
La Luna llena llegó y quiere reclamar toda perdida de mis lamentos, desde principio a fin, no por nada para sentir felicidad a través del amor se debe sentir primero el dolor; querido escrito del desconocido/da, "Esperando Por Ti".
Esta noche mi pena se verá desconsolada porque arroje cada botella de alcohol, esta noche mi pena se verá abrazada por el viento del invierno donde mis más fríos pensamientos se invierten en el manto blanco de esta densa y triste nieve, como la peor de las magias, el clima refleja mi bienestar, mis manos congeladas reflejan la ignorancia de que algún día volveré a revivirte. Despierta si es así y reclama lo que alguna vez me hiciste sentir.
Que del viento se vaya la mala suerte que fulminó lo más preciado de este basto mundo, ¿qué encontraré luego de haberlo conseguido todo?. ¿Acaso, estaba predestinado?, si es así, ¿dónde están los indicios?. Estoy enloqueciendo de manera serena, esto es una locura que me ha dejado petrificada.
- Buenas noches, descansa en paz. Querida de pétalos de rosas, que rodeabas nuestro campo de hermosos tulipanes y rosas rojas con espinas. -
Quién tiene el poder, obtiene el sufrimiento, obtuve mi injusto merecido, esta vida no es vida por lo tétrica que conmueve y envenena mi alma, que desterrada está hace tiempo cuando fue en busca de ti, en busca de besar y tocar tu corazón, que cruda realidad, que hermosa felicidad la de los ajenos cuando yo estoy siendo apuñalada cada día, cada noche en donde más me falta.
- La tasación de mi sufrimiento será mucho más exhaustiva, si no dejo ir lo que tanto quise resistir y mantener con vida. -
La ironía de la vida, entregarle un ramo de sus rosas favoritas en una preciosa tarde de primavera, donde juntas le dábamos de comer a los pequeños patos de la laguna y, que ahora lleve rosas a su tumba, del tono rojo pasión y vida, hemos pasado al azul y negro de luto.
¿Qué tiempo más me queda donde prendido fuego estén mis pensamientos?. Si esto es el coraje en carne propia, entonces debo conseguir el valor para poder superar esta situación, no lo hay, no existe ni en ninguna parte de mi vitalidad. Esto consume mis años de vida, a donde nadie sabe ni nadie entenderá lo que mi mente dice, lo que mis ojos observan, lo que mi boca calla, lo que mis pasos tiemblan porque algún día rompa en llanto otra vez, rompa en descontrol por cada despedida que todavía no se suelta de mi vida.
- Siempre fuiste tú... -
Y siempre lo será, le digo al viento que se ocupe de alcanzar cada palabra que sale de mis entrañas, que algún día el viento regrese contigo, que tomes de mis manos y me lleves a tu más allá.
- Llévame contigo, querida. -
A planear lejos de mi ventana, sea un sueño lucido o no, será al igual que el día que nos conocimos, preciosa dama que de ojos bonitos y brillosos admiraron mi existencia, ahora sonrío desganada, pero con la mente en blanco para que algún día tu mirada me encuentre entre tus ojos negros y que pueda sentir tus huesos, porque te siento a cada momento. Cada latir es lento, como las nubes que ese día te acompañaron en tu entierro de vida.
- La noche ha caído, que las lágrimas comiencen a cubrir mis letras marchitas. -
Si regresa a mi, podré vivir lo que vive en su lejano paraíso, pondré valor a mi vida para que pueda abrazar su cuerpo de cenizas, que del putrido aroma a muerte corra por mis venas, que del destapado cofre huyan las penas y que juntas vivamos para toda la eternidad, que mi piel se marchite como una flor descuidada.
Llévame lejos, para que pueda sentir tu abrazo a dolor, tu abrazo a melancolía, tu abrazo a que no hiciste lo posible cuando lo habías dejado todo en esa noche de desesperos, en esa noche de que la vida te arrancó la mente para devastar nuestra unión, nuestro amor que se murió lentamente convirtiéndose la sangre en un camino negro y atormentado de pesadillas.
- ¿Qué es bailar sobre nuestra tumba?. ¿Insulto o ritual? -
Puedo tocar tus manos cubiertas de guantes blancos que te abrigan de la soledad bajo una inmensa oscuridad.
Puedo sentir como tus latidos resurgen de mis pensamientos, abriste los ojos tras la condena, buscándome, observándome con tu mirada nula, llevándome a pasear por los bosques de la triste realidad, que está danza que ejerces nunca terminará porque de la vida se revuelve el caos que creamos por el anhelo que sabremos que en algún tiempo todo llega a su fin.
- La música prevalece, pero la gente envejece. -
Cada historia se une para morir en paz, cada historia se alza entre las mareas del olvido para que regrese esa nostalgia que nos ha hecho reír, sonreír, amar, querer, halagar y... que hoy...
... mueres en paz.
- Buenas noches. Hasta pronto, hasta nunca. -
>> FIN <<