Capítulo 25

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[ La letra en cursiva es cuando se hacen llamadas telefónicas ]

Capítulo Veinticinco

Tenía el derecho a decir que todo lo que sentía en este momento era rencor, nada más que eso. Ese hombre había tocado a su propia hija, y lo más probable, era que no se sentía culpable.

Era un hijo de puta.

- Erin... no hagas nada. Déjalo.

- ¿Lo dices en serio? No creo que pueda quedarme de brazos cruzados. No iré a enfrentarme con el, claro que no. El me gana por dos cabezas e incluso más.

- Lo digo en serio, no hagas nada. -ella rogaba algo que sabia que no iba a poder cumplir, y eso me destrozaba. Su manera de pedirme algo que a ella le importaba era increíble. Kelsey realmente estaba preocupada por lo que él podría hacer.

- ¿Donde esta Sara?

Sus ojos se abrieron de golpe y se alejó unos centímetros.- El vino por la noche. Mi mamá no ah llegado de su empleo desde ayer, debía hacer unos trabajos de más. No sabe que el ah venido, y no la quiero preocupar.

- ¿Y aún así quieres que no haga nada? Debo decirle, Kelsey.

- Por favor... no, no le digas nada a nadie. Realmente no quiero preocuparla...

- Kelsey, el podría hacerle algo a Sara. ¿Eso no te preocupa a ti? Le podría hacer daño si es que no se aleja, ¿qué ya no recuerdas el día de Navidad? Hace cuatro años.

- Lo sé, y ella no llamo a la policía, y por eso exactamente se fue.

- ¿Y tu? ¿tu no importas? Te hizo daño, Kels.

- Se enfureció incluso más cuando supo que no era virgen. Si, es un gilipollas, un gilipollas que podría dañarnos si hacemos que lo arresten. Y por eso no quiero que nadie se entere, nadie más que tu, ¿podrías respetar mi decisión?

No emití sonido alguno. Sostuve mi mirada en sus temblorosas manos, mientras que ella se hacia valer cada vez menos. Era patético. Yo no respetaba sus decisiones. Y es que no me parecían correctas. Y a ella, bueno, no le parecían correctas las mías.

- Dejemos esto de lado, ¿vale?

Esto no estaba bien.

Ella no podía tomar este tema tan despreocupadamente.

- ¿Que paso anoche? -apoyó su barbilla en su mano y me miro con ambas cejas alzadas

- Oh, pues...

- ¿Pues...? ¿Tuvieron sexo? ¿Seré tía finalmente?

Explote en una carcajada al igual que ella. El día en que llegue a tener hijos será el día en que Kels deje de tener novios, y vamos, todos saben que ese día no llegara, nunca.

- No, no hemos tenido sexo, ni lo tendremos. Creo que me estas haciendo esta pregunta para evitar a Derek...

- ¡Por favor, no! ¡por supuesto que no!

- Habla. -negué con la cabeza, intentando hacer una sonrisa.

- Lo hicimos en su coche.

No hablé. Era gracioso ver como sus mejillas adquirían más color de lo habitual, si es que eso era posible.

- Umh... Pero luego la ah cagado todo.

Arrugué la frente y ella bufó

- Tiene novia. Me dijo que la dejaría para estar con migo, y que su noviazgo a cambiado y lo único que quiere es terminar con ella lo antes posible.

- Eso es bueno, ¿no? -ladee la cabeza. ¡Eso era realmente bueno!

- No me eh creído ninguna mierda. Creo que si es un mujeriego después de todo. No lloraré, no te preocupes.

Mi pierna derecha comenzó a vibrar a causa de mi teléfono. Lo saque de mi bolsillo y conteste. El no se cansaba de llamar

- ¿Dónde estas? ¿Te han raptado? ¿Te tengo que ir a rescatar? Olvida lo último, Thomas irá a salvarte, yo no. Oh espera, el dice que tampoco ira a salvarte. Creo que tendrás que arreglártelas por tu cuenta. Fue un gusto conocerte. ¡Allie, que buena amiga eres! Allie dice que ella ira a rescatarte.

Ella

Está

Con

Ellos.

No me pondré celosa. Ella los ah conocido antes que yo, por lo tanto, ella tiene derecho a salir con quién quiera.

- ¿Podrán ser más idiotas? Estoy junto a Kelsey. Eh quedado con ella. Y por cierto, Dean, me debes quinientos.

- ¿Tu crees que el dinero me crece de las patas? Tal vez a ti si. Pero a mi no, desgraciadamente.

Era un jodido traidor.

- ¿Donde estas? -le rogaba a Dios que siguiera en mi casa. Yo no tenía llaves para entrar.

- En... una fiesta.

¿Que?

- Una fiesta en tu casa -finalizó.

Me ahogué con el batido de Kelsey.

- ¡Me gustaría gritarte cosas en italiano pero no se cómo! -hable a un tono de voz alto, provocando que las personas del local me miraran con el ceño fruncido.

- Es fácil. -y al fin se escucho la voz de la perr... perdón, la voz de Allie.- Si quieres te enseño.

Nos quedamos en un largo silencio. Ninguna hablo. Y luego, se me ocurrió la mala idea de hacer que la llamada se cortaba.

- ¿Siguen ahí? No los escucho, creo que la llamada tiene problemas.

- No nos escuchas porque no estamos hablando. -contestó Allie.

Retuve las ganas de pegarle un puñetazo en la cara.

- Aún no los escucho.

- ¿Oyes esto?: "Thomas y yo tuvimos sexo"

Y cortó

Cortó...

La mataría, si es que tuviera la fuerza suficiente, pero no la tengo. Le diré a Kelsey que lo haga.

- Kelsey, ¿podrías hacerme un fa...?

- Mi madre tiene cáncer -me interrumpió.

Y fue cómo si todo se detuviera. El mundo, por un momento, dejo de funcionar, dejó de tener lógica.

Mi pecho se redujo, provocando que no pudiera respirar correctamente. Vi como los ojos de Kelsey se llenaron de lagrimas, y eso me estremeció aún más. Mi mano comenzó a temblar sin que me diera cuenta.

Sara tiene cáncer.

Kelsey cerró sus ojos y los abrió. Ya no tenía lagrimas.

- Me eh enterado hace dos días, en la noche. No sabes como eh intentado ser fuerte, pero no puedo Erin, no puedo. Hace una semana ah ido a hacerse unos exámenes. Cuando salió del hospital me dijo que no pasaba nada, que todo estaba bien. No le creí. Pero no le seguí insistiendo, digo, por algo no me había dicho. Hace dos días la encontré llorando, y ahí fue cuando me contó. Su enfermedad esta muy avanzada, no la pudieron diagnosticar a tiempo, no se puede hacer nada.

Esto debía de ser una pesadilla.

Entre dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora