Entre dos

Capítulo 3

Son las 5:30pm del siguiente día y déjenme decirles ¡Que nunca había sudado tanto por una simple cita!

No puedo imaginar que en un futuro logre estar con el, realmente no, no puedo. Estoy lista y con media hora de anticipación. ¿Ansiosa yo? Cómo se les ocurre.

Sonó el timbre, mierda, sonó el maldito timbre. ¿Era el? no, no puede ser el. ¡Pero si faltan aún treinta minutos para que pase por mi! Mientras me dirigía a abrir la puerta, rezaba para que no fuera Thomas, y... ¡Sorpresa!

Era el

Se sostenia en el marco de la puerta con su perfecta sonrisa y una remera que le quedaba perfecta.

- ¿Que haces tu aquí? -Fruncí el ceño, no quería que me viera con una sonrisa.

- ¿No recuerdas que tenemos una cita? -Rió y de inmediato su sonrisa desapareció-. ¿O es que perdiste la memoria? -Me sostuvo la cabeza y me abrazó-. Por favor, dime que no pasara eso de la película famosa donde la chica tiene un accidente y se le borra la memoria cada día.

- ¿Que? -Reí.

- Que linda risa. Desde que te he estado observando no has tenido ni siquiera una sola sonrisa -Acarició mi mejilla.

- ¿Desde qué me has estado observando? -Enarque una ceja, el sonrió.

- Olvídalo -Pasó su brazo por mis hombros y fuimos a su carro, a su lindo carro.

- Lindo Mustang -Dije abriendo la puerta del carro.

- ¿Que? ¿Esta belleza? me la dio mi padre -Sonrió y le dio una palmadas a su coche, estaba a segundos de subirse pero me sostuvo la mirada-. Que suerte que tienes al salir con alguien como yo -Me guiñó el ojo y subió al carro, yo lo imite.

- ¿Al salir con alguien como tu? -Solté una carcajada-, he salido con mejores

- ¿Mejores? ¿Te refieres a Ben, el niñito de nueve años? -Me miro divertido-. Te estas sonrojando

- No me estoy sonrojando...

- Si lo haces

- Ben es mejor que tu -Lo mire y el hizo una mueca

- Eso dolió -Miro al frente sonriendo y encendió el carro

- Y... ¿Cuál es tu plan para hoy? -Cuestione viendo una foto la cual encontré en la guantera, en la foto salía Thomas cuando tenía unos... nueve años, junto a un hombre que parecía tener el triple de la edad de Thomas, el hombre tenía ojos celestes y era muy parec...

- Es mi padre -Soltó Thomas interrumpiendome, mientras que observaba la foto de reojo.

- ¿Puedo preguntar donde esta? -Susurré, y me removí en el asiento.

- Murió, cuando yo tenía quince años

- Lo siento... ¿Y tu madre? -Mordí mi labio y me arrepentí al instante, no quería que me volviera a decir que ella también había muerto, o que estaba separada de ella.

- Me abandono cuando mi padre murió. Ahora está en Europa... La última vez que supe de ella se había casado de nuevo y tenía dos hijos.

- Perdón yo... no sabía -Me disculpé, escondiendo un mechón de mi cabello castaño detrás de mi oreja.

- Tranquila, tu misma lo has dicho; no sabías, no es tu culpa. Y... Respecto a donde vamos -Me miro sonriendo... ¿Qué acaso este chico nunca deja de sonreír?-, es una sorpresa

- ¿Una sorpresa? -Pregunte divertida-. Déjame adivinar... has conducido por la costa así que... ¿La playa?

- Nop... -Puso la radio y cambió de estación hasta que ac-dc llenó nuestros oidos-. Detente, que es una sorpresa y no te diré -Prendió un cigarrillo y comenzó a fumar.