Capítulo 1

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Capítulo Uno

ERIN

4:26am

- ¿M...mama? -Desperté agitada a causa de unos sonidos, y estoy segura de que no estaba delirando-¿P-apa? -...y silencio... Nuevamente me sobresalté. Se oían cosas en la primera planta, cosas no del todo bonitas. Mis manos tiritaban de miedo, y de frio- ¿Mamá? ¿Papá? -Con la poca valentía que reuní en ese momento, me levanté de mi cama y fui al cuarto de mis padres-. ¿Pa-pa?-Mis ojos se cristalizaron al ver el cuerpo de mi padre tendido en la cama con un disparo en la frente. Tome su pulso, debería de tener, pero, no es así-, por favor, despierta -lo sacudí, no obtuve respuesta. Acto seguido me dirigí hacía mi madre; una bala cubria su pecho-. Por favor, no me dejen, no me dejen sola, quédense con migo, despierten... -Cogí el celular de mi padre y llame complicadamente a emergencias.

- 911, ¿Cuál es su emergencia? -Se escucho la voz de una mujer en la otra línea.

- Mis... mis padres... Mis padres no respiran, por favor -Y ahí fue cuando no resisití más. Miles de lagrimas caian sobre mis mejillas. Los sollozos eran imposibles de aguantar y el hablar era aún más difícil-, po-por favor ve-vengan

- Quédate ahí, querida. La policía se dirige hacia donde estas -La línea cayó y se escuchó un jarro rompiéndose en la primera planta. Cogí un bate de béisbol y comencé a bajar la escalera. Finalmente en la primera planta observé a un hombre, o mejor dicho, chico, con una parte de su rostro cubierto que se escabullía por la ventana. El se volteó, su mirada estaba perdida, casi podría decir que se encontraba asustado. Luego de unos segundos se escucharon las sirenas de la policía y el saltó para salir, y corrió, alejandose cada vez más.

[ *** ]

Ya han pasado dos días desde que mis padres murieron.

Ahora me estoy vistiendo, y no tengo ganas de hacer nada, ¿Quien tiene energía después de que sus padres mueren? Pues yo no. Desde que pasó... "eso" no he comido ni dormido nada. Y ahora, ahora hay que despedirlos.

- Hija, Llegaremos tarde. Ven, vamos -Mi tía me dirigió una mirada mientras que entraba a mi habitación.

- Por favor, no me llames hija -La mire y una lágrima se resbalo. Tome mis lentes de sol y los puse sobre mis ojos, los cuales estaban inflamados y rojos a causa de las lagrimas.

- Lo siento, Erin, sólo... Apresurate -Me acaricio la espalda y me dio un beso en el cabello.

- No quiero ir -Susurré con la voz entrecortada-, no quiero ver como entierran a mis padres.

- Debemos ir. Hay que despedirlos. Por favor... hazlo por ellos.

Mi tía ganó.

Ahora nos encontramos en el funeral de mis padres, de mis mejores amigos, y todos están diciendo palabras que realmente encuentro que son falsas. Mire a un lado, y vi a un chico apartado con traje. Su mirada se cruzó con la mía. Las medidas de su cuerpo eran exactamente iguales a las del chico que mató a mis padres. Di un paso en su dirección, y en cuanto se percató que mi intención era acercarme a él, se fue.




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