Capítulo 14

284 27 10
                                        


ERIN

¿Ustedes tienen amigos hombres? Y si es que tienen, ¿ellos las comprenden? Aún no se como funciona la mente de un chico, ni me gustaría saber, son terriblemente, para mi gusto, molestos y egocéntricos, aún que las chicas son... peor. Únicamente al único chico que realmente conozco es Cárter, el cual piensa parecido a mi, ya que es Gay. Aún así, hay cosas de todos los chicos que... Simplemente, las detesto. Pero, ¿han conocido a un chico que intente arreglar los problemas por si sólo? Digo, no es que todos los hombres sean unos egocéntrico e idiotas, o egotas, una combinación de ambas palabras. Pero son todos parecidos.

Ahora, me encuentro sentada junto a Dean, en mi casa, en el sofá de la sala principal. Y el, esta tratando de que todo esto después del beso no sea incómodo. No le funciona muy bien, pero lo intenta.

- ¿En serio lo quieres? -preguntó, apoyando la cabeza en su mano.

- Si, el... me ayudó con lo de mis padres, me ayudó a dejar de pensar en ellos.

- Nuestra madre vino ayer -susurró- Pero se ah ido ese mismo día.

- ¿Y que ha pasado?

- Lo que me imaginaba, Thomas no lo tomo muy bien.

- Pero el... ¿Esta bien?

- Se podría decir que si

- ¿Se podría? -levanté una ceja, mientras me acomodaba nuevamente.

- Esta preocupado.

- ¿Y qué ah hecho su madre para que lo preocupara?

- Yo nunca dije que fuera por su madre que estuviera así.

Es por mí...

- No entiendo... como en tan poco tiempo te haz vuelto una prioridad para nosotros. -su profunda voz inundó mis oídos, haciendo que un escalofrío recorriera mi cuerpo.

- Ustedes me han cambiado la vida, Dean.

- No, no nosotros. Thomas lo ah hecho.

- Ambos -corregí mirándolo- ¿Dónde esta ahora?

- Pensé que hablaríamos sobre lo que pasó ayer, no sobre Thomas, lo único que hemos echo es hablar sobre el.

- Lo siento.

- No, no lo haces. Ya deja de mentir, dime de una vez si quieres que te deje en Paz.

- Dean...

- Sólo hazlo.

- No quiero.

- Se sincera -refregó una mano por su pelo y sacó uno de sus cigarrillos.

- Lo soy, y por favor no prendas eso.

- ¿Te importa si yo muero, Roba besos?

¿Roba besos? Pensé que lo había olvidado. Maldigo el día en que me pase de tragos

- No, sólo no me gusta como huele.

- Pero que directa

- Tu me dijiste que fuera sincera

- Vale -entrecerró los ojos y caminó hacia mí- ¿no te importaría si muero?

- Tu sabes que en realidad te da lo mismo cual sea la respuesta.

El suspiro, y sonrió de lado - Si te importaría.

- Claro que si, Idiota. Eres mi amigo.

- ¿Idiota? Linda forma de referirte a mi, Mejillitas. -su expresión neutra cambio a una divertida, ¿el enserio me había llamado así?

Entre dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora