Entre dos

Capítulo 15

- Iremos a una fiesta ¿esta bien? -sonrió Kels. Luego de hablar sobre su primo, alias; mi cuñado.

- ¿Que? ¡No! Olvídalo.

- Por favor -rogó- ¿Por mi?

- ¡Que no! -conteste, poniendo ambas manos en mi cintura.

Y si es que lo pienso... Es lo mínimo que podría hacer ¿no? Sólo para que olvide a su primo durante un tiempo.

- No seas mala -habló, haciendo puchero- Anda... Vamos...

Cada fiesta a la que voy con Kelsey sale mal, o nos embriagamos, o terminamos acostadas en la cama de algún extraño, o hombres nos raptan para vendernos.

Esta bien... tal vez la última no ha pasado, pero aún espero ese horrible día.

- Umh... ¿Sin emborracharse? -dude, y su rostro se iluminó.

- ¡Sin emborracharse! -extendió su dedo para sellar una promesa- ¡por la garrita!

Lo tendí y cruzamos ambos dedos- por la garrita...

Chilló entusiasmada- ¿cómo me visto? -me miro y sonrió- ¿tu que crees? -sacó de su armario (al menos, el tamaño de una habitación normal) un vestido morado con lentejuelas y con más brillo que el castillo de una propia barbie, y otro vestido; liso, rojo, y apretado.

¿Creían que aun que Kelsey se encontrará en una situación económica no exactamente correcta, no tendría ropa? ¡Santa madre! La ropa, es como una prioridad para ella.

- Algo que no sea de puta, por favor.

- ¡Erin! -arrugó su frente y me pego en el hombro levemente- yo creo que el rojo -entrecerró los ojos mirándome- Vale si, definitivamente el rojo. -chilló una vez más y corrió al baño para ponerse su vestido diminuto

Cuando salió del baño, ya con el vestido puesto se miro al espejo y sonrió.

- ¿Tu no te arreglarás?

- Eres tu la que quiere divertirse, no yo.

- Me haces sentir mal, Erin -hizó puchero y se acercó a mi- ¿pero sabes lo que te va a animar?

- Me sorprendería si algo me anima.

- ¡Les dije a Thomas y Dean que fueran a la fiesta!

- ¿¡Qué!?

- Eso no era lo que me esperaba -frunció el ceño y puso una mano en su cadera- pensaba que dirías "Oh, hermosa Kelsey, ¡Al fin podré estrenar mis lindas bragas!"

- No me jodas

- No te jodo

- ¡Que te odio!

- Yo se que me amas.

Mordí mi labio y busque ropa del armario- ¿no puedes tener un poco más de ropa? -esto, definitivamente parecía una tienda. Agarre un short, una polera blanca que contenía las letras "Avengers" en el centro y un abrigo militar- Esta mierda funcionara.

- Cálmate, por favor -río y tomo su estuche de maquillaje.

[ *** ]

- ¿Cómo me veo? -preguntó Kels al llegar a la fiesta, o bueno, mansión, la cual estaba repleta de adolescentes hormonales y dispuestos a cualquier cosa.

- Horrenda -vire los ojos y reí- Tu sabes que te ves perfecta.

- Quería la opinión de alguien más. -se defendió.

Tras recibir empujones, insultos, agarrones en lugares indebidos, y muchas otras cosas, llegamos a la bendita barra y nos sentamos en los taburetes.