Capítulo 4

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Al entrar a casa vi a mi tía, Madeleine, sentada en el sofá, mirándome con una ceja alzada.

- ¡Erin! -mi tía fue hacia donde estaba y me puso la cara del típico "reproche"-, ¿qué son estas horas de llegar?

- Tía... -La mire sonrojada-, perdóneme

- ¿Quien era ese chico tan guapo? -Me miro divertida y luego rió

- ¿Ha visto todo? -Le pregunte sorprendida- ¿desde qué me baje del carro? -no podía creerlo... ¡Pero que vergüenza!

- El es tierno, ¡te beso muy cerca de los labios! -Rió nerviosa y se tapó la boca

- ¡Tía! -Reí- ¿en verdad tienes treinta? Actúas como adolescente

- Lo siento -Sonrió-. Ben ha preguntado toda la tarde por ti, Erin.

- Si quiere llámeme hija -Sugerí, ella formo una gran "O" con sus labios

Tarde o temprano tendría que ir superando la muerte de mis padres... ¿no?

- ¿Es enserio? -Me abrazo, acariciando mi cabello- ese chico si que te tiene enamorada... ¿no? -Dudo un poco-, hija... -Dijo mirándome con las cejas levantadas

¿Enamorada? ¿De Thomas?

- No -Juguetee con mi pelo, al mismo tiempo que me ponía como un tomate en estación-. Iré a dormir, buenas noches.

- Buenas noches, linda.

A la mañana siguiente me levanté con una sonrisa en el rostro, me bañe, vestí, desayune, y cogí las llaves de la casa. Hoy iría a la casa de mi mejor amiga, Kelsey o como yo le digo; Kels, hace mucho que no la veía. Desde que murieron mis padres para ser exactos. Y si, para mi eso es demasiado.

Salí de mi casa, para caminar cinco minutos hasta llegar a la casa de Kels, apenas ya tocaba el timbre la puerta se abrió dejando ver a su madre, o bueno, mi "Segunda madre"

- ¡Erin! -Me abrazo Sara, la madre de Kelsey-, hace mucho que no te veía -tenía una sonrisa de oreja a oreja

- ¡Sara! -Los extremos de mis labios se curvaron, sonreí a la vez que me separaba de los cálidos brazos maternales de Sara-, la extrañe... demasiado

- Kelsey esta en su cuarto, pasa. -estoy segura de que Kels le ha dicho a Sara que no me preguntara nada sobre mis padres. Fui al cuarto de mi mejor amiga y cuando abrí la puerta la vi acostada en su cama con sus auriculares en sus orejas, en cuanto me vio salto y se trepo en mí.

- ¡Erin! -Chillo y bajó de mis brazos-, ¡como te extrañe! ¡Nunca más vuelvas a dejarme sola tanto tiempo! ¡Nunca más! -y me abrazo aún más...

- Kels -Reí por su reacción-, no me mates antes de si quiera saludarte

- ¡Pero si te tengo que matar! -Soltó un agudo chillido mientras que sacudía sus manos, para finalmente tirarse a la cama y reincorporarse de un salto-. ¡Me dejaste sola! ¡Dos semanas!

- Entiende que tenía mis problemas -Susurré formando una línea con mis labios, algunas veces Kelsey no entendía los problemas de los demás... Pero aún así la amaba.

- Lo siento -Me miro apenada-, ya todo... ¿Esta bien?

- Si... -La mire y sonreí instantáneamente- te extrañe -Me tire a la cama y solté un leve suspiro

- Oh, conozco ese suspiro, ¿es por un chico?

- Tal vez... -dude mordiéndome el labio mientras mantenía los ojos cerrados-, esta bien, si es por un chico

Entre dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora