Maybe is a dream

Capítulo 35

Abro los ojos lentamente y esos ojos esmeralda que tanto he soñado aparecen en mi campo de visión, no se cuanto tiempo ha estado mirándome, pero no me importa mucho, ya que esta un poco oscuro, su mirada perdida me hace pensar que algo va mal.

-¿Estás bien? -le digo acariciando su mejilla, él parece volver a la realidad.

-Mejor que nunca. -dice y se que dice la verdad, no solo por el mero echo de que cada vez siento que mis sentidos se agudizan más, si no por que su cara demuestra cual feliz esta.

-¿Qué hora es? -pregunto restregandome los ojos y dejandome caer de vuelta a la cama.

Mira a la pared y cierra un poco los ojos para luego mirarme y sonreír como si pasará lo mejor del mundo en su mente.

-Hora de darse una ducha... -esa chispa de ayer salta en sus ojos y poco a poco sus pupilas se van dilatando, sus ojos se tornan negros cuando baja la mirada y es entonces que me doy cuenta que no llevo nada de ropa.

Cojo las sabanas y intento tapar mi cuerpo al desnudo, pero lo unico que consigo es que Harry me las arrebate de un tirón y empiece a reír a carcajadas y es en ese momento en el que me permito observar su mandíbula bien esculpida y esos labios rojizos... esos que no puedo dejar de mirar.

Algo me golpea el brazo y de repente me doy cuenta de que no he dejado de mirarle los labios, mis mejillas empiezan a arder y me hago consciente de lo sensual que se ve Harry desde esta posición.

-Ve a ducharte tu primero, yo esperaré a que termines y elegiré mi ropa. -sonrió y me levanto de la cama, me paro en seco y me sorprende no sentirme adolorida ni con agujetas.

-Hay espacio para dos... -susurra y casi puedo ver lo excitado que esta sin mirarlo de frente.

-No quiero ser una molestia... digo como quien no quiere la cosa y sonrio al saber que no puede verme.

-¿Y esa sonrisa picara? -abro los ojos con sorpresa y miro al frente, y en ese momento mi frustración crece, tenía que haber un espejo cubriendo la pared...

-Si no te duchas tu, me acabaré duchando yo. -digo enfadada por mi pequeño fallo técnico.

-Menudo desprecio de agua... ¿no crees? -dice y noto es su tono de voz burla y seducción.

-Virgen... -bufo y cojo algo de ropa y me dirijo al baño, todo bajo la mirada del perfecto y gracioso Harry Styles.

Me meto en la ducha y me dejo llevar, me siento bien, relajada y feliz conmigo misma, nunca he estado tan bien, pero no tiene que ser bueno, hasta que la que se hace llamar mi madre biológica me deje tranquila.

Escucho unos pasos y me giro a la espera de una entrada triunfal de Harry, pero no entra, me quedo mirando a la puerta y intento escuchar que pasa al otro lado, ha encendido la tele, pero algo no me huele bien, un teléfono empieza a sonar y no tarda en ser contestado.

Agudizo el oído y escucho una voz familiar.

"-Harry, ya no contestas mis llamadas, necesito verte."

"-Si no te contesto será por algo, no me caes bien, además, tu mejor amiga es mi novia."

Mi corazón deja de latir al escuchar esas palabras de la boca de Harry.

"-Ella no se va a enterar, deja que te vea solo una vez..."

"-Adiós Allison."

Todo en mi grita de felicidad, si pensarlo un momento, salgo como puedo de la ducha y voy corriendo fuera, pero mi camino no dura mucho, un pie me falla y caigo de lleno al suelo.

La puerta no tarda en abrirse, y un Harry realmente alterado entra a la velocidad de la luz, con lo que no puedo retener una carcajada, él se queda mirándome sin entender que pasa, su ceño se frunce lentamente y lleva una de sus manos a su frente mientras intenta retener una sonrisa.

-¿Vas a ayudarme? -digo todavía riéndome por el panorama.

-¿Con las vistas que tengo desde aquí? dejame pensarlo... No. -dice y su vista me recorre de arriba a abajo.

Esto tiene que ser una broma, mi cuerpo repele la ropa cuando Harry esta cerca, pero yo recuerdo llevarla puesta antes de que harry entrara, seguro que no fue casualidad, busco la toalla con la mirada y mis ojos van a los pies de Harry, donde tiene la toalla aprisionada debajo de su pie.

-Harry... -intento sonar asustada, pero no logro mucho mi propósito.

-¿Qué pasa nena? -pregunta como quien no quiere la cosa.

-No puedo moverme, mi cuerpo no responde... -cierro los ojos para que parezca que voy a llorar pero estoy conteniendo la ganas que tengo de reir.

-¿Cómo? ¿Dónde te has dado? -su rostro se vuelve serio y se agacha a mi lado y me toma en brazos, mientras me lleva a la cama apoyo la cabeza en su pecho al descubierto, un olor a tierra húmeda y menta invade mis orificio nasales, se siente como en casa.

Poco a poco me deja en la cama, lo hace con cuidado, como si me fuera a romper en un movimiento brusco. Se queda un momento mirándome y por su mirada se que se debate por algo.

-Es raro que no te hayas curado, ¿Dónde te duele? -esta preocupado y me siento mal por ello, la broma a llegado a mucho.

-Por esta zona de aquí. -me levanto y señalo una parte de mi espalda, de repente su cara se alivia, pero esta enfadado y eso no me gusta.

El silencio reina y no se como decirle que era una broma, no se como se me ha ocurrido hacer algo así, él se gira y se mete en el baño, sin decir ni una palabra, espero ahi, sentada, sin saber que hacer, me siento mal por eso y quiero hacer algo por él, asi que me levanto recojo todas mis cosas y las meto en la maleta, elijo la ropa que ponerme y me encaminó a la máquina de cafés. Pongo una cápsula de cafe y un vaso, cuando termina lo dejo a un lado, hago lo mismo pero con un nesquik.

La puerta del baño se abre y Harry sale con solo una toalla liada a la cadera, me mira y sonríe, me quedo ahí viendo su gran cambio de humor y como camina hacia a mi lentamente.

-¿Te encuentras mejor? -dice y ahueca mis mejillas en sus manos grandes.

-Si. -quiero pedirle perdón, que no quería hacer que se sintiera asín, pero no me sale- te he echo un café. -sigo para cambiar de tema.

Una sonrisa de abre paso en sus labios y esos hoyuelos que dan la vida aparecen a cada lado de su gloriosa sonrisa. Se acerca a mis labios y deposita su vista en la maquina.

-No, eso es mio, es un nesquik, tu café esta ahí. -salto y le señalo donde se encuentra.

-¿No te gusta el cafe? -pregunta como si fuera la cosa más graciosa.

-No. -digo y voy dándole sorbos al vaso.

Terminasu café y se dirige al baño, yo me quedo esperando a ver si sale, necesitoentrar, pero no me atrevo, a pesar de todo, sigue siendo el ser más imponenteque he visto en la vida.