Todo buen día se empieza con una buena pesadilla y una gran reflexión antes de que salga el sol, lo demás es lo típico antes de ir al instituto a dejarse la piel, especialmente hoy, me he despertado con más sueño que nunca. Esto no es normal en mí... tonterías, si lo es, pero especialmente hoy me siento con más decadencia. Suelo sentirme así a menudo, según he leído es probable que tenga anemia, pero los médicos dicen que me encuentro perfectamente. Supongo que ellos son los expertos, no tengo el derecho a reclamar.
En clase suelo estar atenta. Muchas veces suelo mirar por la ventana y también disimulo un poco mirando a la pizarra fingiendo interés mientras la profesora da clase, nunca soy descubierta hasta...
-SEÑORITA PRAY, ¿Se está durmiendo en clase? -grita la profesora de biología enfadada.
-No, claro que no... -le contesto con un hilo de voz y percatándome de que tenia razón.
El timbre suena antes de que me caiga la del sitio, la profesora que venía hacia mí se gira y da por finalizada la clase recogiendo todas las cosas de su mesa, al igual que todos los del aula. Salgo al pasillo como si estuviera saliendo fuego de ella y voy directa al despacho, al dar dos toques con mi puño, se escucha al director Matías informándome que pase.
-Buenos días, venia por lo del concurso de matemáticas. -digo mientras me siento en una silla en frente de su escritorio.
-Oh menos mal que te has acordado señorita Pray, y antes de que se me olvide decírtelo, recuerde pasar por secretaría antes de irte a casa, para recoger los papeles que te tienes que estudiar.
-Lo que yo quería decir es que no creo que pueda formar parte del grupo de matemáticas, no es que sea la más indicada, además de que no soy tan buena en matemáticas. -intento hablar firme y segura pero la voz me falla.
-Sí que lo eres... no es que tengas las mejores calificaciones pero saliste en el sorteo y tienes que apechugar con ello, cueste lo que cueste. Tengo fe en ti y el que podrás con esto. - esta claro que no tiene fe en mi pero cancelarme a mi supondría buscar otra persona en el sorteo.
Parece que no va a aceptar un no por respuesta, tendré que hacer el pariré hasta que llegue el día del concurso, diré que estoy enferma y que no puedo asistir. No es que me vayan a echar de menos, son seis personas muy inteligentes, la verdad es que no tengo ni la menor idea de que hago yo ahí.
Vuelvo a retomar las clases, rezando para que mis ojos no se cierren. Por suerte puedo dejarme caer a última hora en tutoría, mientras el profesor da una charla de las normas y las reglas del instituto que hay que seguir para no ser expulsados. La verdad es que no he descansado mucho, pero algo es algo, al menos me permitirá tener los ojos abiertos un par de horas más.
Al terminar la clase me voy a mi taquilla a meter los libros, he quedado con Allison para que la lleve a casa en coche, ya que el suyo está averiado y su familia no puede pasar a por ella por trabajo. Su casa está más lejos que la mía, por lo que tengo que dar más vueltas. Saco mi móvil y miro a ver si tengo algún mensaje o algo, nada, tampoco me sorprende, la única que me puede mandar mensajes estará en clase recogiendo sus cosas. Saco el bolso y ya estoy lista para irme, no sin antes encontrar a Allison, de la cual al girarme, me choco con ella de frente.
-A ti te buscaba yo, tenemos que pasar por secretaria antes de irnos...
-Puedes irte tu sola, me he gobernado un chofer muy agradable que vive cerca de donde vivo yo, eso no quita que esta tarde voy a ir a tu casa a hacer la tarea de matemáticas contigo y después... ¡NOS IREMOS DE FIESTA! -su emoción no contagia a la mía, la sola idea de ir a una fiesta no es que me desagrade, pero tampoco me hace mucha ilusión que digamos, prefiero quedarme en casa, más ahora que se acerca el verano.
-Ya sabes lo que pienso de las fiestas... -le digo rápidamente para poder seguir mi camino e ir a secretaria.
-¡ALEXIS LEE PRAY VAS A VENIR CONMIGO A LA FIESTA AUNQUE SEA LO ÚLTIMO QUE HAGA! -grita mi amiga tan fuerte que todo el mundo se queda mirando, noto mi cara arder bajo las miradas de todo el pasillo, salgo escopetea hacia la planta baja.
A lo lejos puedo escuchar como mi amiga me grita cosas, pero yo no le hago caso y voy directa a secretaría, al entrar veo que Lisa la secretaria no está, así que toco el timbre que hay encima del mostrador, a los minutos aparece arreglada con una falda de tubo, una camisa casi transparente (demasiado sexy para venir a trabajar), una coleta alta recogiendo a la perfección cada pelo de su cabeza y unos tacones dignos de llevar, yo con eso no dudaría mucho, seria caso perdido bajando unas escaleras con ellos puestos. Debería estar trabajando en una agencia de modelos y no preparando unos papeles para que una estudiante vaya a fracasar a un concurso de matemáticas y dejar a todo el instituto en vergüenza.
-¡DIOS SANTO! Lisa estás preciosa. -digo totalmente alucinada por su vestimenta, normalmente suele llevar unos vaqueros con una camiseta y unas deportivas y no la suelo ver así.
-Gracias cariño, vienes a por los papeles ¿verdad? -me dice mientras se dirige a coger los papeles que están encima del escritorio.
-Sí, ¿y me vas a decir quién es el afortunado que cenará contigo hoy? -le digo mirándola para que me dé una respuesta, pero no recibo nada de su parte solo los papeles. -está claro que estas enamorada. -digo para ver si reacciona.
-La verdad es que si, algún día de estos te lo presentare, es muy especial. -habla de él y se le nota ese brillo en los ojos de cuando estas enamorada.
-Me encantará conocerlo, es muy afortunado de tenert... -no me dio tiempo a terminar la frase cuando me dio un abrazo.
-No sé lo que haré yo sin ti cuando te vayas a la universidad... te echare mucho de menos. -con solo decir la últimas palabras se le cae una lagrima y yo la abrazo más fuerte.
Desde el momento que pise el centro, ella fue como una amiga para mí en los recreos me hacía compañía mientras me tomaba el almuerzo, los demás niños no eran muy amables conmigo y ella cambio eso, ahora paso desapercibida. No soy de llamar la atención, ni tampoco lo pretendo. Hasta que conocí a Allison, ella quería que fuera con todas las demás a comer y dejara sola a Lisa, cosa que nunca hice, ella acabo aceptando que no quería comer con las personas que me hacían bullying y todo siguió su curso.
Me despido y me voy a la salida para coger mi coche, busco mis llaves en la mochila hasta que me acuerdo que las llevaba en el bolsillo, las agarro torpemente y se me caen al suelo, a veces creo tener garfios en vez de manos, cuando voy a recogerlas, una mano aparece de la nada y las coge. Mi frustración aumenta, levanto la vista poco a poco, recorriendo el cuerpo de pies a cabeza... hay que admitir que es bastante atractivo, pero es de esos chicos que tienen "Peligro" escrito en su frente.

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Maybe is a dream
Hombres LoboEl no volvió a aparecer, pero parece que no se ha ido, siento su presencia en cada lugar al que voy, siento su tacto cuando voy a dormir y veo sus ojos en la oscuridad de la noche. *** Tiene mas demonios que el maldito infierno... Pero sonríe como u...