Capítulo 23 - Mi errónea solución

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🚫‼️Contenido delicado‼️🚫

El aire golpea mi rostro sin temor y me imagino como sería caer.

¿Será cierto que podemos ver nuestra vida pasar ante nuestros ojos?.

¿Será cierto que luego no sentimos nada durante toda la eternidad o simplemente nos quedamos junto a nuestros seres queridos?

¿Será cierto que nos quedamos a vivir en el último lugar que pensamos o donde fuimos más felices?.

O simplemente es el final de todo y nos cubre un velo de infinita oscuridad.

No lo sé pero tampoco me importa.

Solo quiero dejar de pensar.

Yo solo anhelo dejar de sentir este dolor que me quema....

En el borde de este puente intento acabar con todo, el único golpe que sentiré será el del agua y me dejaré ir sin intentar hacer nada.

Yo y este bebé estaremos mejor lejos de todo esta mierda.

Solo necesito soltarme y dejar que la muerte tome cartas en el asunto....

—¿Quieres morir?—una voz habla a mi espalda.

—Más que nada en este mundo—respondo yo sin mirar atrás.

—Incluso estando embarazada, ¿quieres impedirle vivir?.

—Nunca debió existir, solo le evito el sufrimiento de la vida que le espera, déjame morir en paz.

—Entonces no te importa nada y quieres terminar con todo. Eres una cobarde—el olor a cigarro llega a mis fosas nasales mezclándose con el aire.

Cierro los ojos con fuerza y al abrirlos miro hacia abajo dispuesta a ignorar la voz masculina que habla detrás de mí.

—¿Por qué no lo haces?. Tranquila que ya lo respondo yo por tí, en el fondo sabes que esto no es lo correcto y que no tienes el valor suficiente.

—¡Cállate joder!. ¡Eres como una puta voz en mi cabeza!—grito entre llantos— Yo no quiero más esta vida de mierda, quiero paz—susurro esta última frase.

—Baja de ahí y enfrenta la vida, sé que encontrarás la paz. Siempre supe que el suicidio era solo para los cobardes y tú no tienes cara de cobarde, aunque aún no he visto tu cara lo sé. Dame tú mano.

Extiendo la mano por instinto pero resbalo y él aguanta mi mano.

Lo observo a sus ojos verdes, su piel es mulata y sus labios están fruncidos por la fuerza que está haciendo al soportar mi cuerpo con una mano.

—Déjame caer—le pido.

—No—se limita a responder—No te conozco pero me niego a pensar que todo esté acabado para ti y que seas tan cobarde.

—No soy cobarde.

—Demuéstralo.

En ese momento me doy cuenta en lo que el amor de Jax me ha convertido, nunca he sido una cobarde, el miedo no era parte de mí y si lo era estaba escondido en los más hondo, no quiero ser esta, no quiero....quiero ser yo.

Extiendo mi mano y este misterioso salvador la toma ayudándome a subir, cuando estoy con los pies en el puente siento que todo tiembla y en realidad nada lo hace sino yo.

Lo observo directamente a los ojos y en ellos no hay nada que me recuerde a Jax.

Ni siquiera son del mismo color.

Jax los tiene negros.

Ni siquiera su piel es igual.

Jax era más claro.

Lo prohibido detrás de tus besosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora