Capitulo 21 - Irse lejos

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—¿Cómo te sientes?—pregunta mi abuela.

—Tratando de sobrevivir—le digo a Lucy.

—No puedo creer que esto esté pasando.

—Ni yo—limpio una lágrima de mi mejilla.

—Verte así tan vulnerable me pone tan depre, siempre has sido la más fuerte de las tres. Mira sé que no quieres llamar a Vicki porque está embarazada y se separó de David pero lo tuyo es más fuerte y sé que ella te apoyará...

—No, te lo confíe a tí porque tienes una vida un poco más tranquila pero no es momento de decírselo a ella.

—Está bien, lo que yo necesito saber—toma mi mano—es que vas a hacer con todo esto.

—Buscar a ese hombre que tal vez sea mi padre.

—¿Y sino lo es?.

—Creo que para ese momento ya no estaré aquí, no podría soportar haberme enamorado, acostado y tener un hijo con mi medio hermano.

—No digas eso por dios.

—Es la verdad, imagínate que el amor de tu vida que es Lucas sea tu medio hermano de un día para otro y estés embarazada de él.

—No podría siquiera imaginarlo.

—Yo lo que aún no puedo asimilar es que dentro de mí este creciendo un pequeño que es hijo de Jax. Nunca pensé que yo tendría hijos, no era algo que estuviera en mis planes aún, tal vez a largo plazo.

—Lo sé, sin embargo si está en los míos, pero hasta que no mejore en mi carrera como modelo no pienso tenerlos, ustedes han quedado embarazada muy jóvenes.

—Vicki quería estudiar, no quería esto y yo pues ya sabes menos que ustedes y ahora esto es un horror.

—Siempre pensé que yo sería la primera.

—Hasta yo, pero esto no es algo de lo que me sienta orgullosa.

—Lo sé tranquila.

Estuvimos un rato conversando hasta que Lucía tuvo que irse y ya es el momento de volver a casa.

No quiero vivir más ahí, quiero irme de esa casa, Jax aún no sabe nada del embarazo y tampoco sé cómo va a tomarlo.

Este bebé que llevo dentro puede tener enfermedades genéticas por la consanguinidad entre ambos hermanos.

—Tranquila hija, todo va a estar bien.

—Nada estará bien.

Al abrir la puerta choco con Jax en la entrada.

—¿Cómo estás?—me alejo de él.

—Bien—respondo.

—Nada está bien, Jax entra que tenemos que hablar contigo.

—Mamá...—la observo suplicante.

—Nada, entra Jax por favor.

—De acuerdo.

—¿Hijo por qué regresaste?.

—Porque tienen algo que hablar conmigo.

—Yo...—intento hablar a pesar de que el nudo en mi garganta es horrible—Estoy embarazada de tí.

Sus ojos se abren de par en par, no puede evitar mirarme de arriba a abajo sin creerlo.

—No puede ser...

—Lo es, desgraciadamente.

—¡Válgame Dios!. Tienes que abortar.

—Lo siento Teresa pero eso no puede ser.

Lo prohibido detrás de tus besosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora