Capítulo 7 - Somos prohibidos el uno para el otro

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Al bajar las escaleras me espera un Gustavo reluciente como siempre y su hermana Linda, como su nombre indica, muy perfectamente vestida y maquillada, nunca me ha caído especialmente bien a pesar de que fue mi cuñada, cree ser la reina del mundo.

—¿Qué hacen por acá?—pregunto al llegar a ellos.

—Mi querido hermano quería venir a visitarte y yo decidí acompañarlo.

Jax baja las escaleras y se sienta en el asiento continuo al mío.

—Hola—saluda simplemente.

—Hola, ¿eres algún invitado?—pregunta Linda—Nunca te había visto.

—Soy el hijo de la hija adoptiva de María, es mí abuela y ahora estoy viviendo aquí.

—Osea que tú eres parte de la famosa herencia.

—Supongo—se encoge de hombros.

Odio su tonito.

—¿Ambar podemos conversar en tú jardín, como antes?

—Así que conversaban en el jardín, supongo que lo hacían en el sofá—ironiza Jax y yo lo miro enojada por esa indirecta.

—Sí, algunas veces. ¿Vamos?.

—Vamos.

Nos sentamos en el dichoso sofá.

—Sé que me dijiste que nos veíamos el día del evento, falta solamente una semana pero necesitamos hablar.

—Gustavo, no me gustan las persecuciones...

Miro detrás de su hombro a la puerta entreabierta, quisiera poder ver qué hacen esos dos pero mi visión desde aquí no es muy buena.

—Ambar, intentemoslo.

—-Gustavo, vamos a ver que pasa en el futuro.

—Te conozco, eso significa una oportunidad.

—Eso significa, perdonar.

Se acerca para intentar besarme pero me niego.

—Las cosas rápidas conmigo no van.

—Te conozco.

Regresamos a la sala para encontrar a Jax y a Linda riendo muy animadamente.

—Que oportunos—dice ella con una sonrisa fingida.

—¿Ya se conocieron?—pregunta Gustavo sentándose a mí lado.

—Sí, Jax es muy divertido. ¿Y a tí hermanito cómo te fue?

—Esta hermosa chica decidió ver qué pasa en el futuro.

—¿Eso quiere decir que están juntos?

—Eso quiere decir que lo intentaremos—esta vez soy yo quien habla.

—Tal vez hagamos una cita doble. Ustedes dos, Jax y yo.

—Tal vez—intervengo yo.

—Tal vez—dice Jax quien había permanecido en silencio.

—¿Qué les parece esta misma noche?

Linda, no eres casi oportuna....

—Por mí perfecto.

—¿Ah sí Jax?.

—Claro, todos juntos podemos salir ya que ustedes volvieron, pues con más razón necesitan tiempo a solas.

Su voz suena totalmente seria pero decidida.

—¡Qué gran idea!. Así nos conocemos nosotros también.

Lo prohibido detrás de tus besosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora