Dulce Destino - FreenBecky adaptación

Capitulo 20 -

“¿Deseaba verme, Srta. Sarocha?” preguntó Yha con vacilación, de pie desmañadamente a la puerta del remolque.

Freen le sonrió a su ayudante. Nunca antes se le ocurrió mirarla, pero decidió que probablemente era hora de empezar a notar a la gente. Yha tendría alrededor de diecinueve o veinte años. ¿Qué infiernos estaba haciendo aquí? “Entra,” le dijo, en un tono que no podía recordar haber usando antes con nadie que no fuera Tee.

La sorpresa en la cara de Yha era obvia. “Uh, okey” Entró y cuidadosamente cerró la puerta detrás de ella.

Freen estaba segura que Yha estaba nerviosa por esto. ¿Soy realmente tan intimidante? “¿Cuánto llevas trabajando para mí, Yha?"preguntó.

La chica se enderezó las gafas y pensó. Nerviosamente se puso su pelo castaño claro detrás de las orejas. "Casi dos años, Srta.”

“Llámame Freen.” Le ofreció una silla a Yha, notando que el nerviosismo de la chica parecía escalar. “No voy a hacerte daño,” bromeó.

Yha se sentó, un poco vacilantemente, aunque se permitió una sonrisita. “¿Algo está mal, Srta.... Freen?”

Freen sonrió. “En realidad, todo está más que bien,” le aseguró

a su joven ayudante. “¿Por qué estás trabajando para mí?”

La mandíbula de Yha se desplomó. Tartamudeó, momentáneamente cogida fuera de guardia. “Bueno, me contrataste. Y he conseguido aprender mucho estando aquí en el set. Más de lo que habría aprendido en la facultad.”

Interesante. “¿Así que eres actriz?”

Yha se rió ligeramente. “Oh, no,” dijo, agitando la mano como si la sugerencia fuera ridícula.

“Soy guionista.”

Hmm... “¿Has completado algún guión?”

Yha se quedó mirando a Freen vacilantemente. “Tengo algunos,” contestó.

“¿Se los has mostrado alguna vez a Tee?” preguntó Freen.

Los ojos de Yha se abrieron mucho y pareció un poco asustada. “¡Por supuesto que no! ¡Jamás sobrepasaría así la línea!” Empezó a balbucear y Freen tuvo que esforzarse para mantenerse al ritmo del vocerío de la chica.

“¡Yha, tranquilízate! No estaba acusándote de nada,” dijo Freen. “Meramente te lo preguntaba porque ella siempre está buscando buenos guiones para dirigir y, si le mostraras tu trabajo, quizás las dos podrían sacar algo.”

Su ayudante frunció el ceño levemente. “¿Por qué estás haciendo esto?” preguntó suavemente.

Freen suspiró. “Porque creo que he sido una idiota durante tiempo suficiente,” contestó. “Y es hora que hiciera algo al respecto.”

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“Pareces terriblemente risueña esta mañana,” comentó Yuki, mirando como su compañera de piso entraba en la cocina llevando una extraña y rara sonrisa en la cara. “¿El chat con tu padre fue bien?”

Becky hizo una pausa, entonces sonrió. “Oh, sí. Mi chat con papá fue magníficamente.” Se inclinó para besar la mejilla de Yuki. “¿Me dejaste café?”

Pálidas cejas se alzaron. “Bueno, sí,” contestó, “pero no creo que la cafeína sea realmente lo adecuado para ti esta mañana.”

Becky se rió y sirvió una taza. “Bueno, hoy estoy de buen humor.”

“Claramente,” concordó Yuki, medio girada en su silla. “¿Alguna razón en particular?”

Becky consideró la pregunta mientras pulsaba números en el microondas. “En realidad, no estoy segura,” contestó. “Supongo que me gusta estar soltera.”

“Brindaré por eso.” Yuki alzó su propia taza de café antes de tomar un sorbo. “Bueno, ¿que haces hoy?”

Becky bostezó antes de contestar. “Estudiar,” explicó sentidamente. Pero sonrió al instante cuando la campanilla del microondas anunció que su chute de cafeína estaba listo. “Ah, divino.” Sacó una silla y se sentó, sintiéndose refrescada y feliz.

“Bueno, ¿que tenía que decir tu querido papá?” preguntó Yuki, estudiando intensamente a su compañera de piso. Mantuvo su mirada fija en Becky, aunque su vista fue eclipsada momentáneamente por la taza en sus labios.

Becky se encogió de hombros. “Me dijo que de verdad me extrañaba. Y que espera que pueda ir a verlo antes que acabe el verano. Y que tiene a alguien que quiere que conozca. Una nueva amiga, asumiría.” Hizo una pausa para beber su café. “Eso es todo.”

“Pero estuviste online toda la noche. Podía oírte teclear.”

Becky obviamente no esperaba ese comentario porque se paralizó momentáneamente, la taza de café a medio camino de sus labios. Entonces se relajó y se sentó atrás. “Estuve chateando con Frei,” admitió.

Le era obvio a Yuki que Becky no era consciente de la ridícula sonrisa en su cara. “Frei,” repitió. “¿La ciber lesbiana?”

“La única y verdadera,” Becky confirmó.

“Y dime, ¿qué tenía que decir la ciber lesbiana Frei?” Yuki inquirió curiosamente, inclinándose adelante con sus codos sobre la mesa.

Becky se encogió de hombros. “Sólo hablamos de cosas sueltas,” contestó casualmente. “Y deja de llamarla así.” Sus cejas oscuras se estrecharon ligeramente. “¿Qué? ¿Qué es esa mirada que estás dándome?”

Yuki se echó atrás en su silla y negó con la cabeza. “Sé lo que es esto,” explicó. “Di psicología en el instituto.”

Fue el turno de Becky de parecer interesada. “¿No compartirá, por favor, su análisis conmigo, Dr. Radlin?”

“Estás haciendo esa cosa,” dijo Yuki, apuntando un acusador dedo a Becky. “Ya sabes, donde como... decides cambiar de equipo durante un tiempo.”

Becky miró al cielo y se puso de pie, llevando su taza de café con ella. “Cuan perceptiva,” contestó con fingida sorpresa. “¡Y elocuente!”

Yuki también estaba de pie, no realmente preparada para abandonar el tema. “¡Nop te hirió así que estás renunciando a los hombres! Eso es lo que estás haciendo. ¡Vas a romperle el corazón a esa pobre lesbiana!”

“Sobreactuando de nuevo,” canturreó Becky de camino a su cuarto. Hizo una pausa y se volvió. “Oh, ¿mencioné que es actriz? Igual que tú.”

Sonrió y entró en su dormitorio, cerrando la puerta.

“¡Voy a decirle a tu madre que plantaste a Nop por una ciber lesbiana!” amenazó Yuki en broma desde el otro lado de la puerta.

Becky se rió disimuladamente:. ¿No sería bárbaro? Agitando la cabeza y aún de estupendo humor, se puso a estudiar para su último examen del semestre.