Capitulo 86

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Becky jamás había visto tan de cerca una casa tan hermosa. Había estado observándola atentamente desde su asiento en la limusina de Freen. Cuanto más se acercaban, más impresionante se volvía. Becky sintió un nudo en la garganta al darse cuenta de que éste era su destino. Parecía demasiado hermoso para ser real.

Se volvió para mirar a Freen, a compartir sus pensamientos, pero la actriz estaba en mitad de lo que parecía una importante conversación. No deseando entrometerse, Becky apoyó la cabeza contra la ventanilla y se perdió en las imágenes que pasaban volando. Casi era como un cuento de hadas al estar en el mundo de Freen. Los Angeles esta tan lejos en ese momento. Era como si hubiera entrado en una realidad alternativa y ahora fuera ésta su vida. Alzó la cabeza, mirando a Freen un momento antes de volver su mirada al mundo exterior.

Excepto que no era su vida. Era plenamente consciente de ello. Esto era sólo un retazo, un atisbo de algo fuera de su esfera de existencia. Meramente estaba consiguiendo una degustación gratis del éxito.

"Hemos llegado al castillo de la bruja malvada" Se rió Freen apoyándose contra Becky para mirar por la ventanilla.

Becky adoraba el calor del cuerpo de Freen. Deseaba apoyarse en él, sentir más. ¿Por qué el simple contacto era tan complicado? "Es hermoso," dijo Becky intentando concentrarse en el paisaje.

"Es pomposo y pretencioso," dijo Freen. "Tienen siempre encendidas las luces en todas las ventanas para que parezca más majestuoso. Idea de mi madre."

"Suena a enorme factura de electricidad," dijo Becky ni siquiera podía imaginar cuan enorme.

Freen se sentó atrás, reclamando su previo asiento cerca de la ventanilla opuesta. "No creo que mi madre haya jamás visto una factura."

Becky notó que el tono de Freen era más de facto que crítico. Se preguntó si ella misma había visto una factura alguna vez. No parecía probable dada la suave transición de niña rica y mimada a súper estrella. La suerte parecía irregularmente distribuida entre las masas.

La limusina llegó a pararse y el chofer salió para abrirles la puerta. Una vez fuera, Becky se quedó mirando la mansión con una sensación incómoda. No tenía idea de qué esperar. Pero deseaba conocer a la familia de Freen; deseaba ver, de primera mano, con qué creció Freen.

"¿Lista?" preguntó Freen.

Becky la miró y ofreció una breve sonrisa. "No lo sé. ¿Y tú?"

"Jamás," contestó Freen. Miró a la casa y suspiró. "Acabemos con esto. Pase lo que pase, no mires directamente a los ojos de mi madre."

Becky sonrió, relajándose levemente, y siguió a Freen hacia la puerta delantera. Antes de tener oportunidad de llamar, una mujer que parecía una réplica exacta de Freen, si bien un poco mayor, abrió la puerta.

"¿Abriendo ahora las puertas, madre?" comentó Freen. "Que novedad. No sabía que supieras cómo."

La madre de Freen no contestó, su mirada fija en Becky.

Becky se rebulló incómoda bajo la intensa mirada de la mujer, pero no desvió la mirada. No deseaba parecer intimidada.
Tras unos segundos, los ojos se fueron a los de Freen. "¿Vas a presentarme a tu invitada, Freen? ¿Dónde están tus modales?"

"Madre, ésta es Rebecca. Becky, ésta es mi madre."

"Puedes llamarme Nun" dijo su madre dándoles la espalda y metiéndose en la casa. "Tu tía Suchada salió de la ciudad, pero nos acompañará tu prima Som."

Becky miró a Freen con una ceja levantada.

"Después de ti," Freen indicó con un ademán de su brazo. "No digas que no te advertí."

Dulce Destino - FreenBecky adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora