Dulce Destino - FreenBecky adaptación

Capitulo 48

Maratón 3/5

"Freen,” dijo Tee, agitando el tenedor en el aire delante de la cara de su mejor amiga.

“¡SAROCHA!” la llamó más ruidosamente.

Los ojos de Freen se enfocaron de repente en Tee. “¿Qué?” restalló.

“Mira, comprendo que no soy un completo experto en problemas femeninos,” empezó, “pero estoy bastante seguro que una mujer no tiene sindrome pre mestrual durante dos semanas.”

“¿De qué estás hablando?”

Tee soltó su tenedor y contempló a Freen con una mirada impaciente. “Has sido un absoluto dolor en el trasero las últimas dos semanas,” declaró. “Has estado irritable, temperamental y sido una completa bruja. Sé que te vas para Los Angeles en una semana, pero ésa no es razón para ser tan insufrible.”

Freen no se inmutó. “Sólo tengo muchas cosas en mente,” contestó.

Tee recuperó su tenedor y agitó la cabeza mientras intentaba envolver su pasta. “No,” dijo. “No me lo trago. Siempre tienes muchas cosas en mente. Es mucho más serio que eso.”

Freen miró al cielo y continuó empujando la comida por su plato. No tenía mucho apetito. No tenía mucho de nada últimamente.

“¿Tiene algo que ver con Rebecca?” se aventuró Tee a preguntar. La mirada en la cara de Freen le respondió la pregunta.

Freen dejó caer su utensilio y se sentó atrás con un suspiro. “No quiero hablar de eso.”

“No la has mencionado en dos semanas” señaló Teen. “Te pasaste los dos últimos meses no hablando de otra cosa.” Su voz se suavizó. “¿Qué pasó?”

Los labios de Freen se apretaron en una línea. Desde que Ken había aparecido en escena... Becky no había sido la misma.

Pasaba días sin responder a los correos. Y cuando respondía, todo de lo que hablaba era Ken. Ken es tan dulce. Ken es tan maravilloso. Miró al cielo ante el pensamiento. “Nada pasó,” contestó finalmente.

“Es verdaderamente asombroso lo gran actriz que eres, considerando el hecho que no sabes mentir una mierda,” respondió Tee.

Freen se esforzó en mantener una calma compostura. “Te dije que nada pasó. Así que acaba tu comida y déjalo.”

“No puedo dejarlo” respondió Tee, pareciendo enfadado, pero no tan enfadado como se sentía. “Detesto que me dejes fuera siempre que algo va mal. ¡Es frustrante!”

Freen se negó a encontrar su mirada. Se concentró en el dibujo del mantel, intentando decidir si levantarse e irse o permanecer sentada. Al final, se quedó donde estaba.

Tee en cambio se puso de pie. “Volveré andando,” la informó, dejando caer su servilleta en la mesa. “Gracias por el almuerzo.” Agitó la cabeza y se alejó.

Freen se quedó mirando la espalda que se alejaba y metió la mano en su bolsillo por su billetera. La vida no podía volverse más asquerosa que esto.

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“¿Qué haces?” inquirió Yuki, dejándose caer en el sofá al lado de su mejor amiga.

Becky alejó la vista del monitor del ordenador un momento. “Revisando el correo,” contestó.

“¿Tuviste ya noticias de Frei?” preguntó Yuki.

Becky agitó la cabeza tristemente. “No,” contestó. “Han sido casi dos semanas. Estoy preocupada.”