Dulce Destino - FreenBecky adaptación

Capitulo 51

Freen bebió a sorbos del Boba Tea que tenía en su mano. No hacía nada por su agotamiento, pero sabía bien no obstante. Dado que no había dormido absolutamente nada la noche antes, dudaba que siquiera la cafeína fuera lo bastante fuerte para hacerle pasar el día.

Una mirada por el set confirmó que era la primera actriz en llegar. Había unos cuantos del equipo construyendo lo que parecía ser un dormitorio. Aunque, básicamente sólo paseaban de un lado a otro delante de ella, llevando equipo y cumpliendo órdenes del ayudante de director.

Faye Malisorn se situó furtivamente junto a Freen sin que la actriz lo notara. “Llegas temprano,” notó la director.

Sobresaltada, Freen volvió la cabeza para enfrentar a la director. “Soy madrugadora,” contestó. Sobre todo cuando no me voy a dormir.

Faye sonrió. “Por lo visto.” Antes que la director tuviera oportunidad de comentar más, fue reclamada por cuestiones de trabajo. Freen la observó alejarse, desconcertada por la sencillez de maneras de la director, “Intocada por Hollywood,” decidió calladamente. “No durará.” Reasumió su estudio de los alrededores e intentó ignorar el hecho que estaba secretamente anticipando la llegada de Yuki.

Aburrida y sin nada que hacer salvo esperar, Freen metió la mano en su bolsa y sacó su más reciente compra: Harry Potter and the Chamber of Secrets. Sonrió ligeramente a la portada.

Becky había tenido razón, de ninguna manera no leería el segundo libro. Pero aún se negaba a leer el tercero. Y el cuarto estaba fuera de cuestión. Sonriendo con diversión, abrió el libro y empezó a leer.

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Becky se aseguró de quedarse cerca de Yuki todo el tiempo. Estaba aterrada y ni siquiera era la que salía en la película. Cómo Yuki se debía sentir, Becky no tenía ni idea. De hecho, estaba más que demasiado nerviosa para pensarlo demasiado profundamente.

Llegaron al set de la película, que parecía más un almacén abandonado que otra cosa. La seguridad no era particularmente estricta. De hecho, Becky y Yuki entraron como si poseyeran el lugar. No hubo nadie que las detuviera.

El interior del almacén/set de cine era de lejos más vivaz que el exterior. Becky mirada alrededor con sobrecogimiento. Un falso dormitorio parecía ser el centro de actividad. Había gente colgando luces y llevando cables, escaleras de mano y latas de pintura. Todos parecían ocupados. Excepto una persona.

Becky entornó los ojos. “¿Es ella?” le susurró a Yuki, asintiendo hacia la solitaria figura sentada en el suelo en una esquina, totalmente absorbida en un libro.

“Es ella,” confirmó Yuki animadamente. “Ven. Vamos charlar con ella.”

Becky se paralizó. “¿En serio?”

Yuki echó una mirada alrededor. “No veo a la director. Probablemente Freen sabe qué está pasando,” explicó lógicamente.

“¿Ya estás tuteándola?” cuestionó Becky con curiosidad, intentando alguna excusa. No había anticipado hablar con Freen Sarocha. Quedarse en una esquina pareciendo aburrida, eso es lo había planeado. Algo más complejo estaba más allá de su reino de comprensión.

Yuki no parecía estar acercándose a la actriz. “Parece bastante ocupada,” dijo tras un momento. “Quiza debiéramos esperar a Faye.”

Becky no podía estar mas de acuerdo. “¿Quién es Faye”

“La director,” dijo Yuki, mirando a Becky brevemente. “Te he dicho su nombre un millón de veces.”

Cierto. Lo sabía. “Lo siento, sólo estoy un poco agobiada,” Becky explicó. Echó una mirada alrededor de nuevo, intentando figurarse quién podía ser la director.