Capitulo 37

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¿Simplemente te lo dio?” Richie  preguntó incrédulamente, mirando fijamente el cheque en su mano.

Becky asintió desde su sitio en el sofá. Había decidido conseguir una tercera opinión, mientras intentaba no fijarse en el hecho de que parecía incapaz de tomar decisiones por su cuenta. Probablemente deba trabajar en eso. Fijó atribulados ojos en los de su hermano.

“¿Qué debo hacer?”

“¿Bromeas?” preguntó Richie “¡Quédatelo! ¿Sabes qué podrías hacer con todo este dinero?”

Varias cosas cruzaron la mente de Becky. “No sé, Richie. Todos siguen diciéndome que tome el dinero, pero... me parece raro.”

Richie se sentó en el sofá al lado de su hermana y le devolvió el cheque. “Escucha, Becky, son negocios. Te compró algo. Dijiste quince, te dio quince. Hay necesidad de sentirse culpable. No habría pagado esta cantidad de dinero si no creyese que lo valía.”

Becky se mordisqueó nerviosamente el labio. Tenía sentido. Aún así, parecía... tan extraño.

“Supongo que puedo abrir una cuenta en el banco,” concedió. “Guardarlo allí para emergencias. O, sabes, regalarlo a caridad. Es lo que debería hacer, ¿verdad? ¿Regalarlo? Me parece tan mal quedármelo.”

“No vas a llegar a ninguna parte con esa actitud,” la reprendió juguetonamente Richie

“No en Los Angeles” Se detuvo a pensarlo. “Dijiste que Yuki iba a buscarse un segundo trabajo porque no podía pagar la renta. Quizá puedas emplear el dinero en ayudarla para que pueda concentrarse en su carrera de actriz, en lugar de pasar todo el tiempo haciendo café.”

Becky se animó por la sugerencia. ¿Por qué no pensé en eso? “Richie, ¡es brillante!” Abrazó a su hermano. “Puedo pagar la renta de medio año y entonces podrá ir a todas las audiciones que quiera y no tener que preocuparse de nada.”

Richie sonrió. “Y puedes conseguir materiales artísticos,” agregó. “Y ahora no tienes que buscarte un trabajo de verano. Madre no tendrán que preocuparse por un tiempo de tu renta.” Se detuvo mientras miraba abajo. “Debes decírselo, Becky. Estará orgullosa de ti.”

Becky frunció el ceño por el súbito cambio de humor de su hermano y su corazón se rompió ante el pensamiento de Richie dolido. “¿Has hablado con ella?”

“Intenté llamar,” contestó tristemente. “Siempre cuelga.”

Becky suspiró y descansó la cabeza en su ancho hombro. “Desearía poder convencerla.”

Richie la abrazó. “Gracias, Becky,” dijo cálidamente. “No sabes cuánto significa para mí tener tu apoyo.”

Becky sonrió. “Y siempre lo tendrás,” prometió. Se enderezó y miró el cheque. “¿Quieres venir al banco conmigo?”

“Será un honor.” Richie se puso de pie y le ofreció su mano a Becky para ayudarla a incorporarse.

“Eh, quizá podemos salir de compras,” Becky sugirió emocionadamente. No podía recordar la última vez que había ido de veras de tiendas. La extravaganza de traje de graduación no contaba. Ésa era pura tortura disfrazada como compra para atraer inocentes.

“¿Dijo alguien ir de compras?” Liam entró en la cocina, pareciendo un niño el Día de Navidad.

Becky le sonrió al novio de su hermano. Era demasiado tierno para expresarlo. Interpretaba el papel de machote realmente bien hasta alguien decía palabras clave como comprar o Madonna, entonces se transformaba en Jack McFarland.

“¿Interesado?” preguntó casualmente.

Liam fue y puso un brazo sobre el hombro de Becky . “¿Mencioné cuánto adoro ir de compras?” preguntó. “Porque adoro completamente ir de compras. ¿Qué necesitas? Seguro que conozco el sitio. ¡Hey! ¡Podíamos ir a todos!”

Becky miró a Richie, que se encogió de hombros. “Bueno, tengo a-alguien...” Tuvo la perturbadora sensación de que iba a empezar a balbucear. “Y estoy planeando enviar este paquete con... cosas. Y deseaba conseguir más... uh, cosas. Para el paquete.” Cerró la boca para detener el ataque de bobería que, indudablemente, iba a salir de sus labios si seguía hablando.

Richie y Liam intercambiaron miradas. “¿Y este “alguier' tiene nombre?” Liam inquirió.

“¿Es guapo?” Le guiñó a Richie “No es que me importe.”

Becky se rió. “Es una chica. Su nombre es Freiya.”

Miró a Richie. “Es la que me envió ese correo sobre mi pintura.”

Richie arqueó un frente. “¿Y qué tipo de 'cosas” quieres conseguirle?”

“No lo sé,” dijo Becky, de repente avergonzada. Esto salió de la nada. No esperaba sugerir ir de compras. ¿Y de qué 'cosas” estoy hablando?

Liam se encogió de hombros y agarró la mano de Becky, liderando a la puerta delantera. “Déjamelo todo. Le encontraré a tu amiga montones de cosas.”

Becky sonrió. Será divertido.

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De algún modo pasó por las primeras partes de la escena. No había habido más incidentes con el beso. Ahora venía lo difícil de veras. Ante todo, Jaidee no sería lo bastante 'inocente” para meterse en la cama con un tipo a los dos segundos de volverse humana. Una ángel debiera saberlo mejor. Y segundo, todo este ángulo ángel-vuelta humana no estaba funcionando para Freen. Quizá gane un Golden Globe o algo parecido por mi acertado retrato de una ángel ardiente.

“¡A sus puestos!” gritó el director.

Freen entró en personaje mientras estaba al pie de la cama de atrezzo. Kirk le había estado lanzando irritantes miradas desde el incidente del gemido y Freen iba a tener que patearle el culo si la seguía mirando así de lascivamente.

Por suerte, cuando el director gritó, “Acción,” era Cody el que estaba delante de ella.

“¿Estás segura que quieres hacer esto?” preguntó Cody, vacilación y deseo batallando en su mente. “Podemos esperar...”

Jaidee se desabotonó la camisa lentamente. “Hemos esperado,” dijo despacio. “Demasiado.”

Cody deglutió y eliminó la distancia entre ellos, tomando el trabajo de quitar la camisa. Sus labios reclamaron los de Jaidee un beso abrasador.

Freen intentó desconectar de todo. Intentó pensar en flores bonitas, o estrofas de poesía, o bellos ocasos. Lo que fuera para apartar su mente del hecho que estaba progresivamente más desnuda a cada momento y que había más que demasiados ojos enfocados en su dirección. Por no mencionar cámaras.

Esperó hasta que estaban en la cama para alcanzar la camisa de Cody. Y una vez estaban bajo los cobertores, Freen se relajó ligeramente. Ahora no se sentía tan expuesta. Vale, esto casi ha terminado. Gemir mucho. Fingir orgasmo. Sin problema. Pensaré en Rebecca, funcionó fenomenalmente la última vez.

Los labios de kirk pellizcaban su garganta mientras se ponía encima de ella. “Se supone que has de decir mi nombre,” le susurró en la oreja.

Oh, cierto. “Oh, Reb..” se paralizó antes de gemir completamente su nombre. De igual manera kirk. ¡¡Joder!!

“¡Corten!”

Kirk se quitó de encima y ambos se volvieron al director que se acercaba.

“Freen, se te olvido que el nombre del personaje.. es Cody, estas muy distraída hoy. ” Le recriminó.

“Oh, lo siento” se disculpó Lauren, preguntándose si había un agujero al que pudiera arrastrarse y esconderse hasta que pasara todo este bochorno.

Kirk sonrió afectadamente. “Bueno, ¿quién es ese tal Reb..? la molestó, poniéndose de nuevo encima de ella. “¿Novio?”

Freen gruñó y cerró los ojos. Decidió que pensar en Rebecca y actuar no iban juntos para nada.


















Dulce Destino - FreenBecky adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora