Capitulo 54

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Becky estaba furiosa con Yuki. ¿Cómo pudo emborracharse? Nunca se emborrachaba. Bueno, había habido un par de veces, pero... ¿por qué esta noche? Si Freen no se hubiera presentado, Becky habría estado ahí  fuera sola. Estaba empezando, podía sentirlo. Yuki estaba empezando a olvidarse de ella. El pensamiento golpeó dolorosamente.

Echó una mirada a su amiga, que llevaba hablando sin parar ya un rato. Entonces su mirada aterrizó en la famosa actriz ni medio metro de ella. ¿Cómo diablos pasó esto? Becky estudió el aspecto de intensidad en la cara de Freen. Ella parecía estar particularmente concentrada en el camino. Becky se preguntó qué estaba pensando. Probablemente preguntándose cómo diablos acabó acompañándonos a casa.

Becky desvió la vista tras un instante, asustada de ser descubierta mirando fijamente. La verdad era que no creía que a Freen le molestara acompañarlas. ¿Pero por qué? Becky no lo entendía. Los famosos no van por ahí así. No aparecían de la nada y se sentaban a conversar. Había algo muy raro en esta situación que Becky no podía precisar.

El comentario de Yuki resurgió y Becky se encontró frunciendo el ceño. ¿Freen se parecía a Freiya? Un poco, era verdad. Pero la voz de Freiya era diferente. No parecía tan... modesta. Había levedad en ella. La voz de Freen siempre parecía tan... contenida. Como si la actriz tuviera miedo de hablar, miedo de decir algo mal.

Arriesgó otro vistazo a Freen y se encontró mirando en un par de ojos Marrones. Rápidamente desvió la mirada, avergonzada y no completamente segura de por qué. De hecho, no estaba segura de nada acerca de Freen Sarocha. Era tan... tan... indescriptible. Era la única palabra en la que Becky podía pensar. Aunque, la palabra hermosa también se le venía a la mente. Era una belleza extraña. Del tipo que te hacía desear quedarte mirando durante horas. ¿Durante horas? De repente Becky frunció el ceño ante la dirección en la que sus pensamientos se dirigían. No, decidió tras un momento. "Durante horas” era un estimación bastante certera. Freen Sarocha era innegablemente bellísima.

No era sorprendente que estuviera en portada de mil revistas. No era sorprendente que cobrara millones de dólares sólo por ser vista en televisión. La gente nunca podía tener bastante de ella.

Becky hizo lo mejor por no mirar a Freen. Lo último que necesitaba era que la actriz pensara que estaba mirándola fijamente. Probablemente creerá que la reverencio o algo así. Por alguna razón, Becky quería aferrarse a la idea de que Freen Sarocha era una chica sin corazón y estirada.
Bastante inconscientemente, Becky dio otra mirada. Afortunadamente, Freen estaba de nuevo concentrada en la acera.

Un enigma.

Es lo que Becky decidió que era Freen Sarocha. Porque, a pesar del hecho que Becky deseaba detestar a la actriz, no podía. Hasta ahora, Freen no había sido nada salvo simpática... y divertida y... quizá incluso un poco encantadora. Pero, había algo más que Becky no podía comprender.
Antes de que tuviera oportunidad de pensarlo más, su edificio de apartamentos vino a la vista.

“Es el próximo,” dijo en beneficio de Freen. Becky miró a la actriz para ver si podía descifrar una reacción. Estaba segura que Freen estaba acostumbrada a localizaciones más exóticas. Probablemente le parece un verdadero vertedero. Pero si la famosa actriz estaba disgustada por el edificio, hizo un buen trabajo ocultándolo.

“No me estoy sintiendo muy bien,” anunció Yuki. De hecho, parecía algo verde. Becky rezó por que llegaran al apartamento antes que Yuki vomitase.

Su mejor amiga nunca se perdonaría si le vomitaba encima a Freen Sarocha. “Casi estamos allí” le aseguró.

Una vez dentro del edificio, se dirigieron al ascensor. En la subida, Becky recordó que Yuki tenía las llaves del apartamento. “¿Dónde están las llaves?”

Dulce Destino - FreenBecky adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora