Su nueva versión está en mi cuenta.
[Prologo]
Neteyam aún en el vientre de su madre, fue bendecido con la diosa Eywa; otorgándole el don de procrear vida en su interior, como solo una Na'vi hembra lo haría, Eywa lo había elegido para ser el primer "...
《—Entonces... ¿Te gusta Neteyam?— la pregunta de Rotxo lo sorprendió.
—¿Cómo lo supiste?—
—Eres algo obvió, Ao'nung. Estás más distraído, hueles dulce la mayor parte del día, suspiras a la nada cada tanto... Eso y que no dejabas de sonrojarte cada vez que hablas o estás cerca de Neteyam, además de verlo como si quisieras comertelo cada tanto— el menor miro a su amigo con una sonrisa de burla, la cual borro al ver el rostro decaído de su amigo.
—Nadie más lo sabe ¿No?— pregunto. Si Rotxo lo sabía, puede que alguien más de haya dado cuenta y eso no era bueno, no para su padre. Su enamoramiento lo había hecho dejar pasar algunas cosas, muy importantes a decir verdad.
•Sus deberes como hijo del jefe.
•El entrenamiento que debía de tener antes de su Iknimaya.
•Su fachada ante el pueblo.
•Conseguir una pareja digna...
•Lo que había visto esa noche en el bosque...
El colgante. Juraba haberlo visto antes.
'—Te veo... Ma'Teyam—'
'—Yo también te veo...—'
Lo que había visto allí no era para nada normal, Neteyam no era normal, el que el collar que según el le había dado su abuela lo haga levitar, no era normal. Había algo más grande detrás de ese Na'vi de hermosos ojos dorados.
Y eso extrañamente no le asustaba, de hecho, solo avivó más lo que sentía por el.
Ese tirón... Aquel que lo hacía acercarse al Na'vi proveniente de los bosques. Y si acaso...
—Ao'nung, estás disperso otra vez...— dijo mientras cruzaba sus piernas sobre la arena —Escucha, no sabria decirte si alguien más sabe de tu flechazo con el hijo mayor de nuestros invitados, pero si se que eso no tendría porque importarles. ¿Te gusta un macho? Que más da, no es su vida.
—No es tan fácil Rotxo, mis padres...—
—Viejo, les has servido toda tu vida— soltó el Na'vi de cabello corto, el hijo del Olo'eyktan solo hizo una mueca, ojala fuera tan facil —Quitando las veces en las que nuestro grupito la cago... Hiciste lo que pudiste para complacerlos. ¿Qué acaso también van a negarte el amor?
El otro solo bajo los hombros y le sonrió débilmente, agradecido —Necesito una hembra, Rotxo. No puedo ser un Olo'eyktan sin una compañera que me de herederos. No es tan facil como dices.
Río cuando vio al más bajo hacer un puchero.
—Eso es injusto—
—No hay nada que podamos hacer al respecto amigo—
—Si que lo hay— contradijo. Ao'nung solo lo miro extrañado —Cortejalo.
—¿Que? Estas loco—
—Solo de esa forma podran estar juntos Ao'nung, rompiendo las reglas. Si de verdad amas a Neteyam, lo harás; el amor te hace cometer locuras dicen, y romper las reglas por amor es una de ellas.
—... ¿Desde cuando eres tan sabio?—
—¡Oye!》
[•••]
—¡Auch!—
—¡Lo siento!— Lo'ak se disculpo casi automáticamente, era la tercera vez que pisaba a su chica durante el baile.
Las parejas ya habían sido armadas (siendo estás las mismas de siempre). Y como era habitual, Lo'ak quiso lucirse con Tsireya, terminando por pisarla cada dos por tres.
El joven solo veía como sus hermanos mayores se reían de sus desgracias, ¡Incluso tuk! Bufo frustrado.
La princesa solo acaricio su mano y le sonrió —Podemos intentar más tarde, no es necesario aprender estos pasos ahora— miro al resto de jóvenes, especialmente a los dos más grandes —¿Ustedes no lo van a intentar?
Neteyam vio como su compañero se tenso por unos segundos, pero lo dejo pasar al ver como Rotxo intentaba convencer a su hermana. Sintió una mano posandose en su hombro.
—¿Vamos?— Ao'nung le tendió una de sus manos con una sonrisa que parecía apenada. Su cola se movió algo inquieta, mostrándole sus nervios al otro macho.
Sintió como una de las manos del príncipe Metkayina en su cintura, sorprendiéndose al ver que habarcaba la mitad de esta. Su cola pareció agitarse aún mas. Ao'nung tomo su mano derecha, comparándolas levemente, eran tan diferentes... Su corazón comenzó a latir rápidamente.
Ese sentimiento volvió a impregnar su cuerpo.
Aguamarina y dorado se encontraron, manteniendose juntos por lo que parecieron años. El menor desvío la mirada sintiendo su rostro calentarse ¿Que le pasaba?
—Bien... Solo tenemos que...— y el mayor comenzó a explicarle, agradecia a Eywa aprender rápido.
...
Neteyam solo podia sonreir, se estaba diviertiendo demasiado.
El agarre de Ao'nung en su cintura había dejado de "incomodarlo" poco después de empezar la práctica, ahora solo podía sentir una estraña calides en ese toqué sutil, tal y como había pasado en su segunda clase.
Ambos se movían con fluidez (y algo de torpeza) en la arena. El Omaticaya veía con admiración como su compañero lo guiaba a través de la playa en un baile.
Quien diría que ese joven macho; inmaduro, terco y egocéntrico le sabría al arte de la danza. Le gustaba esa nueva faceta de su "amigo", le gustaba como lo trataba con delicadeza... Casi proctetora.
Su estomago cosquilleo ante ese pensamiento.
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