[30]

3.9K 355 26
                                    

El comienzo de una gran noche

Las dos lunas restantes pasaron volando. El festival de primavera se celebra esa misma noche.

El pueblo ya había sido decorado en su totalidad, adornado con guirnaldas en forma de algas marinas (estas mismas decoradas con flores), adornos hechos con caracolas, perlas y telas hechas por los artesanos de la aldea, piedras brillantes y antorchas aún sin encender.

Todo estaba muy hermoso a ojos de todos los Na'vi, un mes de preparaciones valió totalmente la pena. Y el aire festivo se podía sentir en el aire del arrecife.

El había olvidado un poco lo que era eso.

—Neteyam mira, ¡todo está muy bonito!— una sonrisa pintaba los labios de la cachorra. Debido a la guerra, ella no había vivido lo que era una fiesta en si, además de sus cumpleaños, el de sus hermanos y unas pocas fiestas que se hacía en su pueblo luego de obtener un gran avance durante esa batalla que parecía no tener fin.

—¿¡Cuando va a comenzar!?— su colita se movió emocionada tras ella, mientras saltaba levemente en su mismo lugar. Desde las puertas de su marui podía ver lo hermoso que se veía el pueblo, como los caminos de tela también se encontraban decorados de manera hermosa, ella ya no podía esperar.

—Dentro de unas horas Tuktirey, la fiesta comenzará poco después del eclipse— informo Net a su hermana menor, riendo levemente al ver su puchero —No estés ansiosa cachorra, aún falta que los pescadores traigan lo que comeremos hoy. Además, podrás usar el tocado de perlas que la princesa nos dio aquel día~

El mayor sonrió más grande al obtener la reacción esperada de la pequeña, amaba que esos grandes ojitos dorados se iluminen de esa manera.

—¿¡Enserio!?—

—Sip—

La voz amorosa de su madre llama la atención de los hermanos, diciéndoles que ya era hora del desayuno. Tuk no tarda en irse junto a los demás miembros de su familia.

Neteyam pierde su mirada en el mar frente a el. Pudo ver algo a lo lejos; el grupo de pescadores encargados de conseguir la caza para la cena ya estaba marchando al mar, los Ilu's de los jóvenes y los Tsurak de algunos adultos se podían ver desde allí, como a sus jinetes.

Entre ellos, podía distinguir al Olo'eyktan junto a unas siluetas que pudo reconocer. Pero había algo diferente en una de ellas... Ao'nung.

¿Acaso esos eran tatuajes?

Se veía bien...

—¡Neteyam!— el joven Na'vi sacudió la cabeza, dando una última mirada hacia el "mar" y aproximandose a su familia, con el extraño deseo de detras del Na'vi recién tatuado. Sintió sus miradas encontrarse a lo lejos.

El festival de medio año se hacía una vez cumplidas las 182 lunas (valga la redundancia) desde el primer amanecer del año en pandora.

Las aldeas Metkayina's tomaban la festividad cómo un nuevo comienzo, celebrando que la primavera tocaba las puertas del arrecife; floreciendo en sus plantas, en sus alimentos y en el vientre fértil de sus hembras. La primavera es una época donde los apareamientos son aún mas comunes, siguiéndole las temporadas de celo de sus mujeres.

Motivo por el que los jóvenes Na'vi (hayan completado el iknimaya o no) asistian junto a sus posibles futuras parejas a la festividad, como muestra de que ambos querían algo más serio en un futuro. La aldea esperaba a más cachorros corriendo por la playa el año siguiente.

También se celebra a Eywa, porque ella era quien le da vida al mundo, su tierra y su gente. Y ellos tenían que ser agradecidos por ello.

Neteyam escuchaba atento como su padre les pasaba la información que el Olo'eyktan le había dicho sobre su hermosa festividad, el hijo mayor de Toruk Makto estaba encantado con lo que sus oídos escuchaban.  Divirtiéndose un poco ante el rostro rojizo de su hermano, al parecer Tsireya había tomado la iniciativa en ese pequeño cortejo.

La bendición de Eywa (•Aonunete•) -REESCRIBIENDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora