Capítulo 13- El archivo, una pizza y una conexión inesperada

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Sinceramente, me encantaba este lugar. No tenía nada de especial ni mucho menos. Era como una biblioteca enorme, pero la sensación de estar rodeada de librerías llenas de historias me resultaba relajante. Por no hablar del silencio y la iluminación natural de aquí.

Nos sentamos en una mesa amplia y en cuestión de minutos ya estaba llena de papeles, libros, periódicos...
Al parecer George había averiguado el nombre de la mujer que nos atacó en la casa de los señores Hope, y ahora mismo buscábamos información sobre ella.
~Annabel Ward~

-¿Sabes, Lockwood? si tuvieras un poco de orden encontraríamos la información más rápido. Ni fuera de casa eres capaz de mantener las cosas ordenadas.- Regañó George refiriéndose a el batiburrillo de papeles sobre la mesa.

Lockwood reía.

-Tú tampoco eres un gurú del orden y la limpieza que se diga, basta con ver tu habitación.

George le hizo una mueca burlona antes de seguir buscando.

Yo me levanté para buscar más libros en algún estante cercano que pudiera ayudarnos. Me sumergí entre los interminables pasillos de estantes meticulosamente colocados y organizados cuando de nuevo recordé aquel sueño.
Algo en él había hecho que se me grabarse a fuego. No podía dejar de pensar en ello, y cada vez me inquietaba más. Sumergida en mis pensamientos me había quedado distraída "mirando" libros sin realmente tener consciencia de lo que hacía ni de lo que me rodeaba cuando a mí izquierda la voz conocida aparecía.

-¿Algún problema?

-Ninguno, ¿por?- por suerte, esta vez reaccioné rápido y con naturalidad, fingiendo que seguía buscando cualquier libro sin mirarle a él.

-Estás en la sección 'Z', Annabel Ward empieza por 'A'.

-Ya. Es que buscaba otra cosa.- Mentira como un castillo de grande.

-¿Volvemos?

-Claro.- colocó su mano suavemente sobre mi hombro mientras atravesábamos el pasillo de vuelta a nuestra mesa.
Mi estómago dio un vuelco.

Él no comentó nada ni mostró ningún tipo de reacción, sin embargo, yo no era capaz de evitar que se formase una sonrisilla en mi rostro.

Alcanzábamos nuestro destino cuando un grupo de chicos (aparentemente agentes de fittes a juzgar por sus uniformes y sus aires de grandeza) se aproximaban hacia nosotros.

-Vaya, vaya, vaya, pero qué tenemos aquí. El jovencito Lockwood haciendo de las suyas de nuevo. ¿Qué es lo próximo que piensas quemar?

Mientras sus perrillos falderos le reían las gracias, Lockwood se separó de mi ipsofacto, se giró para quedar cara a cara con él, en posición hostil.

-Veo que vas acompañado. ¿Y tú quién eres, guapa? ¿Es tu nueva asistente?

-Compañera, más bien.

-Tú debes de ser Quill Kipps, he oído hablar de tí. Tienes la mayor tasa de muertes en los grupos de agentes de Fittes de los últimos años.- Yo le sonreía, una sonrisa aparente de inocencia, pero cargada de resentimiento.

Pude ver cómo al rubito se le iba la sonrisa lentamente.

-Soy el supervisor superior, de la mejor agencia del país.

Lockwood soltó una carcajada. Quill suspiró.

-¿Qué milonga te ha contado para irte con él? Te ha comido la cabeza. No sé qué te habrá dicho para convencerte pero es un mentiroso. No te quedarás mucho tiempo, cielo. Te darás cuenta y harás como todos los demás, abandonarlo. Deberías escoger mejor tus relaciones, guapa. Yo puedo ayudarte con eso.- Su sonrisa me provocaba repulsión. Era una sonrisa medio pícara, bastante desagradable, sinceramente.

WITHIN DARKNESS, THROUGH LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora