Capítulo 2- El chico del bus

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Decidí bajarme en la siguiente parada. Fue una buena decisión, me bajé justo frente a una cafetería. Un café. Eso era lo que necesitaba.

Entré y sentí la ola de calor agradable que sientes cuando entras a algún local en pleno invierno tras estar en la fría calle. Hice mi pedido y me senté con mi café en una mesa individual. Volví a sacar mi cuaderno y empecé a tachar los recortes de los sitios en los que me habían rechazado.

Acto seguido, en la pared frente a mí, se iluminó un cartel. "Toque de queda en 1 hora, 30 minutos". Al volver a mirar a mi cuaderno, me fijé en un pequeño recorte que sobresalía entre unas páginas. Lo saqué. ·Agencia Lockwood· No recordaba haber leído este anuncio. Tal vez se me traspapeló y por eso no lo vi.

Pensé que ya no tenía mucho que perder, y dada mi situación, por intentarlo no me iba a pasar nada. Me fijé en la dirección y caí en la cuenta de que me pillaba cerca. Así que me bebí mi café y salí de camino al lugar.

En el anuncio ponía que era una agencia prestigiosa, pero al llegar a mi destino pude ver que algo de publicidad engañosa había en ese anuncio. La empresa se trataba de una pequeña casa en una urbanización estrecha de esas en las que todas las casas son exactamente iguales y las calles parecen interminables. En la verja de la casa había un pequeño cartel metálico con el nombre "Lockwood & Co" grabado en él. Entré y llamé a la puerta. Me abrió la puerta un chico de estatura media, rizos oscuros y cabello medio largo y gafas redondas y grandes.
-Pensaba que eras la chica de los donuts, pero por lo que veo... no llevas donuts así que debes de estar aquí por la entrevista. Pensaba que habríamos terminado ya... ¿Nombre?
-T/n Spellman, ¿Es usted el señor Lockwood?
-¿Yo? No.- Vi que el chico se quedó ahí parado mirándome así que continué hablando.

-¿Podría verle?

-No veo por qué no, acaba de entrar otra pero dudo que dure mucho.- Me quedé algo desconcertada por lo que dijo pero no le pregunté al respecto. Se ve que era de pocas palabras. Se hizo a un lado y pude entrar en la casa. Nada más entrar pude escuchar a una chica gritar desde otra habitación.

-¡Dios mío! ¡Aparta eso de mi!- acto seguido apareció corriendo por el pasillo disparada hasta la puerta. La abrió como pudo con prisa y salió de la casa. Me quedé mirándola unos segundos antes de avanzar por el estrecho pasillo.

-¿Ves? Te lo dije. Chupi, ¿me acompañas?- Seguí al chico de las gafas por el pasillo hasta llegar a una especie de sala de estar/biblioteca.

-Tú ganas, había una más.-El chico me había adelantado y entró en la sala para hablar con otro que se encontraba allí de espaldas.

-No, tú ganas, esa era la última, acabo de mirar la lista.- Le contestó.

-Entonces, ¿quién es ella?- De inmediato el chico dejó lo que estaba leyendo para girarse a mirarme. No soy el tipo de persona que se guía por el aspecto físico, pero fue inevitable percatarme del atractivo del joven en cuanto le vi de frente. Era alto, delgado, de tez pálida y pelo castaño oscuro, medio corto, y su mirada... Me quedé cautivada sin querer. Tenía los ojos oscuros, y algunas ojeras pero era una mirada profunda e intensa. Me sonrió. Yo no le correspondí. Estaba procesando. El chico sí se veía elegante, vestía con traje negro, camisa blanca y corbata negra, a diferencia de su amigo que vestía como si fuese a tirar la basura (aunque he de decir que mis vestimentas en estos momentos no eran mucho mejores, tras el largo viaje y todo el día sin parar iba casual y la verdad, mejorable)

-Hola, soy Anthony Lockwood.

-Soy T/n Spellman. Vengo sin cita, pero vi vuestro anuncio en el periódico y estaba por la zona.

WITHIN DARKNESS, THROUGH LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora