Mi Reina

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-Me gusta bastante, gracias, creo que lo necesitaba- le sonrío antes de llegar a tiempo de cubrir mi boca en el momento exacto en el que se me escapa un bostezo- perdona, creo que es por el cansancio-

-Sí, creo que sí, será mejor que descansemos, ha sido un día largo y duro para todos- asiento antes de ayudarle a recoger todo el cabello y reunirlo para que mañana las sirvientas se deshagan de él antes de conseguir que me acueste con ella en la cama para dormir- espera, quiero darte una cosa- le miro con una ceja arqueada y busca algo de entre sus cajones y cuando lo encuentra regresa a donde estoy y me lo muestra, son dos colgantes, uno con la cadena dorada y el otro plateada, ambos son similares, pero uno tiene una piedra transparente bastante brillante y la piedra tiene forma de una lágrima al igual que el otro, esta pertenece al de la cadena dorada y el otro la piedra también es cristalina pero con un toque azulado bastante claro- cuando los vi pensé que eran perfectos, el de el cristal azul me hizo recordar al color de tu ojo, ese que siempre ocultas pero que me gusta mucho y el otro pensé que podría representarme, quiero tener yo el plateado y tú el dorado, aunque para muchos no signifique nada para nosotras algo bastante importante, ¿te gusta?-

-Me encantan, de verdad, pero es demasiado caro Ravenna- le miro con gran asombro y emoción

-No me importa el coste, sólo lo que significa, significa lo que existe entre las dos, nuestra relación más allá de los títulos que ambas poseemos y les he hecho una cosa especial, pero debemos ponerle a la otra el que le corresponde, ¿qué dices?- me ve a los ojos con una pequeña y tímida sonrisa

-Te digo que adelante, no sabes lo feliz que me estás haciendo- sonrío ampliamente y ella toma el dorado y con cuidado lo desengancha y lo vuelve a enganchar en mi cuello, después toma la lágrima que cuelga de la cadena y esta comienza a brillar  y de repente comienza a brillar intensamente en su mano cerrada hasta que termina de brillar, cuando abre la mano el cristal ha cambiado, tiene la misma forma pero ya no es transparente ahora es como si tuviera algo líquido dentro de color negro en su mayoría y también algo más fino de color dorado pero que no se llegan a mezclar- es precioso, ¿ahora qué debo hacer?-

-Hacer lo mismo y cuando ya lo tenga enganchado tomar el cristal y piensa en pasar parte de tu magia a él mientras piensas en mí- asiento con la cabeza y hago lo mismo que ella, encierro el cristal en mi mano cerrada y brilla con intensidad hasta que cesa y al abrirla se ven como un líquido verde bastante claro con algo de color azul claro como el tono de mi ojo turquesa- ya está, esto nos hará saber cuándo necesitemos a la otra, estemos en peligro al igual que cuando usamos nuestra magia y también muestra cuando estemos cerca la una de la otra, sólo lo podremos ver nosotras al tener magia, pero el resto sólo lo verán como estaban al principio, ¿de verdad te gustan?-

-Gustarme es poco decir, me encantan, gracias, de verdad- le acaricio la mejilla antes de darle un beso en los labios- ahora me gustaría descansar a vuestro lado majestad, puesto que con vos y sólo vos lográis hacer que verdaderamente descanse y duerma bien- ella se ríe y niega con la cabeza con diversión

-Hay que ver lo boba que te pones a veces, pero tienes razón, debes estar agotada de todo lo que has hecho toda esta semana- ambas nos acostamos en la cama tras apagar las velas y hace que mi cabeza quede sobre su pecho y acaricia mi nuca conduciéndome más hacia el sueño- descansa mi amada guerrera- deposita un beso en mi cabeza antes de caer rendida por fin en sus brazos

No sé cuánto tiempo he estado durmiendo pero al despertar me encuentro más que descansada y con mis fuerzas repuestas al completo, abro los ojos con pereza para encontrarme con una hermosa imagen de mi reina sentada a mi lado leyendo un libro con tranquilidad, un leve gruñido sale de mi garganta llamando su atención por lo que desvía la mirada del libro hacia mí y me dedica una hermosa sonrisa.

-Buenas tarde, bella durmiente- bromea un poco y la veo con confusión- anoche estabas tan cansada que no te quisiste despertar esta mañana por lo que te dejé dormir más y bueno, te has saltado incluso la hora del almuerzo y decidí quedarme aquí hasta que despiertes, justo queda poco tiempo para la hora de la cena-

-Creo que he dormido demasiado, pero ha valido la pena, me ha sentado de muerte el dormir tanto- me estiro un poco con una sonrisa en mis labios bajo sus atentos ojos

-Así te pareces un poco a un gato- comenta divertida y no puedo evitar reírme un poco 

-Prefiero más un león o un tigre o leopardo, son más fieros- digo imaginando a los animales- o mejor aún, un lobo, esos sí que son letales- 

-Menudos gustos tienes con los animales-

-Lo dice la que le encantan los cuervos- no puedo evitar molestarla y me da un pequeño golpe haciéndome reír

-Oye, que los cuervos son hermosos- se defiende

-Y no te lo niego, pero sigo diciendo que los lobos también lo son- le aclaro para que no se moleste ni nada por el estilo- vamos, tienes que admitir que también tienen su encanto- ella pone los ojos en blanco y asiente levemente

-Está bien, sí que lo tienen- sonrío llena de satisfacción y niega divertida- hay que ver, por fuera eres una temida guerrera y bruja pero por dentro pareces muchas veces una niña pequeña encerrada en el cuerpo de una mujer- me quita un par de mechones de mi cabello que se estaban metiendo en mi rostro

-Ya, pero te recuerdo que tú amas a esa mujer con alma de niña que tanto te divierte- me acerco a sus labios sin abandonar mi sonrisa

-En eso te doy toda la razón- me da un pequeño beso en los labios y me es inevitable no acariciar su suave piel- he estado pensando en que en realidad no sé si te han puesto un sobrenombre o algo así- trato de hacer memoria pero no recuerdo nada

-Nadie me ha puesto un nombre como esos que se les suele poner a los caballeros o a los hombres de alto puesto- digo con indiferencia- pero si deseas que tenga uno sólo tú podrás ponérmelo- le condiciono y sonríe mientras asiente

-Pues así será- nos quedamos por un rato en silencio hasta que un ruido nos llama la atención al ser el rugido de mi estómago exigiendo alimento y arrancando de su garganta un par de carcajadas- veo que la guerrera tiene hambre, será mejor que vayamos a cenar algo- me levanto y paso por mi cuarto para vestirme con ropa adecuada para ir a cenar, llegamos al comedor y comemos con tranquilidad hasta que somos alarmadas por las estruendosas pisadas de alguien acercarse corriendo, vemos entrar un hombre con respiración agitada y sudoroso

-Perdonad majestad que os interrumpa pero esto es importante- dice intentando recuperar el aliento

-Hablad ya- exige demandante