26

742 70 0
                                    

Y una vez lista cojo mis armas y me aseguro que está todo bien antes de ir al patio principal donde va a suceder todo, al llegar por un costado de espacio veo que ya están todos y que aún no ha llegado mi reina, por lo que me quedo en primera fila como hice cuando recibí este puesto a la espera de su presencia, cuando lo hace todos callan y ella se ubica frente a todos.

-Dad un paso al frente Capitana Calíope- obedezco y desenvaino la espada para clavarla en el suelo y sujetarla con una mano mientras pongo una rodilla en el suelo, ella toma con mucha facilidad la espada y la sostiene sobre mi cabeza- por tu gran esfuerzo y devoción al igual que lealtad y valor por el bien de tu reina, yo te despojo de tu cargo como capitana para nombrarte General de mi ejército bajo en nombre Woods, por tu gran hazaña en los bosques en la última batalla, y seguirás siendo mi guardia leal a parte de también eres nombrada La mano derecha de la reina, ¿estás dispuesta a tomar el cargo?-

-Sí, mi reina, desde el día de hoy hasta que vuestro reino caiga o mi vida sea arrebatada en la batalla por vos, os seré leal de por vida y moriré si es necesario protegiendoos- recito casi las mismas palabras de cuando me convertí en capitana

-Poneos en pie, General Woods- obedezco tras ella dar los típicos toques con la espada y miro a mis hombres celebrar mi logro, mientras que yo me mantengo muy seria y cuando mi reina se va a retirar yo hago lo mismo y voy tras ella y llegamos al salón del trono donde ya está Finn esperando que me ve con una leve sonrisa

-Felicidades Calíope, has prosperado mucho desde que llegaste- dice mientras me escanea sin ningún pudor con la mirada haciendo que me sienta realmente incómoda

-Te referirás a ella como General Woods o Woods- interrumpe la voz de la reina para su sorpresa

-Sí, mi reina- un calor aparece en mi pecho por el hecho de haber tenido en cuenta mi comodidad

-Majestad, solicito permiso para vestirme con más comodidad- hablo con firmeza

-Concedido- asiento y hago una leve reverencia antes de ir lo más rápido que puedo a mi cuarto y vestirme con mis atuendos cómodos y poco común de las mujeres y volver con mi común cinturón con armas y algunas de ellas escondidas en mi ropa por si acaso sea necesario y ahora regreso al salón del trono y me quedo a un lado del trono mientras atiende asuntos del pueblo

Va pasando el tiempo y nuestra relación se va estrechando cada vez más a espaldas de los demás en la que secretamente somos pareja, conmigo muestra una cara que con absolutamente nadie, ni siquiera con Finn muestra. También he ido evolucionando con mi magia pero en la mayoría de lo que puedo hacer tiene que estar relacionado con la fuerza, la naturaleza y el clima, pero también he hecho conjuros y cosas similares, llegando a tener una magia casi igual de poderosa que la de Ravenna, sin embargo ella cada vez necesita consumir más para poder usar su magia, cada vez que usa su poder tiene que volver a absorber belleza de las muchachas más hermosas. He tenido que ir junto con un pequeño grupo de soldados para llevarnos a las jóvenes hermosas mientras que Finn también lo intenta pero sólo llega a conseguir una o dos, pero no vamos a despreciar su esfuerzo. La princesita no ha vuelto a intentar escapar de su prisión, creo que es porque teme demasiado lo que pueda hacerle, mejor así, menos problemas para mí.

Hoy regreso de arrasar con una aldea enemiga y llevamos un carruaje de hermosas mozas para mi amada reina. Cuando por fin llegamos al castillo doy órdenes de que las encierren y yo voy a donde mi amada reina, me estoy acercando al salón del trono cuando percibo un leve brillo del colgante y las líneas doradas comienzan a moverse, está usando su magia. Entro en el salón pero allí no está, mejor le doy una sorpresa y me quedo en mi puesto de siempre y veo que entra vestida tan hermosa y oscura como siempre, sin percatarse de mi regreso, se sienta en el trono y la noto cansada a pesar de verse hermosa como siempre.

-¿Alguna noticia de la General Woods?- pregunta con la voz agotada

-¿Por qué no miráis a un lado y lo véis?- digo conteniendo una sonrisa, alza rápido la cabeza y me ve, mira a los lados y no hay nadie más, se levanta y se lanza a mis brazos con una gran sonrisa- he vuelto- digo antes de besarle en los labios

-Te he echado de menos, ¿por qué has tardado tanto?- hace un leve puchero mientras me acompaña a mi cuarto aunque también tengo ropa en sus aposentos

-Se nos ha complicado un poco la cosa, pero algo insignificante, la aldea ha sido reducida a cenizas y te he traído más reservas- veo sus ojos brillar

-Gracias, pero lo que más me importa es que has regresado- entramos en mi cuarto y tras cerrar la puerta yo me quito la armadura para ponerme otra mucho más cómoda bajo su intensa mirada que recorre toda mi figura sin pudor alguno

-Querida, ya sé que me has echado de menos por esta semana, pero al menos aguanta hasta esta noche- digo tras ponerme la camisa y los pantalones, me acerco a ella que está sentada en mi cama y tras sentarme a su lado hago que quede sentada en mi regazo y acuno su rostro con mis manos y acaricio sus suaves mejillas- te noto preocupada y cansada, ¿va todo bien?- le miro preocupada y ella suelta un largo suspiro y cierra los ojos disfrutando de mis caricias

-Es mi magia, cada vez tengo que consumir más, el precio por ella cada vez va aumentando y aunque use un poco de mi poder al poco me siento cansada- me explica y le abrazo mientras esconde su cabeza en el hueco de mi cuello y le doy un  beso en la cabeza a modo de consuelo aprovechando que cada vez que estamos juntas ella se quita su corona para más comodidad

-Bueno, después consultaremos el espejo a ver qué es lo que está pasando y según lo que nos diga haremos o no, ¿te parece bien?- acaricio la piel desnuda de su brazo 

-Está bien, será lo mejor, esta vez no has usado mucho tu poder como otras veces- 

-Ya, esta vez no hizo mucha falta salvo para atrapar a las muchachas para tu reserva, pero para nada más a decir verdad- llega a mis oídos el sonido de los soldados cercanos un tanto alterados y dos voces desconocidas, una de un señor algo mayor y de un muchacho- tenemos que ir al salón del trono, creo que por dos intrusos- suspira cansada y se levanta, yo termino de vestirme y coger mis armas, ella pone su cabeza su corona y salimos de mi cuarto, caminamos por los pasillos hasta llegar al salón del trono y ella se sienta y comienza a dar toques con los anillos en forma de garras en la madera del trono, entran los soldados con dos hombres con sacos en la cabeza, los ponen de rodillas y yo me pongo enfrente de ella sin obstaculizar su visión, los descubren y lo que yo pensé, un anciano y un muchacho apuesto, son unos intrusos por lo que han dicho, Ravenna se acerca al joven y yo presto mucha más atención al muchacho por lo que puede hacer estando ella cerca y estando tan expuesta, veo que va a quitar un puñal al guardia que tiene al lado y clavárselo en el abdomen por lo que con mucha rapidez saco una cuchilla y apunto a su mano y dándole en el momento justo cuando está a punto de apuñalarle, suelta el puñal con un quejido y ahora Ravenna enfadada acaba con la vida del joven y dejando al anciano llevarse el cuerpo de su hijo por lo que ha dicho mientras ella lo mataba, cuando mi reina se separa ordena que se lo lleven mientras procede a retirarse, me acerco y con cuidado la tomo de la cintura para ayudarle junto con Finn, vamos a la sala del espejo y el de pelo albino se retira dejándonos solas

-Espejo, espejo mágico, dime una cosa, ¿quién es en este reino la más hermosa?- pregunta una vez la figura dorada se ha materializado frente a nosotras

Mi ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora