El niño, el ciervo y la bala

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—— ¿Y los demás? —— Pregunto Dale preocupado con sus cansados ojos fijos en nosotros.

—— Es una historia interesante abuelo —— Sonreí, pero Glenn, el único asiático del grupo, por cierto eso es racista, no entiendo ¿Cómo no le molesta ser el único asiático del grupo?, En fin, el me tomo del brazo con brusquedad, me queje un poco y le di un codazo a un costado del pecho. Con una mueca me soltó, mire en dirección a Daryl y el parecía perdido en su mente.

—— Están bien, bueno, Carl no, le dispararon —— Dijo con una mueca el coreano. Dale comenzó a hacer preguntas preocupado.

Y dejé de prestarles atención y comencé a jugar con un hueso de algún muerto y Perrito.

—— ¡No iremos a ninguna parte! —— Me sobresalté al escuchar el grito de Carol, la mire un momento y volví a prestarle atención a la nueva discusión —— No pienso dejar a mi hija sola ¿Y si vuelve?

—— ¿Y si está muerta? —— Todos me miraron mal, yo solo me encogí de hombros —— Es algo que deberían de ir pensándolo desde ahora, tiene mucho tiempo en ese bosque sola —— Carol se me acerco con los ojos llorosos.

—— ¿No tienes corazón? —— Me pregunto al borde de las lágrimas.

—— Biológicamente si, emocionalmente también, por eso te lo digo, tienes que estar preparada para lo que sea —— Le sonrió y me doy la vuelta dispuesta a alejarme, cuando siento que de repente soy jalada fuertemente del cabello.

—— ¡Maldita hija de puta! —— Grito la mujer y yo solo pude chillar por el dolor en mi cabeza.

—— ¡No! ¡Carol suéltala! ——Grito/regaño Dale a Carol, ella no me soltó y yo llevé mis manos a su brazo arañando el brazo con el que me tenía agarrada del cabello.

—— ¡Basta! —— Grito Glenn y entre el y la rubia, lograron alejar a Carol, eso puede que ver cómo Daryl venía a nosotros luchando por tratar de que Gato no atacará a los demás, el ver a mi pequeño con sus filosos dientes amarillentos, sacando sus garras con esa adorable risa que tenía podía asustarla un poquito, pero era tan adorable molesto, que tenía ganas de comermelo a besos.

—— No tenemos tiempo para estás tonterías, Carl está muy mal y tenemos que ir a ayudarlos, seguro tendrán un mapa del bosque, podremos organizarnos mejor y seguro la encontraremos más rápido conociendo la zona —— Dijo Daryl, yo me acerque a ellos y Perrito se sentó, como un cachorro, le acaricié y jugué un poco con el.

—— Bien, entonces, nos vamos mañana, dejaremos comida y un cartel por si Sofía regresa —— Dale miro a Carol con ambas cejas elevadas. La mujer asintió con los ojos llenos de lágrimas y se retiró, estaba claro, ella no era feliz con eso.

—— Tengo que ir por mis cosas —— Tomé mi bolso y la correa de Perrito.

—— ¿A dónde vas? —— Preguntó Andrea, me tomo del brazo y yo solo le sonríe.

—— Voy a buscar mis cosas —— Me apartó y comienzo a caminar de regreso a mi anterior auto, pero disimuladamente, me robe un bidón de gasolina.

× × ×

—— ¡Si! —— La camioneta encendió, después de pasar casi toda la noche tratando de encenderla, estaba amaneciendo pero no me sentía cansada.

Aún no te tomas las pastillas.

Una risa invade mi cabeza y cierro las puertas de la camioneta, volviendo a apagarla y comienzo a buscar desesperada las pastillas en mi bolso. Al encontrarlas me tomo tantas como mi mano me lo permite.

Tomaste demasiadas niña

Las voces y risas de mis padres comenzaron a resonar en mi cabeza. Pero cada vez se hacían más lejanas y apagadas, además de que todo comenzaba a ponerse borroso y después... Todo se volvió negro.

Daryl Dixon

—— Está niña es idiota, se vino a este lugar sola a mitad de la noche —— No lo matarey, no lo mataré, no lo mataré... Shane no dejaba de quejarse, cada vez era más insoportable y la idea de clavarle una flecha entre ceja y ceja, sonaba mejor cada vez.

No muy lejos pudimos ver una gran camioneta, estaba a unos metros de dónde terminaba el abotollamiento, estaba apagada y con una hiena desesperada en el interior.

Algo estaba pasando allí...

Corrí a la camioneta y con fuerza abrí la puerta, allí estaba ella con los ojos en blanco y convulsionando mientras una espuma blanca salía de su boca.

—— Mierda —— Rápidamente la saqué de allí y metí dos de mis dedos hasta su garganta, para hacer que vomitara y lo hizo, pero no despertarba, comencé a hacer reanimaciones y logré que despertará.

Sus ojos se dirigieron a todas las direcciones, confundidos y temerosos, su respiración era hacelerada, como si respirara por primera vez de pues de mucho tiempo bajo el agua.

De repente mira Shane y lo golpea en la cara, yo quise evitarlo, pero no pude y una pequeña carcajada se me escapó. Gris se limpio los labios con su brazo, estando molesta o algo así, me miro fijamente y de repente sin ningún aviso.

Me beso.

Demencia | Daryl Dixon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora