pasado

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—— No le baja la fiebre... —— Tal vez ellos creen que no los escucho —— Tal vez no es nada, se pudo resfriar...

—— No digas tonterías chico... —— El anciano se escuchaba cansado, como si las palabras del joven y desesperado doctor le agotarán las energías —— Con estos calores, no te resfriariaras ni aunque lo quisieras...

Apoyo mi frente de la reja de mi celda, si ahora estaba atrapada. Todos creen que mis heridas fueron contaminadas por la sangre de los caminantes...

—— Si, es muy probable que este muriendo... —— Murmuró para mí misma, pero el resto de el lugar se queda en silencio, creo que no murmuré...

—— Bueno, ella ya lo acepto, matemosla... —— Escucho como son interrumpidos los pasos de Carol, me levanto y trato de pasar mi cabeza por los espacios entre los barrotes. Veo a Michonne, y le saludo con la mano, ella no se mueve se queda quita mirándome con seriedad.

—— ¡Tu solo quieres matarla! —— Escucho a Matt gritar, es probable que ahora esté peleando con Carol.

—— ¡Si!¡Gritale por mi! —— Saco la cabeza de entre los barrotes y los sacudo haciendo que suenen de forma molesta, odiaba estar encerrada y estaba comenzando a odiar este estúpido lugar.

Tenía ganas de destruir la celda, con frustración le doy una patada a uno de los tubos de aquel metal resistente.

—— No deberías gastar energías... —— Miro a Beth, ella como siempre tiene cargada a Judith entre sus brazos. Pasa tanto tiempo con esa bebé, que la pequeña ya debe pensar que la rubia es su madre —— Estás muy enferma...

—— Pero yo no me siento mal, solo quiero salir —— Le grito y ella da un paso atrás, todos están demasiado alertas, más de lo normal.

—— Pronto te terminarás transformando en uno de esos monstruos... —— Escucho la voz de Carl, el niño estaba sentado junto a mi celda y ni me había fijado en su presencia —— Pero te van a dejar sufrir un poco antes, tendrás fiebre... Mucha fiebre, dolores y luego morirás... —— Estaba claro que ese niño no estaba bien, vuelvo a sacudir la estúpida reja.

—— No sobreviví el caer por un maldito acantilado para solo volver a ser encerrada y tener que morir así —— Comienzo a morder uno de los barrotes con fuerza. Carl me mira confundido un segundo y se aparta más en dirección a la celda que está al lado estando alerta —— Se que tienes la llave —— Le digo dejando de morder barrote y lo lamo para limpiar los restos de mi saliva —— El alejarte no va a salvarte de que te las quité, no importa si vivo o muerto...

Lentamente me apartó de la reja y comienzo a quitarme la ropa para quedar solo con mi ropa interior puesta, tenía calor. Dejo mis grandes botas a un lado y me acuesto en el frio suelo mirando al techo.

Cierro los ojos un momento, estar atrapa me trae tan malos recuerdos que me hacen llorar y encogerme en mi sitio, rasco mis brazos sintiendo la ansiedad de estar atrapada.

Los guardias vendrán... Siempre vienen...

—— ¡Sostén sus manos! —— El enfermero, el siempre me trató bien, me dió muchas drogas, si... Puedo confiar en el enfermo.

Daryl Dixon

Miro a Gris dormir, el moreno la puso a dormir después del ataque que había tenido, su fiebre había bajo lo que fue un milagro. Talvez no estaba infectada, solo que talvez.

Carl nos aviso cuando la vio comenzar a rasguñar el rostro como si tuviera cucarachas caminando bajo su piel y tratara de arrancarlas con sus uñas desesperada.

Carol se sentó a mi lado, ella permaneció indiferente a toda la situación, sabía muy bien que ella estaba tratando de mantener al grupo estable y a salvo, por lo que para ella el que la única que realmente estaba inestable muriera era lo mejor que podía pasarnos.

—— Esa pobre niña... —— Le miro algo sorprendido, por su repentina simpatía por la mujer que ahora duerme profundamente —— Si en realidad no está infectada... Seguirá sufriendo con su vida... —— Dice tranquila y se inclina un poco hacia adelante apoyándose de sus piernas —— ¿Cuántos años crees que tenga? Yo le calculo unos veintitantos...

Me quedo callado sin dejar de mirar a la mujer sentada a mi lado, en realidad jamás llegué a pensar en la edad que Gris pudiera tener, aunque siendo honesto, jamás pensé mucho sobre la vida de la mujer de ojos grises.

—— Es probable... —— Es lo único que respondo para quedarnos en silencio. Volviendo la vista a como el joven estudiante de medicina sigue tratando las heridas abiertas de Gris —— Saldré a ver si encuentro algo para comer...

Me levanto ya algo incómodo, para salir de ese lugar, necesitaba un momento solo, mi batería social era muy limitada.

Miro de reojo a Carl, Rick y Glenn apilar los cuerpos de los cientos de caminantes que mataron hoy, Maggie estaba sentada con su padre tomando algo de agua, parecían estar en una animada conversación.

—— ¿A dónde irás? —— Volteo a ver a Beth, cuando estoy agarrando mi ballesta y varias flechas.

—— Veré si encuentro algo que cazae... —— Es todo lo que me digno a responder, tomando una cantimplora para seguir con mi camino.

×××

Llevaba unos dos días en el bosque, había localizado el rastro de un gran venado, uno muy gordo, realmente esperaba que ningun caminante le hubiera puesto las podridas manos encima.

Camino con calma, sin hacer ningún ruido para llamar la atención de cualquier cosa que me pueda matar de repente.

Pero entonces escuché movimientos cerca de mi, provenía de los árboles. Levanto mi ballesta, listo para dispararle a lo que sea que venga.

Pero me congelo al ver a Gris colgando de cabeza del árbol, parecía una niña jugando entre los árboles, me detengo frente a ella mirándola.

¿Como llego hasta aquí? ¿Cómo le permitieron salir?

Ella me mira con diversión y sus manos van hasta mis mejillas, rapidamente me apartó, lo menos que quería era que me volviera a besar.

—— ¿Qué crees que haces? —— Le preguntó, ella solo se mantiene callada con los brazos extendidos y su camisa se cae dejándola con el torso y el pecho desnudo, rápidamente aparte la mirada de su cuerpo incómodo —— ¿Cómo llegaste hasta aquí?

—— Camine... Además, necesito mi sesión de terapia semanal y no me agradan los demás además de ti, Matt y Michonne —— Baja con cuidado del árbol y me mira sonriendo —— Y tú tienes cara de que sabes guardar secretos...

Me quedo callado, solo mirándola, nada de lo que estaba diciendo tenía algún sentido y ni siquiera era una respuesta para lo que acabo de preguntar.

—— Bien, empecemos por el pasado, pero mucho más atrás de que todo esto ocurriera —— Dice mientras empieza a caminar en dirección contraria a la del rastro del venado, por lo que la tomo del brazo y le hago una señal para que me siga —— Mis abuelos me enviaron a El centro de especialistas de transtornos mentales de Ohio cuando tenía uno quince años...

Solo espero que no nos ponga en peligro por no cerrar la boca.

Demencia | Daryl Dixon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora