15|2: deja de tener miedo.

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PASADO

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PASADO.

--- ¿TDI?--- repitió Alan, aquél hombre de enfrente asintió.

--- Delilah adoptó una personalidad donde al parecer refugia lo malo.

El Mendes giro su vista a su hija de 10 años, la cuál estaba viendo la ventana mientras la dibujaba con el dedo.

--- Pero, también debo admitir que estoy impresionado por lo fuerte y capaz que son las dos, el hecho de que tanto Marie y Delilah pueden tener control sobre la otra sin que se den cuenta.

Alan miró nuevamente al psiquiatra con la misma expresión sería que siempre el tenía.

--- Delilah no recuerda lo que dice o hace aveces. --- le informó Alan.

--- Éso es porque la que hizo o dice esas cosas, no es ella.

--- ¿Qué sucederá cuándo ella piense en el hueco mental que tiene por perder sus recuerdos?

--- Éso depende lo tan fuerte que sea Marie. Delilah es incapaz de recordar lo que su otra personalidad hace si Marie se lo impide.

--- Dice que escucha voces.

--- Las voces es Marie llamándola, es algo bueno para ser sincero. Si ella puede controlar a Delilah, ya no sería Delilah.

--- Las necesitó a las dos, doctor.

--- Entonces las dos deben tener el mismo control sobre la otra.

--- Lamentablemente se muy bien que Delilah nunca aceptaría una tregua con Marie, ella es una Mendes.

--- Señor Mendes, ¿sucedió algo en el embarazo de la madre de Delilah?--- preguntó mientras leía unos papeles.

--- Delilah estaba a punto de morir cuándo nació.--- él doctor chasqueo su lengua.

--- Y por lo que leo aquí, gracias a éso se creó Marie. Me refiero a que su lado Mendes toma el control cuando Delilah está en peligro, al borde de la muerte.

Alan empezó a recordar las veces que el la maltrataba físicamente y verbalmente, y el rostro neutro de Delilah junto a sus ojos azules, siempre se hacían presentes cuándo éso sucedía.

--- Pero debo advertirle algo, Sr Mendes. Si Marie llega a probar el deseo de los Mendes, matar a alguien y gozarlo... Va a tener que cuidarse la espalda.

--- Creó que usted también, doctor...

--- ¿Qué?--- esté luego de decir éso soltó un jadeo de dolor.

Alan sonrió maliciosamente mientras hundía más el cuchillo en el estómago del hombre.

--- ¿Usted piensa que yo no se lo que sucede en mi casa o a mí hija?--- preguntó con molestia el Mendes. --- Será la última vez que intentará tocar a mi hija.

𝐃𝐄𝐒𝐓𝐑𝐔𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 - outer banks¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora