25: dulce hogar.

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Un suspiro pasado salió de Delilah por el asombro

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Un suspiro pasado salió de Delilah por el asombro.

Tenía en frente de ella esa casa.

Estaba llena de cintas policiales dando entender que no se podía entrar, y como no, ya que la mansión estaba destruida, abandonada, quemada.

Corrió rápidamente y en unos segundos estaba en la puerta trasera, y se abrió sin dudarlo dejándola ver la cocina.

Su vista se movió lentamente en esa habitación y sintió una punzada en el pecho al ver todo color negro, como si se hubiese quemado y más cintas como si fuera una escena del crimen.

La casa se había incendiado.

Delilah caminaba en pasos lentos recorriendo la casa con un nudo que no la dejaba respirar por cada paso que ella daba y veía cada lugar destruido.

Los pies de ella subiendo por las escaleras hacían eco al estar en total silencio, pero en su mente se escuchaban voces y veía imágenes de recuerdos.

Llegó a su habitación y le dolió aún más el pecho al verla totalmente destruida, sin nada.

Pero le dolía más el recordar las cosas que ella había pasado ahí.

Los recuerdos llegaban sin parar haciendo que Delilah se sienta aún más destruida al saber que aquella casa donde ella estaba, nunca sintió como si fuera su hogar.

Sus ojos se cristalizaron cuando los recuerdos de los golpes llegaron.

Las veces que se escapaba de ahí.

Cuando ella pedía a súplica que se detenga.

Cuando su corazón latía a mil al estar corriendo por toda la casa ya que tenía a su padre molesto persiguendola para hacerle que maldad.

Cuando caminaba débilmente, sosteniendose con la pared luego de una  drogación.

Cuando vio a gente siendo asesinada frente a sus ojos.

Cuando escuchaba los ruidos de las cosas siendo tiras al suelo mientras ella estaba en un rincon tapando sus oídos y cerrando sus ojos al sentir miedo.

Cuando su sangre se esparcía por el suelo de esa casa y quién sabe de quién más.

Las veces que ella lloraba por el despreció, por la soledad, por el dolor.

Aquellas cosas que solo lo había sentido gracias a la persona que la destruyó.

Y esa persona que al final ella destruyó.

Sus lágrimas salieron al ver esa  oficina. Delilah apretó sus labios fuertemente al evitar que los sollozos salgan.

Pero era en vano porque se hacían visibles al recordar sin parar.

Sus rodillas tocaron el suelo de cenizas, sus brazos abrazaron su pecho mientras los sollozos junto a las lágrimas salían sin detenerse.

Ese sentimiento de soledad volvía a consumirla, pero ahora era más fuerte.

𝐃𝐄𝐒𝐓𝐑𝐔𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 - outer banks¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora