🎩🔍🌼 ... ❝En una época llena de reglas, ella seguía las propias❞
Donde 𝙍𝙤𝙨𝙖𝙡𝙞𝙣𝙚 𝘽𝙖𝙧𝙣𝙪𝙢 es una institutriz huérfana cuyo trabajo ha consistido por años en enseñar a la menor de los hijos de Eudoria Vernet Holmes: 𝙀𝙣𝙤𝙡𝙖. Tan solo...
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La vida es demasiado corta para perderla en odios infantiles y en recuerdos agraviados
Charlotte Brönte |Jane Eyre
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EL MISTERIOSO Señor Amapola ¿Amante o enemigo? ¿Incógnita o solución? ¿Cuales serían sus verdaderas intenciones con Sarah Chapman? analizó cuidadosamente Enola mientras se deslizaba entre las sombras de las calles como si fuera una más de ellas. Reuniendo todas las pistas que tenía recopiladas hasta ahora para organizarlas una a una y sacar conclusiones.
Número Uno: Las páginas robadas de los registros. Bessie insistía en que su hermana era honesta, por tanto, jamás robaría nada sabiendo que esto podría perjudicarlas en su propio centro de trabajo. Pero tal vez, contando la existencia de un amante desconocido cuyas intenciones no conocía, Sarah se había visto obligada a hacerlo. De ahí salían otras nuevas interrogantes ¿Por qué? ¿Con cuál objetivo? ¿Chantaje, soborno, un favor? Bien se sabe que muchas veces ceder ante una petición aparentemente inocente por parte de un ser amado es muy sencillo, o tal vez muy estúpido. No obstante, tampoco podía descartarlo.
Número Dos:Mae. Su actitud y comportamiento eran demasiado sospechosos como para dejarlos pasar (más cuando aquella chica no sabía disimular en lo absoluto). La negación y el desprecio con los que la había tratado desde el primer momento, cuando la vio urgando entre las cosas de Sarah, dejaron muchas espinas de duda molestando en la cabeza de Enola. Más aún cuando la posibilidad de que el incendio que le dio chance a Sarah de colarse en la oficina del capataz hubiese sido provocado intencionalmente. Ahora la cuestión era ¿Era Mae una aliada... o una enemiga? ¿Tendría algún secreto que no deseaba contar?
Y número Tres, pero no menos importante: El mensaje oculto en la carta (un asco, cabe resaltar). "De 2 a 8 descubrí tu fortaleza. Y tu belleza denota nobleza. Me complace darte blancas flores. La capilla nos aguarda sin observadores". Enola no tenía idea de si Sarah había decidido dejar todo atrás para iniciar una nueva vida con ese pretendiente, o si este terminó siendo alguien realmente peligroso, pero hablando con toda honestidad, esperaba que fuera lo último porque este señor era un extremo desastre a la hora de escribir poesía.
Una mueca se formó en su cara, al tiempo que un largo suspiro se abrió paso por su garganta hasta abandonarla, disolviéndose con el aire nocturno que bailaba por los tejados. Estaba exhausta.
