🎩🔍🌼 ... ❝En una época llena de reglas, ella seguía las propias❞
Donde 𝙍𝙤𝙨𝙖𝙡𝙞𝙣𝙚 𝘽𝙖𝙧𝙣𝙪𝙢 es una institutriz huérfana cuyo trabajo ha consistido por años en enseñar a la menor de los hijos de Eudoria Vernet Holmes: 𝙀𝙣𝙤𝙡𝙖. Tan solo...
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Al igual que la enfermedad y la tristeza, no hay nada en el mundo tan irresistiblemente contagioso como la risa y el buen humor.
Charles Dickens |Un cuento de Navidad
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Cuando tenía dos años, la madre de Rosaline había empezado a leerle libros, y mientras lo hacía, le señalaba las palabras con el dedo para que no se perdiera de nada, de forma que para los cinco años ya era capaz de leerse historias por sí misma, aunque prefería por mucho que fuese Pauline quien se las contara.
Su ritual privado consistía en subir las escalones al viejo ático de su tienda, tumbarse en la cama y mirar el techo en lo que la suave voz de su madre las guiaba y ambas viajaban en tren hacia la lejana América, atravesando paisajes con edificios inmensos hacia la ciudad para visitar el circo de su abuelo, lleno de criaturas exóticas vistiendo trajes multicolores de terciopelo, personas surcando los aires en una sintonía coreografiada como aves que alzan el vuelo y con un arco tan brillante como una caja de pinturas donde un aro de fuego esperaba expectante a la llegada del gran showman de todos los tiempos para dar inicio a su mágico espectáculo.
Recordaba la risa de su madre al igual que la melodía de las teclas de un piano, los cabellos de oro de su melena envolviéndola cual tela de cobertor cuando la encerraba en sus brazos y le decía "Muy bien, Bicho, ya puedes abrir los ojos". Pero Rosaline no podía parar de imaginar.
Ella era preciosa, y era maravillosa, tanto que no le resultaba difícil adivinar el por qué su padre Gideon decidió abandonar todos los lujos de su familia por ella.
Después de Pauline, Rosaline no consideró que otra figura en la Tierra pudiese inspirarle la confianza, el valor y las enseñanzas que alguna vez había recibido por su parte; pero lo cierto es que el destino fue impredecible al decidir enviarle, luego de años, a una figura que sembró en su cabeza nuevas formas de ver el mundo. Sin ella, probablemente la nieta de Phineas T. Barnum se hubiese dejado influenciar por las cabezas huecas que lideraban aquella caja de monerías que se hacía llamar Londres; o tal vez habría vivido ausente a las verdaderas problemáticas que separaban aquella sociedad.
La verdad, se le hacía muy difícil imaginar una vida en la que no tuviera a Eudoria Holmes para mostrarle lo que era justo y lo que no, con todo y su complicado e indescifrable carácter, el cual muchas veces ni siquiera lograba entender.
