🎩🔍🌼 ... ❝En una época llena de reglas, ella seguía las propias❞
Donde 𝙍𝙤𝙨𝙖𝙡𝙞𝙣𝙚 𝘽𝙖𝙧𝙣𝙪𝙢 es una institutriz huérfana cuyo trabajo ha consistido por años en enseñar a la menor de los hijos de Eudoria Vernet Holmes: 𝙀𝙣𝙤𝙡𝙖. Tan solo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
━─────╮•╭─────━
Mi vida es un perfecto cementerio de esperanzas muertas.
L.M. Montgomery |Ana la de Tejas Verdes.
━═━═━═━═━═━═━═━═━
IMPORTANTE: poner play a la música en multimedia cuando vean este símbolo: ►
DESDE MUY PEQUEÑA, Rosaline conservaba todos y cada uno de los recuerdos que compartió con sus padres, desde las visitas a la villa del tío Barnum hasta los días de trabajo en la floristería donde su madre le permitía adornar los ramos de rosas rojas con cintas de colores brillantes. Sin embargo, aquellos que eran más vívidos y se reproducían en su mente cada noche eran los de la hora de irse a dormir, cuando su cama era apenas iluminada por la llama de una vela solitaria en medio de aquel cuartucho de ventanas cerradas, y su madre, con su rostro aún juvenil agrietado por el cansancio (o quizás por la enfermedad que empezaba a afectarla), se mantenía recostada a su lado mientras sus dedos le acariciaban la frente, entonando a su vez una estrofa de su canción de cuna predilecta.
Lavender's blue pasaría a ser años después la misma canción que Rosaline cantaría para ayudar a dormir a sus primas, encargándose de disipar el miedo absurdo por el monstruo imaginario que se escondía bajo sus camas, y más tarde, la misma que ayudaría a Enola a alcanzar el sueño luego de caer rendida por el entrenamiento de un día agotador. Al principio amando cada segundo, pero luego rechazándola con la típica frase de toda adolescente en su etapa más rebelde: "Ya no soy una niña".
No obstante, acostumbraba a pasar delante de su habitación todas las noches para asegurarse de que no necesitara nada. Chequearla solo por un minuto, aunque bien sabía que la joven Enola era de esas jovencitas que disfrutaban su soledad, y eso jamás se atrevería a interrumpirlo. Pero esa noche, en especial, luego de la pelea con sus hermanos y que estos por consiguiente la obligaran a asistir a un colegio para señoritas, Rosaline estaba segura de que su pupila necesitaba un hombro amigo donde apoyarse, por mucho que se mostrara ignorante hacia los sentimientos débiles o intentara aparentar serenidad.
━Rosaline, normalmente no me molestas en las noches sino viceversa ━habló en el segundo que vio a su institutriz atravesar las puertas de la habitación, llevando consigo una gran maleta de mano que despositó sobre el alfeizar de la ventana.
Rosaline curvó la comisura de sus labios con ligereza, mientras sacudía sus manos sobre la tela de su falda.
━Bueno, la señora Lane encontró esta maleta y pensé que quizás podríamos empacar juntas en la mañana ━sugirió━ Era de tu hermano Sherlock. Recuerdo que tu madre me contó una vez que tampoco le gustaba mucho la escuela y solía escaparse cada trimestre. Aún así, tu padre siempre seguía enviándolo de vuelta.