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La lluvia caía fuerte. Había sido pronosticada una tormenta eléctrica, pero en realidad Louis no pensó que fuese algo tan fuerte.

- Están cayéndose todas las gotas del mundo.

- Es una tormenta eléctrica, querubín. No sé cómo regresaré a casa.

- ¡No! ¡No te vayas, papá! Puedes caerte como los árboles.

Louis sonríe un poco. Puede ver a Harry espiándolos mientras finge trabajar en su computadora.

- No, amor. Estaré bien.

- Pero es tan lejísimos tu casa, papá. ¡Vas a llegar muy empapado!

Harry observa a Louis.

- Yo estaré bien, amor. Tú tienes que dormir, es un poco tarde y seguro tu mamá ya está cansada.

- Mamá no se cansa. Él todos los días duerme más tarde que yo.

Harry cierra su computadora y observa a su hija.

- ¿Sí? ¿Siempre trabaja hasta muy tarde?

- Él solo está en su coputadora. Cuando mamá trabaja, yo estoy en jardín o con tú. Con nona también.

Harry se acerca hasta ellos y rápidamente toma la mano de su hija para llevarla a ponerse pijama.

- Hora de dormir. Tienes que cambiarte al pijama y cepillarte los dientes. Despídete de tu padre.

- ¡Nooo! ¡Yo quiero que papá me lea un cuento! Por favor, mami. Porfis, porfis, porfis ¿si?

Louis observa a Harry sonriendo.

Harry observa a Louis y luego por la ventana, y como si de una película se tratase, los rayos caen y el viento sopla con algo de fuerza, llevándose algunas ramas de los árboles consigo.

- Supongo, que si la lluvia continúa, papá puede leerte un cuento para dormir.

- ¿Papá puede dormir con nosotros, mamá?

- No, mi amor. Él tiene que regresar a su casa.

- ¿Pero él va solito? ¿Y se pone tiste?

- Vamos, querubín. Vístete y cepíllate los dientes para que te lea el cuento y te duermas. Mañana podemos vernos otra vez. Si mamá está de acuerdo, pueden venir a casa.

- ¡Si! ¿Podemos, mami? Porfis, porfiiis.

- No lo sé. Tal vez, luego de la hora de almuerzo.

Louis intenta alcanzar la mano de Harry para lograr convencerlo con una caricia. Pero el rizado levanta en sus brazos a Isabella y la lleva hacia su habitación.

- Que nos apompañe papá -murmura Isa en el oído de Harry.

- Bueno -responde en un susurro también, antes de hablar alto- Puedes venir si quieres, Louis.

Louis no espera o lo piensa demasiado, se levanta detrás de ellos antes de que Harry se arrepienta.

Mientras Isa se cepillaba los dientes, Louis se quedó en la habitación de la pequeña, que era en realidad una especie de sala de escritorio y libros, porque Isabella dormía con Harry, sentado en uno de los sofás con Harry allí, ordenando algunos juguetes que había sobre el escritorio.

- ¿Hazz?

Un rayo cae bastante cerca de la calle y Louis puede ver a Harry un poco indeciso antes de responderle.

- Puedes quedarte. Solo por esta noche, como una gran excepción.

Louis sonríe cariñoso.

- No es necesario, cariño. No quiero causar más molestias.

Should we fall in love?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora