Should we fall in love?

Prólogo

12 de agosto de 2017

El día era bueno y finalmente la prueba más difícil del semestre había sido dada.

Harry creía que había obtenido una calificación aceptable.

Usualmente era sencillo para él.

Amaba la carrera que había elegido, sobre todo porque sentía que era lo suficientemente bueno como para poder vivir de eso.

Él había nacido para ser publicista. Lo sabía.

Sus amigos le habían insistido en salir aquella noche y él había puesto la única condición en sus resultados del examen.

- ¿Crees que pasaremos toda la noche fuera?

- Creo que sí. No lo sé. Nunca se sabe con ustedes.

Harry hace una mueca. Era cierto. Sus amigos, Nicholas y Matt eran así, siempre. Él también.

- ¿Por qué lo preguntas? -agrega Nick.

- No lo sé. Solo para saber si decirle a mis padres que no dormiré en casa hoy. ¿Podemos quedarnos en tu piso, Nick?

- Yo sí quiero volver a mi departamento.

Nicholas rueda los ojos y Matt sacude los hombros de Harry.

- Sacúdete el peso del mundo de los hombros, hermano. Acabas de aprobar el primer examen del octavo semestre. ¿Sabes lo que es eso?

- ¡Matt tiene razón, Harry! ¡Bebe hasta perder la conciencia, folla con todos los que se te crucen, enloquece! Solo te queda un corto tiempo antes de que tu vida universitaria acabe.

- En un par de cortos meses serás profesional. Estudiaras algún máster mientras trabajas y llegarás tan lejos que ni siquiera recordarás esto.

Harry niega con la cabeza, pero sonríe.

- ¿A qué hora entonces?

Matt y Nick celebran con cánticos y alboroto.

- ¡Vamos, Harry! ¡A perder la conciencia!

El rizado rueda los ojos.

- Díganme detalles antes de que me arrepienta y me quede en casa.

- ¡No seas aburrido! ¡La noche es larga y nosotros jóvenes! Iremos donde el destino decida llevarnos.

Harry observa a Matt con los ojos entrecerrados.

- Envíenme pronto los detalles, ahora me largo de aquí. Voy a dormir. Además de que no quiero ver el rostro de nadie más de esta facultad hasta el lunes.

- ¡Olvídalo! No eres tan joven después de todo.

Harry solo levanta su mano y muestra su dedo medio hacia sus amigos mientras camina alejándose de ellos.

2 de junio de 2018

Harry observaba a través de sus pestañas mojadas a un par de delgados cabellos rizados asomarse junto a un rostro dormido por el pequeño espacio libre que quedaba de la manta que envolvía el cuerpo que sostenía contra su brazo.

Su madre desde la silla al lado de la camilla podía observar a ambos con una sonrisa y una taza de café entre sus manos.

La espera había sido larga y la cirugía complicada, pero todo había salido bien.

- ¿Qué decidiste, mi amor?

Harry no puede apartar los ojos del rostro entre esa manta amarilla pastel. No puede ni siquiera observar durante una décima de segundo a su madre al lado suyo. Está maravillado.